Las estrategias para enfrentar la crisis financiera internacional centraron hoy los discursos de la XXXVI Cumbre del Mercado Común del Sur (MERCOSUR). El MERCOSUR, junto a sus amigos de América Latina y el Caribe, no asistirán pasivamente al debate sobre la crisis mundial, aseguró el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Tenemos un papel […]
Las estrategias para enfrentar la crisis financiera internacional centraron hoy los discursos de la XXXVI Cumbre del Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
El MERCOSUR, junto a sus amigos de América Latina y el Caribe, no asistirán pasivamente al debate sobre la crisis mundial, aseguró el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Tenemos un papel importante en la construcción de una nueva arquitectura política y económica internacional, multipolar y multilateral, definió Lula antes de traspasar la presidencia del bloque a su homólogo paraguayo, Fernando Lugo.
También anunció la creación de dos nuevos fondos con participación mayoritaria brasileña, uno de ellos para pequeñas y medias empresas que contará con 100 millones de dólares para ser utilizados como garantía en préstamos, y otro de agricultura familiar que contará con 300 millones dirigidos al financiamiento de proyectos de cooperación.
Asimismo, Lula informó la decisión de duplicar de 70 para 140 millones la participación brasileña en el Fondo de Convergencia Estructural del MERCOSUR (FOCEM).
En su discurso dejó claro que si se quiere seguir avanzando en el proceso de integración hay que enfocar la atención en aspectos críticos, manejar las graduaciones y flexibilidades que permitan la convivencia de distintos modelos de desarrollo, descartar la retórica y abordar, con imaginación y realismo, las condiciones para el desarrollo armónico de la región.
A ello agregó que nunca se puede olvidar que el objetivo final es promover la distribución de la riqueza y fortalecer nuestras sociedades en eficiencia, solidaridad y equidad.
El progreso del MERCOSUR es necesario para todos los miembros, aunque esas necesidades sean de diferente intensidad y urgencia, indicó Lula y dejó claro que es importante mantener equilibrio entre resultados económicos y políticos.
Al recibir la presidencia del MERCOSUR, Lugo coincidió en que el proyecto de eliminación del doble tributo, promovido por Brasil y Argentina, que es uno de los pilares de la futura Unión Aduanera, resulta un desafío al que deberá dar atención. No obstante, añadió que la agenda del MERCOSUR en los próximos seis meses estará dirigida a la búsqueda de soberanía energética y de una respuesta regional y conjunta a los efectos de la crisis financiera internacional.
La integración por la cual trabajará esta presidencia pro témpore no se limitará a eliminar tributos o barreras aduaneras, propongo integrarnos respetando diversidades y abriendo espacios socio-políticos centro de la democracia ciudadana participativa, dando a la integración un rostro social mucho más nítido, señaló Lugo.
Por su parte el presidente boliviano, Evo Morales, agradeció al bloque las flexibilidades ofrecidas para facilitar exportaciones de textiles y compensar la pérdida del mercado estadounidense.
El acuerdo con el MERCOSUR permitirá a Bolivia exportar 30 millones de dólares en textiles con tarifa cero, mientras el superado acuerdo con Estados Unidos sólo le permitía exportar 21 millones.
Para Morales eso permite buscar mejor integración no solo entre pueblos y gobiernos sino también en el comercio que es justo donde se resuelven los problemas económicos y sociales.
En tanto el presidente de Ecuador, Rafael Correa, propuso la formulación de una arquitectura financiera regional que haga al Sur menos vulnerable a la acción de los países ricos.
Participaron también en la cumbre del MERCOSUR, como países miembros Argentina, Uruguay y Venezuela, así como los observadores Colombia y Perú, y los invitados México, Panamá, Suriname, Guyana y Cuba.