María Arrillaga (Mayagüez, Puerto Rico, 1940-) es oriunda de la Sultana del Oeste, mi también ciudad natal. Saciada (2020) es su última entrega de amor al arte del verso, la poesía. La poeta, tiene a su haber un Bachillerato en Inglés de la Universidad de San Luis (B.S., 1961), una Maestría en Lenguas Modernas de la Universidad de Nueva York (M.A., 1966) y un Doctorado en Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico (Ph.D., 1987). Su trabajo creativo se desenvuelve entre la poesía, la narración y el ensayo, y se enfoca en los asuntos de género. Parte de su trabajo creativo ha sido premiado por el Instituto de Literatura Puertorriqueña, el Ateneo Puertorriqueño y el Instituto de Escritores Latinoamericanos de Nueva York (ILAW, por sus siglas en inglés). Algunos de sus publicaciones son: Vida en el tiempo (1974), Cascada de Sol (1977), Frescura (1981), Los silencios de María Bibiana Benítez (1985), Mañana Valentina (1994) y Yo soy Filí Melé (1999). María me ha dado respuesta a mis preguntas, que son para ser compartidas con vosotros.
– Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – Una vida de poeta, una línea de investigación en género. Poesía y género, pero resulta que también fe, convicciones, identidad, solidaridad. Una poesía de amor en el amor de una poeta por su ser y su entorno, bien sea San Juan, ya sea Nueva York. Saciada (2020), así se titula su último poemario. ¿De qué trató o tratas en Saciada y cómo recorres entre la literatura y la realidad (o no ficción)? ¿Cómo surgió la oportunidad de hacer “Arroz con guingambó”, hasta sentirse “satisfecha”?
– María Arrillaga (MA, en adelante) – Sí, una vida de poeta desde la infancia hasta siempre. Todo comenzó con el ofrecimiento de flores a la Virgen en el mes de mayo. Yo le ofrecí, además de flores, el regalo de mi palabra.
La energía que se convertiría en investigación del género me creció de un sabroso “arroz con guingambó” que me regalaba nuestra entrañable cocinera Doña Rita.
De ahí también la carnalidad a la cual alude el Dr. Luis Rivera Pagán en su “Invitación al libro”: Saciada: entre la mística y el erotismo
Así cita del poema “Perforados y taladrados”:
¨Un orgasmo siempre es santo y diferente
Como las oraciones fervientes¨.
Saciada trata del encuentro con el alma y la divinidad lo cual supone un profundo gozo espiritual equivalente al cual experimentaron algunas mujeres místicas, tales como Santa Teresa de Jesús, Santa Catalina de Siena, Hildegarde von Bingen y Teresita de Jesús.
El encuentro místico puede ser parte de grandes dolores y sustos, tales como aquellos que experimentó Santa María Maddalena de Pazzi, carmelita florentina que le presta su nombre a nuestro hermoso cementerio en el Viejo San Juan.
De ahí que Saciada comienza con un ritual de expiación. De ahí que nombre a santos sufrientes, guerreros, tales como Juana de Arco y San Sebastián.
El correr de la sangre, simbólico del discurso místico, hace presencia ante la gracia divina donada.
El poema “Hormigas bravas y vestido blanco” ofrece donación desde lo humano hasta lo divino. Las hormigas bravas molestan y el vestido blanco es apropiado para la comunión.
Es interesante observar las fuentes de la creación. Aquellas de Santa Maddalena de Pazi eran San Agustín y Santa Teresa de Jesús.
Mi poema “Las sortijas de mi madre” se inspira algo en “El cantar de los cantares”.
– WRS –¿Qué relación tiene Saciada (2020) con vuestro trabajo creativo-poético anterior y hoy?
– MA – Saciada se relaciona a mi trabajo anterior en el arrojo, podríamos llamar atrevimiento en el uso de la palabra e imágenes.
– WRS – Si comparas vuestro crecimiento y madurez como persona, poeta, creativa y escritora entre ahora y su época anterior en Puerto Rico y fuera, ¿qué diferencias observas en vuestro trabajo creativo? ¿Cómo ha madurado su obra? ¿Cómo has madurado como poeta?
– MA – Alguien dijo una vez que los poetas escriben un solo poema. De ahí que quizás la única diferencia en mi transcurrir sea que escogí hacer uso de mis dos lenguas para poetizar. Publiqué un libro bilingüe, Flamingos en San Juan/Flamingos in Manhattan (2012).
– WRS – María, ¿cómo visualizas vuestro trabajo creativo con el de su núcleo generacional de poetas o creativo-investigadores y escritores con los que comparte o ha compartido en Puerto Rico y fuera? ¿Cómo ha integrado vuestra experiencia poética-creativa a su diario quehacer (su vida) y a su interés por un lenguaje poético disciplinado?
– MA – Mi relación con poetas y/o escritores de mi generación es acaso mi singularidad. Mi libro Concierto de voces insurgentes: tres autoras puertorriqueñas: Edelmira González Maldonado, Violeta López Suria, Anagilda Garrastegui (2009) versa sobre escritoras poco apreciadas no obstante su gran acervo y talento. El punto de vista es también diferente. Busca entregarnos una forma de escribir diferente: una escritura de mujer.
La integración de mi experiencia como escritora a mi diario vivir se ha dado naturalmente, podríamos decir, puesto que siempre he tenido tiempo para dedicarle a la palabra escrita.
– WRS – ¿Cómo concibes la recepción a vuestro trabajo poético-creativo dentro de Puerto Rico y fuera, y la de sus pares?
– MA – Mi trabajo creativo ha sido bien recibido. He logrado varios premios y reconocimientos tanto en Puerto Rico como en los Estados Unidos. Mi novela Mañana Valentina (1994) fue Finalista en el Premio Letras de Oro, de la Universidad de Miami 1994.
– WRS – Sé que vos es de Mayagüez, Puerto Rico. ¿Se considera una escritora puertorriqueña o no? O, más bien, una escritora, sea esta puertorriqueña o no. ¿Por qué? ¿Cómo se siente vos? ¿Una mayagüezana en San Juan, Nueva York?
– MA – Claro que me considero una escritora puertorriqueña. Mi bien amada cuna, la cual perdura es el Mayagüez de mi niñez y adolescencia. La secuencia “Arroz con guingambó”, última parte de mi novela Mañana Valentina recoge toda suerte de quehaceres y golosinas pueblerinas. Por otra parte, soy una niuyorquina empedernida. Mi primer libro se titula New York in the Sixties (1976). Sí, disfruté y participé de todos los rituales de hippielandia. Como parte de esa experiencia viví dos intensos años en el pueblecito de Woodstock donde tuve una tienda de artesanías cerca de la placita del pueblo, el “Village Greeen”. Soy experta bordadora, tejedora y más. Ahora resido en el Viejo San Juan, lo cual me hace sentir muy feliz.
– WRS – ¿Cómo integra vuestra identidad étnica y su ideología política con o en vuestro trabajo poético-creativo y su experiencia poética-creativa?
– MA – Mi identidad étnica es parte de mi proceso creativo. Mi poema “Madona del Coco” es una creación que me causa mucho orgullo. Hay muchas vírgenes, pero sólo una “Madona del Coco”.
Esta identidad reaparece en varias piezas de Saciada, tales como “Avispa Josefina”.
– WRS – ¿Cómo se integra vuestro trabajo poético-creativo a su experiencia de vida como poeta antes, después del inicio de su obra, y ahora, ya pasado un tiempo vinculada al quehacer literario y cultural? ¿Cómo integró esas experiencias de vida a su propio quehacer de escritora e investigadora en Puerto Rico?
– MA – Mi trabajo poético-creativo es un perenne presente. Como decía Ortega y Gasset. “Yo soy yo y mi circunstancia. Mi sensibilidad se adapta al momento vivido.
– WRS – ¿Qué diferencia observas, al transcurrir del tiempo, con la recepción del público a vuestro trabajo poético-creativo y a la temática literaria y cultural del mismo? ¿Cómo ha variado?
– MA – Creo que cada vez mi trabajo creativo es más apreciado. Los lectores y lectoras notan los cambios en temática y estilo.
– WRS – ¿Qué otros proyectos poético-creativos tienes pendientes?
– MA – Tengo un libro de memorias que comencé en Nueva York y por eso está escrito en inglés. Se titula “The guava orchard”. Sé que debo tomar una decisión en que lengua debe aparecer. Acaso una traducción personal.
Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.