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Las ilusiones, el hambre y el Che

Fuentes: Argenpress

Para el General Ovando Candia (Jefe Comandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia) Ernesto Guevara antes de morir dijo «Yo soy el Che y he fracasado». (1)Patrañas del General o palabras exactas del Che: algo de razón hay en ellas.«Cuentan las crónicas que su asesino -escribió Osvaldo Bayer- el que le disparó el último tiro, […]

Para el General Ovando Candia (Jefe Comandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia) Ernesto Guevara antes de morir dijo «Yo soy el Che y he fracasado». (1)

Patrañas del General o palabras exactas del Che: algo de razón hay en ellas.

«Cuentan las crónicas que su asesino -escribió Osvaldo Bayer- el que le disparó el último tiro, lo recogen todas las noches borracho en las calles». «Desde aquel tiro hay más niños con hambre en Latinoamérica, más gente sin trabajo, más droga de la vergüenza, más Puertos Maderos y cartoneros revolviendo la basura». Lo asegura Bayer pero debemos pensarlo nosotros.

El Che murió, sí, pero en Latinoamérica su asesino sigue diseminando pobreza, violencia y resignación. He allí lo que la propaganda pretende no dejarnos ver. Vale repetirse a fin de que los números no dejen espacio alguno para las dudas.

América Latina y el Caribe producen alimentos para 1.800 millones de personas. No obstante, 52 millones de sus habitantes no tienen acceso a ellos para una vida activa y saludable.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala que 8,8 millones de niños menores de cinco años padecen desnutrición crónica.

Un estudio del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad (mayo 2006) informa que el 7 % de los niños argentinos de entre 7 y 13 años trabaja para sobrevivir. Entre los jóvenes de 14 a 17 años el porcentaje asciende a 20.

Mendoza y el Noroeste del país son las regiones con más niños laborantes. Con todo, el desempleo en los jóvenes argentinos de entre 18 y 20 años supera el 35 %.

Quinientos cincuenta mil chicos desertaron de la escuela secundaria argentina. Otros 300.000 directamente no trabajan ni estudian.

En el país hay 1.200.000 jóvenes trabajando en negro con un promedio salarial de 300 pesos.

Si el Chile de Pinochet y su libre dictadura fue siempre el mejor ejemplo; basta leer lo que le dijo en febrero pasado Monseñor Alejandro Goic, presidente de la Conferencia Episcopal, a Michelle Bachelet: «Creemos que ahora el acento debe estar en resolver el tema de la desigualdad, y cuando hablo de superar la pobreza no me refiero solamente a mayores salarios, sino también al tema educacional porque allí está el verdadero cambio de cara al futuro».

Respuesta: represión estudiantil, en Chile; Debate Educativo, en Argentina.

La presidenta del Grupo Iniciativa Nacional por los Derechos del Niño, Doris Portocarrero, aseguró que en Perú existen dos millones quinientos mil niños trabajando en condiciones que perjudican gravemente su desarrollo y su salud.

Ocho mil pibes y adolescentes desaparecen cada año y por diversas causas en el Estado de San Pablo (Brasil).

Cuatrocientos millones de niños perviven en el planeta sin agua potable.

Cada quince segundos uno de ellos fallece por enfermedades o desnutrición.

La diarrea infantil se consume diariamente y en el mundo a 4.500 pibes menores de cinco años.

«A pesar de que en Haití solamente nace un 2 % de los niños y niñas de América Latina y el Caribe, en este país se registra el 19 % de los muertos de menores de 5 años. Es de lejos la mayor tasa de mortalidad de menores de cinco años, con 117 muertos por cada 1.000 nacimientos», subraya el representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Adriano González Pegueral.

La Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos denunció que más de un millón de niños guatemaltecos dejarían las aulas (a inicios del 2006) porque sus padres no lograban pagar el estudio de sus hijos.

Ochocientas mil personas claman diariamente por comida en el sur del Estado de Florida. Tienen hambre. Con todo, la legisladora federal Eleanor Sobel declaró al Herald que «vivimos en un país y un Estado de gran abundancia con él más alto estándar de vida en el mundo».

Estados Unidos es el país con el índice de asesinatos más alto del mundo. El homicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 24 años. Cada cinco minutos un chico es detenido en el norte todopoderoso por haber cometido un crimen violento. (2)

¿Sabrá el Senador argentino Carlos Reutemann que su ex gobernación y la post inundación de Santa Fe produce hoy 33 niños indigentes por día? En la capital santafesina hay 119.000 pibes menores de 14 años. 73.780 son pobres o viven en la escasez extrema.

En Bolivia la deficiencia alimentaria aqueja a casi 3.000.000 de personas.

Una de cada tres familias bolivianas pasa hambre. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) también advierte que 615.000 niños bolivianos se acuestan sin nada que comer.

Evo Morales, por supuesto, no es Carlos Reutemann. Que lo demuestre, entonces.

El Che, murió, sí, pero sus asesinos siguen libres e impunes. Y encarcelarán y fusilarán a quienes crean conveniente si su democracia occidental y cristiana corre pe ligro. Henry Kissinger sabe de que se trata.

«En medio de la miseria, de la carencia absoluta- sentencia el investigador Muñiz Sodré- se captan las imágenes televisivas de la prosperidad no sólo del centro-sur brasileño sino también de los centros capitalistas mundiales».

Una despiadada y cínica combinación: las ilusiones y el hambre. El hambre y las «ilusiones necesarias»

¿Cómo que Auschwitz no ganó…?, sí hasta el mundial 2006 está de su lado.

Henry Kissinger sabe de que se trata. (3)

Notas: 1) Vallegrande. Bolivia. AP.10 de octubre de 1967. Extractado de Clarín. Grandes hechos siglo XX. El Che Guevara. Un símbolo de la rebeldía. 2) La marca de la bestia. Aníbal Ford. Editorial Norma. Abril 1999. 3) El fútbol es «Cosa Nostra». Víctor Ego Ducrot. 16 de junio de 2006.