El Observatorio de la Deuda en la Globalización denuncia que las promesas de cancelación de la deuda a los países africanos realizadas por algunos mandatarios del G8 no supondrán más que un exiguo y totalmente insuficiente alivio de la deuda, condicionado a la aplicación de políticas económicas neoliberales, y que sólo beneficiará a un grupo […]
El Observatorio de la Deuda en la Globalización denuncia que las promesas de cancelación de la deuda a los países africanos realizadas por algunos mandatarios del G8 no supondrán más que un exiguo y totalmente insuficiente alivio de la deuda, condicionado a la aplicación de políticas económicas neoliberales, y que sólo beneficiará a un grupo muy reducido de países.
Desde el Observatorio de la Deuda en la Globalización (Cátedra UNESCO en la UPC en tecnología, desarrollo sostenible, desequilibrios y cambio global) recibimos con preocupación los anuncios que diferentes países del G8 han hecho sobre la posible cancelación de la deuda multilateral de los países más empobrecidos. La última semana, tanto el Reino Unido y Estados Unidos de una parte, como Francia, Alemania y Japón por otra, han expuesto públicamente las propuestas de cancelación que quieren discutir en la reunión de ministros de finanzas del G7 de este fin de semana en Londres, y en la reunión cumbre de cabezas de estado del G8 (6-8 de julio a Gleaneagles, Escocia).
El primer ministro británico, Tony Blair, arrancó hace unos días el apoyo de su homólogo norteamericano, George Bush, a la propuesta equívocamente denominada «Cancelación 100% de la deuda multilateral». La propuesta supondría un alivio del servicio de la deuda (pago anual de las amortizaciones e intereses) que un grupo limitado de países deben al Banco Mundial y al Banco Africano de Desarrollo, por un volumen equivalente a las aportaciones que quisieran realizar los países más ricos. Este alivio sería aplicable tan sólo a aquellos países que cumplieran con los requisitos establecidos por los países donantes, el Banco Mundial y el FMI. Fuentes de la administración norteamericana han hablado de una lista de 18 países[1], mientras hace pocas semanas el ministro británico de finanzas, Gordon Brown, hablaba de una lista de entre 23 y 30 países. Hasta ahora las aportaciones prometidas por el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Holanda, sumaron 16.700 millones de dólares en 10 año s[2]. En los últimos 5 años los países del África Subsahariana han pagado un total de 65.538 millones de dólares en servicio de deuda externa.
Por otro lado, esta misma semana los gobiernos Francés, Alemán y Japonés han puesto sobre la mesa su propia propuesta. Ésta supone una rebaja substancial respeto a los contenidos de la ya insuficiente propuesta británica, en primer lugar porque que incluye sólo a 5 países: Mauritania, Malí, Níger, Etiopía y Guyana. Además, el alivio de la deuda propuesta sería tan sólo temporal, hasta que los países lograran los indicadores de sostenibilidad de deuda marcados por el Banco Mundial y el FMI.
Propuestas insuficientes e intencionadamente engañosas
Desde el Observatorio de la Deuda en la Globalización queremos denunciar que estas propuestas son totalmente insuficientes si el que se quiere es dar una oportunidad a los países del Sur de luchar efectivamente contra la pobreza. Con respecto a la propuesta británica, apoyada por los EE.UU., Holanda y Canadá, sus limitaciones más evidentes son:
* En primer lugar, en ningún caso se está hablando de una cancelación del 100% de la deuda multilateral, puesto que la propuesta excluye la deuda del Fondo Monetario Internacional, la cual representa el 30% del servicio de la deuda que los países empobrecidos pagarán los próximos 5 años. Pero los EE.UU. se oponen a la cancelación de esta deuda. La propuesta británica inicial incluía una demanda largamente exigida por las organizaciones de la sociedad civil: la cancelación de la deuda del FMI con cargo a la venta de parte de las reservas de oro del Fondo. La presión que el Consejo Mundial del Oro ha realizado sobre el Congreso de los EE.UU. ha supuesto el bloqueo definitivo de esta posibilidad. * * Tampoco se puede hablar de 100% si se está proponiendo un alivio parcial (hasta dónde lleguen las aportaciones voluntarias de los países donantes) del servicio de la deuda a corto plazo (durante 10 años), y no una cancelación total de los stocks de deuda a largo plazo. * * Mientras la sociedad civil hace años que reclama la cancelación de la deuda externa para TODOS los países del Sur, las propuestas que se discutirán en las reuniones del G8 excluyen a la mayor parte de los países. Estas propuestas excluyen países como Nigeria, que acumula casi el 20% de toda la deuda de la África Subsahariana o como Haití que desde hace más de un año afronta una crisis de deuda y humanitaria sin precedentes. Si el objetivo fuese realmente el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, se debería tener en cuenta que un mínimo de 62 países empobrecidos necesitan una cancelación real del 100% de su deuda multilateral y bilateral por poder lograr estos objetivos en los plazos marcados. * * Finalmente, tanto Bush como Blair han declarado esta semana que la cancelación, lo mismo que la ayuda al desarrollo, no es incondicional. Los países que quieran acogerse a esta iniciativa deberán cumplir unas determinadas condiciones en materia de política macroeconómica, apertura de mercados, gobernabilidad y lucha contra la corrupción. Estas condiciones, las mismas que ha marcado la Iniciativa para los Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC) y las que vienen imponiendo el FMI y el Banco Mundial a los países del Sur desde los años 80, no sólo no se han demostrado efectivas en el incremento del crecimiento económico ni en la reducción de la pobreza, sino que han tenido impactos sociales muy negativos en los países dónde han sido aplicadas. Estas condiciones suponen una violación de la soberanía de los pueblos del sur para decidir qué «desarrollo» quieren y responden a los intereses comerciales de los países ricos y sus empresas transnacionales.
Ante de las evidentes carencias de las propuestas de cancelación de deuda multilateral que actualmente hay sobre la mesa, nos preocupa el triunfalismo y la carencia de espíritu crítico con que estas propuestas han sido anunciadas a los medios de comunicación.
En este sentido no podemos sino acusar de engaños malintencionados los mensajes triunfalistas que los líderes del G8 están lanzando a la opinión pública, con el único objetivo de intentar rebajar el nivel movilización social que se prevé en múltiples partes del planeta a raíz de la próxima cumbre del G8. Y por eso hacemos un llamamiento a la opinión pública española a participar en las diferentes movilizaciones que durante el próximo mes, y sobre todo coincidiendo con la reunión cumbre del G8 en Escocia, se convocan para exigir una lucha más decidida y comprometida contra la pobreza y la cancelación de todas las deudas ilegítimas y impagables de los países del Sur.
Más información: www.observatoriodeuda.org
Otras campañas: www.quiendebeaquien.org www.pobrezacero.org / www.makepovertyhistory.org www.dissent.org.uk / www.g8alternatives.org.uk
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[1] Benin, Bolivia, Burkina Faso, Etiopía, Ghana, Guyana, Honduras, Madagascar, Malí, Mauritania, Mozambique, Nicaragua, Níger, Ruanda, Senegal, Tanzania, Uganda y Zambia
[2] Hace falta tener en cuenta que al 2003 la deuda externa total de los países del África Sub-sahariana era de 219.690 millones de dólares, de los cuales 67.744 millones los adeudan a los organismos multilaterales.