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Las propuestas económicas en las presidenciales mexicanas

Fuentes: CELAG

Una vez analizado el proyecto económico de Andrés Manuel López Obrador, AMLO1, es pertinente realizar la comparación con las propuestas presentadas por el resto de los candidatos que según las encuestas integran el podio para la presidencia. Aunque ninguno de los otros dos candidatos presentó un proyecto que pueda acercarse a la propuesta detallada que […]

Una vez analizado el proyecto económico de Andrés Manuel López Obrador, AMLO1, es pertinente realizar la comparación con las propuestas presentadas por el resto de los candidatos que según las encuestas integran el podio para la presidencia. Aunque ninguno de los otros dos candidatos presentó un proyecto que pueda acercarse a la propuesta detallada que preparó AMLO para su campaña, las «promesas» electorales no faltan. Tanto Anaya como Meade cuentan con sus caballitos de batalla.

Las propuestas de Anaya

Anaya, presidente del PAN (Partido Acción Nacional) y candidato por la coalición «Por México al Frente» conformada por la coalición entre el PRD (Partido de la Revolución Democrática) y el MC Movimiento Ciudadano), presenta como principal propuesta el ingreso universal ciudadano. Ofrece establecer un ingreso que sirva como piso para un nivel de vida digno. Esta política ha dado muy buenos resultados en algunos países de la región para reducir el nivel de indigencia y pobreza. También propone aumentar el salario mínimo para que alcance un nivel decente y suficiente.

La «transformación de la estructura productiva que garantice un crecimiento de largo plazo» es la propuesta productiva de Anaya. Esta se logrará -según detalla en la página web de su candidatura- mediante el crecimiento del mercado interno como palanca para el desarrollo nacional, pero con una lógica de libre mercado y de integración plena al mundo. Estas dos estrategias pueden resultar un tanto contradictorias para lograr la transformación de la estructura productiva. Para concretar un cambio en la matriz productiva todos los países han aplicado, en mayor o menor medida, políticas para la protección de la producción interna frente a la competencia externa.

En términos fiscales, se puede destacar una intensión progresiva que más que buscar el equilibrio de las cuentas, plantea asegurar el bienestar social. Sin embargo, el contenido de las propuestas se reduce más bien a consignas generales que pueden ser correctas, pero que no plantean un cambio concreto. Además, esta serie de propuestas no cuentan con la explicación de cómo se llevarán adelante. Un ingreso básico universal implica un gasto importante de parte del estado, sin embargo, en la propuesta no se detallan las fuentes de financiamiento para ponerla en práctica.

El discurso de Meade

Meade, candidato de Todos por México de la mano del actual presidente y del PRI (Partido Revolucionario Institucional), plantea su «compromiso» principal con las mujeres. A ellas les asegura una educación de excelencia para sus hijos, educación, trabajo o negocio propio para los jóvenes, hospitales públicos «al cien», eliminación de la pobreza extrema al nacer, combatir la inseguridad y no dejarlas atrás. Básicamente una campaña publicitaria a la que solo le faltan los globos de colores2.

Sin embargo, en la recopilación de sus dichos pueden agregarse algunas otras propuestas que carecen de mayores explicaciones, como diversificar la estructura productiva en el marco del TLCAN (Tratado de Libre Comercio para América del Norte), atraer inversionistas para impulsar la generación de energías limpias, multiplicar las redes de transporte público y diseñar políticas de alumbrado eficiente.

Reforzando la campaña dirigida a las mujeres, propone que estas puedan acceder a créditos solamente con el proyecto y la palabra. Una propuesta audaz para plantearle al sistema financiero local.

Más allá de las consignas, Meade cuenta con una ventaja a la hora de presentar su programa económico: haber sido el ministro de Hacienda hasta hace pocos meses en el Gobierno actual. Su política macroeconómica es conocida: se ejercerá un control estricto de la inflación tal y como pretende el FMI (Fondo Monetario Internacional). Se recortará el presupuesto hasta alcanzar el equilibrio fiscal, aunque esto implique un recorte en los gastos de inversión social. No se incrementarán los impuestos, ya que estos desalientan la inversión. Básicamente, una receta clásica neoliberal que se contradice con cada una de las promesas de campaña, excepto con la de respetar las reformas estructurales de Peña Nieto.

De similitudes y diferencias

Una gran coincidencia entre los tres principales candidatos a la presidencia es la defensa y promoción de la igualdad entre hombres y mujeres a nivel salarial y de oportunidades de trabajo. En este sentido pareciera que las mujeres mexicanas tienen las de ganar durante el próximo período presidencial.

Otro punto de coincidencia es la necesidad de poner en práctica proyectos para la producción de energías limpias, apostar a la aplicación de nuevas tecnologías para la producción, y la necesidad de diversificar la estructura productiva. La permanencia en el TLCAN no es discutida y la reforma energética aunque se diga lo contrario, tampoco.

Parece haber un acuerdo también en la necesidad de batallar contra la pobreza y la indigencia, aunque es difícil que en el marco de una carrera por la presidencia no estar de acuerdo con esto. Sin embargo y como siempre, la posibilidad de cumplir con este objetivo depende de un planteo de política económica más amplio que la voluntad misma.

Es difícil a estas alturas de la historia económica latinoamericana creer que la aplicación de las mismas recetas económicas neoliberales que se aplicaron los últimos años en México vayan a dar un resultado distinto que el actual. La economía tiene un techo de crecimiento sin inflación que no alcanza la necesidad de crecimiento con inclusión que necesita México.

Meade representa el modelo que fracasó una y otra vez, Anaya propone sin ser explícito, pero por omisión, una continuidad del modelo con mejoras sociales, que como ya mencionamos plantea contradicciones internas. Y por último, López Obrador propone una modificación en el patrón de crecimiento que lejos de ser revolucionaria y anticapitalista y por tanto inestable como se pretende instalar, presenta una base lógica para lograr un cambio en la economía y sociedad mexicana.

1 http://www.celag.org/el-proyecto-economico-de-amlo/

2 http://meade18.com/

Lucía converti, @ConverL, investigadora CELAG.

Fuente: http://www.celag.org/las-propuestas-economicas-en-las-presidenciales-mexicanas/