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Entrevista a Patrick Van Gheel, embajador de Bélgica en Cuba

«Las relaciones entre Cuba y Bélgica están en un buen momento»

Fuentes: Rebelión

Hace poco más de un año llegó a Cuba el embajador de Bélgica Patrick Van Gheel y desde entonces a la fecha ha desarrollado una amplia actividad a favor de incrementar los intercambios entre ambas naciones. Con la finalidad de conocer mayores precisiones, sostuve con el diplomático una larga entrevista. ¿Cómo evalúa las relaciones entre […]

Hace poco más de un año llegó a Cuba el embajador de Bélgica Patrick Van Gheel y desde entonces a la fecha ha desarrollado una amplia actividad a favor de incrementar los intercambios entre ambas naciones. Con la finalidad de conocer mayores precisiones, sostuve con el diplomático una larga entrevista.

¿Cómo evalúa las relaciones entre Cuba y Bélgica, así cómo los intercambios económicos y culturales?

Patrick Van Gheel.- Las relaciones entre Cuba y Bélgica están en un momento muy buen. En 2016 tuvimos visitas de altos representantes de cada una de las tres regiones: Flandes, Valonia y Bruselas Capital, y del gobierno federal, que han contribuido a dinamizar los intercambios económicos, culturales y de cooperación entre nuestros dos países.

En el plano económico, en Bélgica existe un interés creciente hacia el mercado cubano, reportándose un incremento del 25% en los intercambios comerciales en los últimos dos años. Al cierre de 2015 el intercambio ascendía a 300 millones de euros.

En 2016 se desarrolló un arduo trabajo comercial. Empresas belgas emblemáticas como Jan De Nul han consolidado su posición en el mercado cubano, con la realización del dragado de la Bahía de Moa por segunda vez y otras han incursionado por primera ocasión en el mercado, como es el caso de DEME, con el dragado de la Bahía de Mariel.

La empresa BDC Internacional, con más de 30 años de trabajo en el país, también amplía su presencia en el mercado cubano, con dos de los primeros proyectos aprobados para la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM): BDC-TEC y BDC-LOG. Hemos tenido ocasión de visitar estas instalaciones en el mes de abril, con el ministro presidente de la Región de Flandes, Geert Bourgeois y nuevamente en el mes de noviembre con el Ministro Jean-Claude Marcourt, vicepresidente y ministro de Economía de la Región de Valonia. La evolución es impresionante: las obras marchan a buen ritmo y BDC se proyecta hacia el futuro apostando por la ZEDM.

A su vez en Bélgica hay un interés creciente por productos cubanos tradicionales como el cacao y los Habanos.

En ese sentido el maestro chocolatero Benoit Nihant desarrolla, desde hace algunos años, algunas producciones artesanales chocolateras a partir del cacao cultivado en la región cubana de Baracoa. Toda esto parte de una larga historia de cooperación científica en este campo de la agricultura entre las universidades cubanas de La Habana y Guantánamo y las universidades belgas de la Región de Valonia, notablemente la Universidad Católica de Lovaina y la Universidad Libre de Bruselas.

En el Festival del Habano 2016, por primera vez, una belga resultó galardonada con la distinción Hombre-Habano, hecho que sin lugar a dudas nos llena de orgullo.

El sector biotecnológico-farmacéutico sigue siendo considerado como un área prioritaria en los intercambios económicos y científicos entre nuestras naciones. En 2014 representantes de la industria biotecnológica cubana presentaron sus productos en Bruselas contactando con otras entidades afines, incluyendo empresas de países europeos vecinos.

Otros sectores, como los químicos derivados del petróleo, también empiezan a ganar un espacio en el panorama económico belga.

Bruselas y La Habana tienen una larga historia de amistad. Vamos a celebrar en este 2017, 115 años de relaciones diplomáticas. En realidad, Bélgica ya tenía un representante en La Habana desde el año 1839, poco después el nacimiento del Reino de Bélgica.

Las relaciones entre nuestros países son muy diversificadas. La cooperación universitaria sigue siendo por supuesto el diamante de nuestra colaboración, principalmente a través del Consejo Interuniversitario Flamenco (VLIR), pero también con nuevas iniciativas apoyadas por la Academia de Investigación y Enseñanza Superior (ARES), que verán la luz a partir de este 2017. Estoy contento de que una nueva generación de profesores esté lista para continuar la cooperación.

En general, las relaciones culturales entre Bélgica y Cuba son intensas. Yo no voy a mencionarlas todas. Solo una exposición del pintor belga Pedro Pablo Rubens que se realizó en el Museo Nacional de Bellas Artes este verano. Rubens es de Amberes, mi ciudad natal. Durante el reinado de Carlos V en el siglo XVI, se imprimieron en Amberes los primeros expedientes sobre Cuba para el rey de España, Carlos V. Espero que podamos en 2017 mostrar en el Palacio de Segundo Cabo una réplica de esta primera imprenta.

Pero se trata de un real intercambio cultural en las dos direcciones. Entre otros el grupo musical Ars Longa, la compañía de danza Retazos y diferentes pintores regalaron su arte en Bélgica en los últimos 15 meses.

Desde la Embajada de Bélgica en La Habana, organizamos cada año en el mes de noviembre una Semana Belga, con el apoyo del Ministerio de Cultura y la Oficina del Historiador de La Habana. La más reciente edición del 2016 tuvo su acento sobre las historietas, el Art Nouveau, el patrimonio, la música y el cine, con una marcada participación de artistas y representantes de la Región de Bruselas Capital.

Estamos orgullosos de ver cómo los intercambios comerciales, la cultura y la cooperación tienden y fortalecen puentes de acercamiento entre nuestros dos países.

¿Cuáles son las perspectivas futuras de colaboración e intercambio comerciales?

Patrck Van Gheel.- Las perspectivas son favorables. Los productos belgas tienen buena aceptación en el mercado cubano porque presentan una buena relación calidad-precio. Esto se evidencia sobre todo en temas industriales como la maquinaria y las tecnologías. Un bonito ejemplo es el de la compañía belga IBA (Ion Beam Applications), que firmó hace dos años un contrato con MEDICUBA y el Centro Cubano de Isótopos (CENTIS), ambas entidades del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) para la construcción y montaje de un centro para el diagnóstico y tratamiento del cáncer y otras enfermedades degenerativas en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ). Esta instalación cubana, que es considerada desde ya como la más moderna del país y de América Latina, contará con un ciclotrón de fabricación belga, suministrado por IBA.

En el sector de la colaboración científica, Cuba tiene entre sus prioridades la valorización de la investigación y el acercamiento de los resultados académicos a la aplicación práctica. Bélgica tiene amplia experiencia en este terreno, a través de la vinculación de las universidades y centros de investigación con pequeñas y medianas empresas, lo cual puede ser un valor añadido para los nuevos proyectos en curso. En el futuro vamos a seguir trabajando en esta dirección.

El Canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla viajó en diciembre pasado a Bruselas para suscribir el Acuerdo sobre Cooperación y Diálogo Político entre Cuba y la Unión Europea, un hecho que nos alegra mucho.

¿Cómo observa la situación económica mundial, específicamente en la Euro Zona y Bélgica. Cuáles son los principales desafíos?

Patrick Van Gheel.- La situación económica internacional vive momentos de cambio, pero la Zona Euro sigue siendo un mercado estable. La Unión Europea ha promovido varias reformas en los últimos años y el Gobierno Belga está aplicando estas reformas y tomando medidas de adaptación a la situación actual, como por ejemplo el aumento de la edad de retiro de los trabajadores.

Las diferentes reformas que se han impuesto a nivel europeo en el sector bancario y en la disciplina presupuestaria son medidas necesarias. Aún en este contexto adverso, la Unión Europea representa un modelo en el mundo de integración social y económica. Podemos decir que la Unión Europea ha sido un éxito para la estabilidad económica y para la paz en Europa y el mundo.

Frente a los desafíos actuales, la Unión Europea examina cómo trabajar mejor en el ámbito de la defensa, integrando los esfuerzos de todos los Estados Miembros.

Ante la actual crisis migratoria, Bélgica reconoce los compromisos internacionales y trabaja intensamente para contribuir a la integración social y laboral de los refugiados, una tarea compleja que representa un desafío de carácter social y humanitario.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.