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Lo que teme la oligarquía y los sectores reformistas

Fuentes: Aporrea

La revolución bolivariana se ha venido desarrollando de una manera atípica, inédita y con su propia dinámica, muy propia de nuestra historia, de nuestra herencia libertaria, en concordancia con la realidad del país, no obstante, tiene algo muy importante, la fortaleza que imprime el comandante Chávez, el sello que éste impone nos lleva a tirios […]

La revolución bolivariana se ha venido desarrollando de una manera atípica, inédita y con su propia dinámica, muy propia de nuestra historia, de nuestra herencia libertaria, en concordancia con la realidad del país, no obstante, tiene algo muy importante, la fortaleza que imprime el comandante Chávez, el sello que éste impone nos lleva a tirios y troyanos a que cuando hacemos análisis de la revolución, éstos son en base a la poderosa figura del comandante y su incidencia en la misma. Lo más común para cualquier revolucionario es declarar abiertamente que con Chávez todo, sin Chávez nada, es decir, Chávez es más que el líder que encabeza el proceso, éste se desenvuelve en buena medida gracias a su impulso, sus orientaciones y lineamientos, igualmente, para los sectores opositores, todo su ataque lo dirigen a Chávez, saben que de el depende en gran medida el rumbo seguro hacia el socialismo. Todo esto se genera por una razón, Chávez conectó con el sujeto de una verdadera revolución, los pobres, centro de una transformación radical y genuina.

La revolución debe tener claro que solo si proletariza su accionar es posible consolidar el socialismo en medio de una cultura rentística petrolera, con una visión pequeño burguesa más allá de la condición social del individuo, la mayoría de la población tiene en su mente una idea, ser pequeño burgués, sobretodo en las capas medias de las grandes ciudades, pertenecer a esa clase social llamada «clase media», «media toda y media nada», tal como lo die Benedetti, es la aspiración de muchos y en esa ideología, bajo la hegemonía capitalista, nos inculcaron un conjunto de «valores» que se nos hace difícil superar, aún estando en pleno apogeo revolucionario. La ideología pequeño burguesa permea hacia las capas más humildes que termina comportándose distinto a su origen y esencia.
Quizás es Hugo Chávez quien rompe con lo común del molde de quienes están al frente de la revolución bolivariana, e incluso de los cuadros revolucionarios de la vieja izquierda, quienes provinieron en su gran mayoría de los sectores de clase media o pequeña burguesía, fueron pocos los que lograron proletarizarse; Hugo Chávez es distinto, pertenece a una familia campesina de la provincia, para llegar el y sus hermanos a donde llegó, profesionales todos, tuvo que vivir lo que centenares de miles de personas de la provincia nos tocó vivir en la ciudad para poder aprender algo. Chávez internalizó desde muy niño los avatares de pertenecer a una familia cuyas cabezas se dedicaban a la educación rural, profesión que no permitía más allá de vivir dignamente y con una familia numerosa, pues las posibilidades eran más limitadas; por esa internalización es que Chávez habla con orgullo de su etapa de niño trabajador, vendedor de dulces hechos por su abuela y que representaban para aquellos niños el vínculo temprano con las vivencias de los pueblos y con la proletarización de la consciencia. Hugo Chávez a pesar de seguir la carrera militar nuca dejo de reconocer sus orígenes, al contrario, pareciera que esta situación le abrió los caminos para indagar y encontrarse con un camino lleno de héroes pero también de villanos, traidores y vende patria, el supo definir y por ello está donde está.

Adán Chávez, hermano mayor de Hugo, se vincula temprano a movimientos de izquierda, el PRV, movimiento que vino a ser una especie de ensanche entre una década, los sesenta y la lucha guerrillera y los setenta con la «pacificación» calderista, que en el fondo permitió el nacimiento del MAS, Causa R y otros grupos, a la postre en su mayoría entregados a la clase dominante y cumpliendo el ruin papel de aguantar el avance revolucionario de los pueblos, de allí nacieron quienes se hicieron llamar de izquierda pero adversan a Chávez y la revolución bolivariana, si nos ponemos a ver sus orígenes, en su gran mayoría pertenecían a sectores de la pequeña burguesía; Teodoro, Pompeyo y compañía. Hugo Chávez, a pesar de pertenecer a la Fuerza Armada, quien para entonces venía de ser convertida en la década de los 60 como la punta de lanza de los TO, (Teatro de Operaciones, sitios de represión y asesinato en la década de los 60), la represión ejercida por oscuros personajes como Posada Carriles y otros asesinos provenientes de la ex policía de Baptista en Cuba, con bases y conexiones en el Miami Batistero, ese mismo que hoy se convierte en caja de resonancia de toda conspiración contra el gobierno de Chávez y protege a cualquier bandido siempre y cuando se oponga a Chávez.

Chávez logra estar por encima de lo que para ese momento se pretendía convertir a la Fuerza Armada, una fuerza armada heredera de Bolívar no podía estar dormida tanto tiempo y como decía Neruda, Bolívar, «despierta cada cien años…cuando despiertan los pueblos», pues despertó y despertó con una consciencia inusitada, fuerte y sólida en torno a la revolución genuina que encarnaron hace doscientos años aquellos hombres que intentaron, y en su intento dejaron la vida, tomar el cielo por asalto…

Chávez en el epicentro de la rebelión que al fin estalló el 4F de 1992, en años maceró su consciencia y proletarizó su ideología y eso es precisamente una de sus mayores fortalezas en medio de innumerables tentaciones de la burguesía nacional y los imperialistas. Aquí pretendieron comprar a Chávez, táctica efectiva hasta entonces por la burguesía de este continente; en el estercolero de la historia quedó un Betancourt y el partido AD y muchos «revolucionarios» come candela de los 60 que para justificar su «heroísmo» se tomaban fotos en el jardín botánico de la UCV y luego embaucaban a centenares de jóvenes que se imaginaban a un Petkof, por solo nombrar a uno, como un héroe guerrillero irreductible en las montañas; a ese tipo de personajes la burguesía se encargó de abrirles un espacio en sus salones, a los otros, los que entregaron la vida por una idea, por la revolución fueron ahorcados, lanzados en helicópteros a sitios en donde incluso hoy no se ha tenido acceso, otros asesinados de la forma más vil en medio de torturas y todo tipo agresiones…el imperio y sus cancerberos hicieron su trabajo: al vulnerable lo compró, a los irreductibles los asesinó o los execró de un sistema que se abrió a sangre y fuego la hegemonía ahogó el carácter rebelde del 23 de enero de 1958, así ocurrió…centenares de combatientes regados por los campos y unos pseudo revolucionarios abrogándose la conducción de una revolución traicionada, una revolución que nunca llegó porque fue secuestrada en su esencia, extrayendo de su seno a lo más importante, el pueblo. Todo esto ocurrió hasta que llegó Chávez y la revolución bolivariana, no obstante, justo es reconocerlo, no es sino hasta 2004-2005 cuando se comienza, de manera tímida muchas veces, a nombrar la palabra socialismo y se enrumba a lo que terminó siendo el primer plan socialista 2007-2013, hasta ese momento el avance estratégico de la revolución se hace evidente y comienza la estampida de quienes nunca creyeron en una revolución socialista, allí salta a la vista el goteo que hoy prosigue.

Modestamente creo importante que recordemos de donde venimos, de ese camino largo de doscientos años y más, pero es vital recordar y analizar ese 23 de enero, secuestrado por los adecos y luego la propia revolución bolivariana, en una primera etapa secuestrada por los pequeño-burgueses y reformistas, muy alejados de la ideología proletaria, a todo esto lo ha enfrentado Chávez y triunfante es el resultado. Es allí en donde debemos detenernos y comprender la inmensa grandeza de este hombre, Hugo Chávez; lograr sobreponerse a toda esta caterva de enemigos del proceso, adversarios del socialismo, que a pesar de todo se colocaron su roja rojita y hablan de socialismo, de la boca para afuera claro…no hay nada más escandaloso que alguien que no es revolucionario intentando hacerse pasar como tal, psicológicamente intentará destacar, presentarse como imprescindible, necesario, con derechos inalienables para dirigir la revolución y sobretodo en puestos donde se maneje mucho poder, recursos sobretodo, para «ayudar el proceso», así dicen, en el fondo terminan siendo arrastrados por un estilo de vida muy lejano al sujeto fundamental de esta revolución, y toda revolución socialista, los pobres… «con los pobres del mundo quiero mi suerte echar», dijo Martí; el Che habló de la proletarización, Bolívar termino entregando su riqueza y muriendo con la cruz a cuestas, Fidel, quien pudo ser un próspero capitalista en Cuba terminó encabezando la más importante revolución del siglo 20, con todo lo que esto significa; con los avatares de todo revolucionario, incomprensiones, traiciones en medio del camino, soledades y desiertos…esa es la vida del revolucionario, del verdadero, del que se atreve a jugarse su vida con los pobres y Chávez es uno de ellos, la diferencia entre Bolívar, Sucre, Fabricio, Américo Silva y Chávez y Fidel es que a los últimos el amor del pueblo ha estado siempre a su lado. Con Fidel y Chávez no ha sido posible que las oligarquías y sus poderosos mecanismos de desinformación hayan sembrado duda en la mente de los humildes; con Chávez todo, sin Chávez nada; con Fidel Todo, sin Fidel nada…Venezuela y Cuba han sabido amar y comprender a sus hijos más selectos y por eso el imperio no ha podido ni podrá.

La existencia de esa conexión amorosa es lo que garantiza el éxito de la revolución…toda revolución está permanentemente acechada; una revolución no puede darse el lujo de apoltronarse, sería mortal. Las masas deben estar permanentemente movilizadas y cada vez más solidas ideológicamente, con mayor claridad estratégica y también táctica. La revolución política avanza hacia la revolución económica y cultura, se trata de derribar la hegemonía ideológica capitalista y esa tarea debe dejar un saldo político, económico, cultural y organizativo que haga la revolución irreversible. Todo esto confluye en el nacimiento del hombre nuevo, es decir, el hombre viejo transformado como decía el Che…el hombre viejo hermanado y lleno de amor, capaz de crear nuevas formas de interrelacionarse, de ver la vida y esto no puede estar basado en banalidades y deseos superfluos, propios de la pequeña burguesía. Los avances son evidentes, pero no podemos dormirnos en los laureles, recordemos siempre a Trosky y la revolución permanente, constante, sin descanso ni tregua…recordemos que en lo más interno de nosotros mismos tenemos sembrado el capitalismo y su ideología mezquina e individualista.

Sin duda que, como gobierno, al menos el equipo más cercano a Chávez, con nuestras peculiaridades, se ve muy monolítico, se ve mucho más claro políticamente y con mucho compromiso revolucionario, comparto plenamente las opiniones en este sentido, sin embargo, aguas abajo la realidad es distinta, y no es necesario abundar en casos específicos, solo se necesita observar para ver las desviaciones pequeño-burguesas de buena parte de cuadros que desempeñan funciones importantes en la estructura de este viejo y anquilosado estado lleno de contradicciones y espasmos parturientos, pero que no termina de dar a luz, esto se traslada al partido, al polo patriótico y todo tipo de organización afecta a la revolución, esto nos genera un inmenso problema, el partido debe ser la punta de lanza política organizativa para avanzar en la revolución, lo contrario es el caos, la anarquía y el desorden, pero cuando el partido es secuestrado por la ideología pequeño burguesa el resultado no es bueno, se pierde energías en peleas internas por conservar espacios de poder y se deja a un lado la educación y formación revolucionaria del pueblo… por ejemplo tenemos a las gobernaciones, alcaldías y cientos de organismos de la vieja estirpe antidemocrática que nos implantó el capitalismo…el poder popular en algunos casos es una entelequia, no es tal, es secuestrado por alcaldes y gobernadores que reúnen en su entorno a cualquier cantidad de jalabolas vestidos de rojo rojito con el rimbombante título de técnicos y expertos asesores, en realidad no son sino todo lo contrario a la revolución, pero como dice el dicho popular, «la culpa no es del ciego sino de quien le da el garrote» y las actitudes de los pequeño burgueses son muy proclives a este tipo de halagos, les gusta que les digan que son héroes, que son necesarios, imprescindibles y que sin ellos la revolución se hunde. Todo esto sirve de pretexto para cualquier tipo de arbitrariedad…detrás de los mediocres siempre se escudan los incapaces.

No es fácil estar a la altura del comandante Chávez, quien se sacudió de todos esos grupos económicos que hacían de Miraflores una casa de bolsa en donde las acciones corrían de las enaguas de secretarias privadas y otro tipo de situaciones conocidas. En lo particular me cuesta trabajo entender a camaradas que se aferran a sectores de la empresa privada para hacer negocios y resulta que esos burgueses, además de corromper, carcomen la revolución y el socialismo, un verdadero revolucionario no puede sino sentir el más profundo desprecio por quienes, perteneciendo a grupos económicos firmaron el acta del golpe de estado contra el comandante, ahora bien, revisemos con detenimiento y veamos como ahora muchos de estos burgueses se mueven como peces en el agua en gobiernos regionales que dicen ser revolucionarios. Un gobernador revolucionario no puede hacer ningún tipo de negocio con golpistas, es una cuestión de ética revolucionaria, mucho menos proteger a bandidos burgueses que solo están conspirando contra Chávez y la revolución… allí está el caso de Aponte Aponte ¿Quién es Aponte Aponte? Uno de esos pequeño burgueses que terminó entregándole su alma a un narcotraficante para obtener 300 millones de bolívares de los viejos mensuales; allí están gobernadores como el de Lara y el de Monagas; no serán ni los primeros ni los últimos, pero, y allí el temor de la burguesía y los reformistas, no cabe duda que esta revolución cada día se proletariza más y más. En la medida en que avance la ideología socialista, la praxis socialista, se irán alejando aquellos que solo están con Chávez para ser gobernadores u alcaldes y esto afecta los planes de la oligarquía de torcer el rumbo de la revolución y por eso teme.

Obviamente que los reformistas y los burgueses se unirán de las manos para detener el avance hacia el socialismo, saben que Chávez inclina la balanza en esta batalla y por eso se les ha metido entre ceja y ceja que saliendo del comandante se les abrirá el camino…es por ello que en medio de su desesperación terminan por obedecer los designios imperialistas de llevar a efecto un golpe de estado, la red está actividad todos los días; la negligencia, la corrupción, hacerse la vista gorda, el secuestro de programas y actividades con el fin de crear aparatajes, no para hacer la revolución sino para acaparar poder…colocarle a cualquier adefesio el nombre de «socialista»…a pesar que se atropella a trabajadores y pueblo en general, se hacen bellos negocios en donde los burgueses se llenan de real, incluso con capitalistas que firmaron contra el presidente…simplemente revisen el nombre de Juan Clérico, dueño de la Vincler y vean donde está haciendo negocios, ese señor Juan Clérico es el mismo que formó el acta de golpe de estado contra el comandante Chávez el 11 de abril, sin embargo, se les llama empresas socialistas…ojo con eso que está ocurriendo y en varias partes. Ahora veamos la actitud y forma de vida de quienes ejercen altos cargos y se hacen llamar revolucionarios…»por la maleta se saca al pasajero», basta ver los entornos de muchos de estos personajes para darnos cuenta que éstos, más temprano que tarde terminarán saltando la talanquera, mientras tanto harán daño hasta que ya no puedan más y se irán a criticar al comandante y la revolución. Creo que este proceso vive un momento estelar este año 2012, el presidente sabrá hacer lo que sea necesario hacer, lo que nosotros en la base debemos tener claro es que toda decisión del comandante debemos apoyarla, creo que la revolución está en condiciones de sacudir a quien sea que se comporte con posiciones desviadas y contrarrevolucionarias

Como alguna vez dijo Chávez, «por más que se tongoneen siempre se les ve el bojote», y es tan evidente muchas veces ese bojote que tiene que ver con el estilo de vida del dirigente que desempeña una función de gobierno. El Che nos demostró y habló de la proletarización en la sierra maestra, Bolívar se proletarizó en más de 20 años de batalla, Fabricio rechazando su curul en el congreso y marchando lleno de sueños a las guerrillas, Argimiro y tantos otros, pero debemos de manera autocrítica preguntarnos ¿Dónde y cuando nos proletarizaremos nosotros? Hagamos una retrospectiva, analicemos nuestra acción cotidiana, de nuestro entorno y nos daremos cuenta que somos unos verdaderos pequeño burgueses…no nos caigamos a coba, no hemos roto el cordón umbilical con el capitalismo, decimos que somos socialistas y nos levantamos pensando en como vamos a adquirir el teléfono de última generación, la ropa de moda, llevamos a nuestros hijos a colegios pagos, nos atendemos nuestras enfermedades en clínicas privadas con seguros Premium etcétera, despreciamos a los CDI, Barrio Adentro, seguimos manteniendo aquella fuente de corrupción que son los HCM…, estamos atentos al último grito de la moda para que nuestras mujeres se coloquen las lolas más chic ¿Es eso proletarización?

Es cierto, existe todo ese tipo de problemas, pero también existe la presión de un pueblo que cada día aprende y ya no se chupa el dedo… ¿Porqué el apoyo es irrestricto a Chávez? Porque el pueblo detecta fácilmente a los nuestros, a los revolucionarios, establece vínculos, crea una energía alrededor que irradia al hombre nuevo, por eso el apoyo de este pueblo es irrestricto al comandante y a quien se le reconoce sinceramente como seguidor en la praxis cotidiana. Aquí el que no se sacrifique como Chávez será rechazado por el pueblo, perderá el encanto, si no lo creen pregúntenle al Gato Briceño y a Henry Falcón. Esto significa el desarrollo de la consciencia popular y a medida que ésta avanza, la realidad lleva a sectores de falsos chavistas inmersos en las estructuras del estado a alejarse de nuestros postulados, el resultado es predecible, se irán de la revolución, serán nuestros enemigos… ¿Cuándo? No lo sabemos, hay momentos estelares, yo pienso que el 2012 es uno de ellos, es el momento estelar de romper con muchos que son falsos revolucionarios, o lo fueron en algún momento, pero que en el devenir de los tiempos no aguantaron y terminaron sucumbiendo ante las tentaciones del capitalismo, a esos les llegó la hora de agarrar su camino, lo que no se justifica de manera alguna es que a estas alturas del juego se mantenga en posiciones de poder, o bien del gobierno o del partido a quienes no muestren una praxis socialista y no tomen el paso de la revolución hacia la proletarización.

Todo esto llena de temor a la oligarquía, ellos saben que al romperse el dique de contención pequeño burgués y reformista el avance hacia el socialismo será inevitable y el único camino que les quedará será el de una agresión directa, en donde también corren el riesgo de ser arrasados por el avance de la conciencia del pueblo.
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Fuente: http://www.aporrea.org/actualidad/a142963.html