El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, destacó que los acuerdos que suscribió hoy aquí con su par argentino, Néstor Kirchner, en la primera jornada de una visita oficial a esta capital, son pasos para fortalecer la alianza regional «con plena conciencia política de la integración», y confirmó que hay negociaciones para un acercamiento de su […]
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, destacó que los acuerdos que suscribió hoy aquí con su par argentino, Néstor Kirchner, en la primera jornada de una visita oficial a esta capital, son pasos para fortalecer la alianza regional «con plena conciencia política de la integración», y confirmó que hay negociaciones para un acercamiento de su país con México, a la vez que advirtió que Estados Unidos trabaja activamente para obstaculizar los avances en la unidad latinoamericana.
Durante una reunión en la casa de gobierno, Kirchner y Chávez resaltaron los fuertes lazos que los unen en una relación privilegiada, y el presidente argentino también se refirió a México dando a entender que su par venezolano conocía y coincidía con los esfuerzos de acercamiento con ese país, dentro de un esquema de construcción, consolidación y profundización del Mercado Común del Sur (Mercosur) «más allá de todo contenido político» de las naciones.
Cristina Fernández de Kirchner «ya es presidenta», dijo también Chávez en referencia a la candidatura de la esposa del gobernante argentino, quien es favorita para las presidenciales de octubre próximo, y a quien agradeció el apoyo público que ha dado a su gobierno en diversas ocasiones, como en recientes visitas a España y México.
En el encuentro ambos mandatarios firmaron un acuerdo mediante el cual Caracas adquirió bonos de la deuda argentinos por mil millones de dólares, que se sumarán a los 4 mil 300 comprados en los últimos tres años por su país, aunque se desprendió de gran parte de ellos.
Esta aportación venezolana representa un gran auxilio para que el gobierno de Kirchner afronte los vencimientos de deuda en este mes que superan los 2 mil 500 millones de dólares, en un escenario de creciente convulsión de los mercados internacionales.
Además, al señalar que su país quiere contribuir a la integración continental con las reservas de gas venezolanas, Chávez destacó el Tratado de Seguridad Energética, y agradeció nuevamente a su anfitrión por apoyar y concretar estas propuestas.
«Sabemos que el mundo está entrando en una crisis energética que ha provocado golpes de Estados Unidos, invasiones y guerras.» Subrayó que ese país consideraba como propia la gran reserva del Orinoco que «ahora será destinada a toda América, sin excluir a Estados Unidos».
Chávez reseñó la importancia de los acuerdos firmados aquí y recordó que su país -que durante años envió petróleo barato a Estados Unidos- ahora espera hacerlo a toda América Latina, como nunca se hizo antes. «Hace dos años llegó al río de La Plata el primer barco con petróleo de Venezuela», indicó Chávez e hizo énfasis en la exploración conjunta de las empresas Enarsa de Argentina y PDVSA de Venezuela en la franja del Orinoco, donde se encuentra la mayor reserva petrolera del mundo,
«Hay suficiente reserva como para abastecer durante otros 200 años a América Latina», dijo Chávez, quien además afirmó que seguirá enviando petróleo a Estados Unidos, rescatando la relación con el pueblo de ese país y dejando entrever cierta esperanza de que el próximo gobierno cambie la actitud del actual hacia la región.
Bajo un frío intenso Chávez llegó alrededor de las 17 horas locales y fue recibido por el canciller Jorge Taiana, altos funcionarios gubernamentales y otras personalidades, y allí mientras el viento helado congelaba manos y rostros, realizó una improvisada conferencia de prensa, en la que tocó una diversidad de temas y contestó algunas preguntas confusas y capciosas con humor y tranquilidad.
Reafirmó ante una pregunta que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush es un cadáver político -como dijo durante la reciente visita del gobernante estadunidense a Uruguay y otros países- y «en este caso no hay resurrección. Es, eso sí, un muerto peligroso que va a salir por la puerta trasera de la historia».
Criticó lo que sucede en Estados Unidos, como el derrumbe reciente de un puente en Minneapolis, la pobreza, el analfabestimo y la miseria, «mientras se bombardean y se invaden países». Instó a Bush a replegarse a Estados Unidos y ocuparse de los graves problemas internos que tiene.
Por otra parte, Chávez destacó muy especialmente los logros en la integración del Mercosur; se refirió a los embates mediáticos que intentan crear dificultades entre los gobiernos, y resaltó que recientemente Brasil y Argentina abogaron por apresurar el ingreso de Venezuela como socio efectivo de ese organismo de integración regional.
Elogió el apoyo especial de Kirchner a varias iniciativas venezolanas. «Casi siempre hemos picado hacia adelante con Kirchner», dijo al recordar el apoyo inmediato del presidente argentino a la iniciativa venezolana para un tratado energético sudamericano y en otras como el banco del sur, como un sistema alternativo para evitar toda dependencia, cuyo objetivo es «romper las cadenas de la deuda impagable».
«Todo esto refleja que no necesitamos al FMI (Fondo Monetario Internacional) ni a los otros organismos financieros internacionales y que podemos dar pasos conjuntos extraordinarios» dijo Chávez.
Finalmente mencionó la visita de Sean Penn, el actor estadunidense que viajó a Irak e Irán para «constatar las mentiras del gobierno de Bush», y también habló de la presencia de la escritora Elena Poniatowska, quien recibió en estos días el Premio Rómulo Gallegos en Caracas.
Desea la paz en Colombia
Chávez dijo desconocer una versión según la cual había sido liberada en Venezuela y tras su mediación, la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Bentancourt, secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia hace más de cinco años. También expresó su deseo de que todos los plagiados sean liberados y que se logre la paz en Colombia.
El mandatario fue interrogado sobre declaraciones del vicepresidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas de Argentina (DAIA), Angel Schindel, quien expresó su «preocupación por los vínculos que Chávez tiene con Teherán» y la posibilidad de que esas relaciones sean propicias para que terroristas arriben a la región».
Esta actitud de la DAIA -criticada por diversas agrupaciones aquí como «intromisiones en los asuntos internos de Argentina y Venezuela»- obtuvo de Chávez una respuesta sonriente: «que no se enojen porque les va a hacer mal a la salud», dijo, y agregó que vino a Argentina como amigo de todos los sectores y grupos religiosos.