La idea ha sido otra vez de Hugo Chávez. El presidente venezolano busca la integración del subcontinente en el ámbito energético, político, y ahora también macroeconómico. El embrión de este bloque vuelve a ser Venezuela, Brasil y Argentina a quienes les ha propuesto el acercamiento de sus respectivos bancos centrales para coordinar las políticas económicas […]
La idea ha sido otra vez de Hugo Chávez. El presidente venezolano busca la integración del subcontinente en el ámbito energético, político, y ahora también macroeconómico. El embrión de este bloque vuelve a ser Venezuela, Brasil y Argentina a quienes les ha propuesto el acercamiento de sus respectivos bancos centrales para coordinar las políticas económicas y monetarias. La primera reunión para avanzar en este plan podría celebrarse en el mes de octubre en Caracas.
Chávez, Lula y Kirchner van a reactivar de nuevo el ‘eje del mal’. Los tres mandatarios no han podido reunirse en Caracas esta semana, tal y como estaba previsto, por los problemas del presidente brasileño para desactivar la crisis política surgida tras las denuncias de corrupción, pero siguen trabajando para poner en marcha iniciativas conjuntas que promuevan la integración de la región.
En esta ocasión el escenario ha sido la Asamblea Anual del Banco Internacional de Pagos (BIS) que se ha celebrado esta semana en Basilea (Suiza). Allí se han encontrado el presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Diego Castellanos, el del Banco Central de Brasil (BC), Henrique Meirelles, y el del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Martín Redrado. Durante la reunión, Redrado y Meirelles recibieron un mensaje del Gobierno venezolano: Chávez quiere que las tres autoridades monetarias trabajen juntas para debatir las políticas macroeconómicas. Ambos aceptaron la propuesta.
El primer encuentro. Incluso se comprometieron a celebrar un primer encuentro en Caracas en octubre para avanzar en este proyecto, un plan que podría derivar en la puesta en marcha de un mecanismo de financiación conjunta. Esta es la idea de Redrado y, por eso, es posible que a la cita también acudan el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (Bndes) y agencias de crédito como la Corporación Andina de Fomento (CAF).
La idea de crear un primer embrión de bancos centrales entre estos tres países sería sólo la primera fase del proyecto. Tanto Meirelles como Redrado han exigido a Venezuela que durante los debates se invite a participar a otros países.
Esta podría ser una buena plataforma para conseguir que la región consolide el proceso de convergencia macroeconómica, en el que ya hay resultados visibles según se puso de manifiesto en la Cumbre del Mercosur celebrada la pasada semana en Asunción (Paraguay). Esta convergencia es muy importante para los países latinoamericanos porque una vez conseguida se puede avanzar en otros proyectos que están actualmente pululando por la mente de algunos mandatarios como la creación de un banco central conjunto, al estilo del BCE europeo, y la puesta en marcha de una moneda común para el subcontinente.