Los bancos centrales de EEUU, la Unión Europea y el Reino Unido anunciaron medidas para ayudar al sector bancario a hacer frente a la crisis crediticia mundial y a la subida del costo de los préstamos. Estas tres instituciones financieras, junto con el Banco Nacional Suizo y el Banco de Canadá, hicieron público la semana […]
Los bancos centrales de EEUU, la Unión Europea y el Reino Unido anunciaron medidas para ayudar al sector bancario a hacer frente a la crisis crediticia mundial y a la subida del costo de los préstamos.
Estas tres instituciones financieras, junto con el Banco Nacional Suizo y el Banco de Canadá, hicieron público la semana pasada un plan para inyectar US$100.000 millones en fondos de emergencia.
El Banco Central Europeo (BCE) anunció el martes que proporcionará fondos ilimitados a los bancos a un interés inferior al del mercado con el objetivo de inyectar liquidez, en una operación que se prolongará durante dos semanas.
Todos los bancos con suficientes garantías y que estén dispuestos a pagar un interés de, al menos, el 4,21%, recibirán fondos del BCE.
Esta tasa de interés es inferior a la registrada en los últimos días para el préstamo interbancario, que estaba situada en el 4,9%.
Con esta medida el BCE pretende que las tasas interbancarias se sitúen cerca de su objetivo del 4%.
Los especialistas de la BBC en temas económicos señalan que ésta es la segunda vez en sus nueve años de historia que el organismo emisor de la eurozona ofrece fondos ilimitados para aumentar el flujo crediticio.
La primera vez fue el 9 de agosto pasado a medida que la crisis crediticia mundial comenzaba a desatarse.
El Banco de Inglaterra también anunció que este martes pondrá a disposición de los bancos US$22.920 millones.
El banco central británico anunció que realizará una segunda subasta de fondos el próximo 14 de enero.
Por su parte, la Reserva Federal de Estados Unidos ofreció este lunes a los bancos US$20.000 millones en préstamos a un plazo de 28 días.
El plan acordado la semana pasada por los cinco bancos centrales consiste en prestar grandes cantidades de fondos adicionales a los bancos comerciales, que se han mostrado reacios a hacerse préstamos entre sí, en especial a corto plazo.
Esta contracción crediticia está relacionada con las enormes pérdidas sufridas por algunos bancos en inversiones vinculadas al mercado hipotecario estadounidense.
Los bancos han prestado grandes cantidades de dinero a los consumidores en hipotecas de alto riesgo, que ahora estos últimos no son capaces de devolver.
El impago de hipotecas forzó a muchos bancos a reducir el valor de sus inversiones, lo que les está costando miles de millones de dólares.
Como consecuencia de ello, los bancos pueden necesitar fondos extra para cubrir sus pérdidas.
Por su parte, los bancos centrales temen que el aumento de los costos de los préstamos acabe repercutiendo en los consumidores, produciendo una reducción del crecimiento económico.
Los especialistas de la BBC indican que esta ronda de intervenciones por parte de los organismos emisores resume un nuevo esfuerzo por restaurar la confianza del sistema bancario internacional, que aún no logra salir del impacto de las grandes pérdidas sufrida en el mercado hipotecario estadounidense.