Los bancos en Rusia admiten que jamás podrán cobrar una décima parte de los créditos otorgados, constata hoy Nezavisimaya Gazeta. En el primer semestre de 2009, la categoría de «impagables» aumentó del 6,2% al 10,1% en el apartado de préstamos minoristas, y del 3,6% al 8,3%, en el de créditos corporativos, según la información proporcionada […]
Los bancos en Rusia admiten que jamás podrán cobrar una décima parte de los créditos otorgados, constata hoy Nezavisimaya Gazeta.
En el primer semestre de 2009, la categoría de «impagables» aumentó del 6,2% al 10,1% en el apartado de préstamos minoristas, y del 3,6% al 8,3%, en el de créditos corporativos, según la información proporcionada por las instituciones crediticias. «Esta cifra refleja el nivel previsto de las pérdidas», señaló Vladímir Chistiujin, un alto cargo del Banco Central de Rusia.
Analistas independientes no descartan que los créditos impagables ronden en realidad el 15-20%. El ex ministro de Economía, Evgueni Yasin, piensa que es un límite tras el cual puede iniciarse una crisis bancaria. Será posible prevenirla en caso de que suban los precios del petróleo, pues el Gobierno tendrá entonces recursos para ayudar a los bancos problemáticos, dijo.
Al mismo tiempo, hay tentación de imprimir billetes no avalados por nada, agregó el experto, quien encabeza actualmente la Escuela Superior de Economía. Si el Gabinete ruso se decanta por esta variante, la inflación anual subirá a un 13%, los tipos de interés se mantendrán a un nivel inasequible del 18-20% y la salida de la crisis se va a prolongar indefinidamente.
Evgueni Gontmájer, subdirector del Instituto de economía mundial y relaciones internacionales, señaló por su parte que «todos esperan el otoño para ver, si el sistema bancario y la población son capaces de aguantar esta prueba».