Introducción
Rosetta es una película de los hermanos belgas Jean Pierre Dardenne y Luc Dardenne, estrenada en 1999. El largometraje ha obtenido, entre otros premios, la prestigiosa Palma de Oro del Festival de Cannes de ese año. La actriz que interpreta a Rosetta, Emilie Dequenne, obtuvo en el mismo evento el Premio a Mejor Actriz por su más que memorable actuación.
La película cuenta la historia de Rosetta, una joven de dieciocho años de edad, y su lucha por su sobrevivencia y la de su madre. Muestra al sector pobre de Europa, que coexiste en ese mismo continente con la abundancia, el lujo y el derroche de una minoría. Los Dardenne muestran a una entrañable Rosetta que en cierto momento cruza la frontera de lo permitido, pero que en última instancia hace prevalecer sus principios y su capacidad de “sentir el dolor ajeno”. Es por esa razón que terminamos amando a Rosetta: ella resiste el envilecimiento a pesar de todo y contra todo.
El capitalismo ha producido las mayores desigualdades sociales que registra la historia de la humanidad. Ideológicamente, estas diferencias intentan explicarse mediante la ideología de la meritocracia: los que más riquezas tienen se justifican a sí mismos afirmando que han hecho méritos para que así sea. Desde luego, repetimos, esa explicación es ideológica, esto es, es falsa conciencia, una representación mental distorsionada de la realidad social. Sabemos muy bien que los que más tienen seguirán teniendo más que los demás por mucho que no tengan “méritos”, y que los que menos tienen seguirán teniendo poco por mucho que hagan méritos, como lo ha afirmado el economista burgués Joseph Stiglitz (1).
Los Dardenne están fuera de esa representación ideológica de las causas de las desigualdades sociales. Asumen que existe un sistema económico capitalista deshumanizante que produce víctimas reales, no inventadas. Y, en la misma medida en que la ideología de la meritocracia banaliza la cuestión social, la pobreza y la pauperización de las personas, los Dardenne buscan atacar la indiferencia y hacernos sentir responsables del destino propio y el de la humanidad. Para los Dardenne, notoriamente, las cosas del estómago no son de ninguna manera triviales.
El marco económico, político, social y cultural de Rosetta
Podemos considerar cuatro elementos contextuales para hacernos una mejor idea de la historia de Rosetta: la liquidación del “Estado de bienestar”, la caída del llamado bloque del “socialismo real”, la crisis del sindicalismo, la crisis de la familia y el despliegue sin frenos de la cultura del individualismo. Como se ve, se trata de la liquidación de instituciones que se rigen por una lógica colectiva y de solidaridad en favor de los “mercados” (2).
No es una casualidad que los Dardenne hayan dado vida a Rosetta en 1999. Europa es el escenario de la eliminación de derechos sociales desde fines de la década de 1970. El “Estado de bienestar” tuvo una vida corta, de apenas poco más de tres décadas. La eliminación de derechos sociales básicos es una política sistemática impulsada por las clases dominantes que de esa forma buscan incrementar la tasa de ganancia del capital y darle “competitividad” a las empresas en los mercados nacionales y extranjeros. El capitalismo no se asemeja de ninguna forma a un orden de bienestar, sino todo lo contrario: el capitalismo engendra por fuerza un caos social que se expresa en todos los órdenes de la vida social.
Peor aún. Hacia 1999 el bloque del llamado socialismo real se había desintegrado. Algunos anunciaban el fin de la historia. Otros anunciaban el ocaso de los “metarrelatos”. El movimiento socialista había sufrido una derrota histórica, mayor que cualquier otra en el transcurso de su historia.
La revolución tecnológica y los cambios que se producen en la economía determinan la crisis del sindicalismo. Hay una reducción notoria del proletariado industrial en Europa, un incremento del número de trabajadores en el sector servicios y un creciente número de trabajadores son sustituidos por la tecnología, aunque por otra parte el proletariado ha crecido fuertemente en Asia. Los trabajadores que quedan sin cobertura sindical suelen ser trabajadores precarizados (3).
Veamos muy rápidamente algunos signos de la crisis de la familia. El padre ha dejado de ser el único proveedor de un ingreso monetario, la madre y las mujeres en general han ingresado masivamente al mercado de trabajo, ha aparecido la familia dispersa en dos países con una frecuencia mayor a lo que ocurría en el pasado, y las figuras de la madre soltera y el padre ausente han aumentado significativamente. De acuerdo a especialistas en la materia, la violencia social en sus múltiples formas, fuera y dentro de la familia, está íntimamente vinculada a la precarización del trabajo y al crecimiento de la pobreza.
El régimen neoliberal de acumulación de capital y la revolución tecnológica en curso acentúan la expulsión de millones de trabajadores fuera del espacio productivo. Aumenta el ejército industrial de reserva o, como Marx también lo llamó, la población excedente. Los trabajadores entran en la más implacable competencia entre sí. La desregulación del mercado laboral deja desprotegidos a los trabajadores que serán usados como cualquier otra mercancía. Los ciudadanos ponen a prueba sus principios morales en las más diversas situaciones, y no siempre salen vencedores. Entonces, la desintegración y el caos social se abren paso.
Entre tanto, el discurso dominante busca hacernos creer que las políticas neoliberales persiguen ponernos en sintonía con supuestas leyes económicas que están fuera de las posibilidades de control consciente de las sociedades, conforme lo exigen las necesidades de desarrollo económico-social y de progreso de las grandes mayorías.
Finalmente, en la década de 1990 se asiste a tiempos en los que la cultura del individualismo sustituye a la cultura de la solidaridad. La alienación economicista avanza a paso de galope. Rosetta se desarrolla precisamente en este contexto histórico.
Rosetta: una joven trabajadora representativa de las nuevas generaciones de trabajadores
Rosetta reúne las características del nuevo trabajador. Ella tiene solo dieciocho años de edad y vive en un campamento de caravanas en una zona marginal de Seraing -una ciudad belga- en condiciones de precariedad. Es una trabajadora permanentemente eventual, desorganizada, sin conciencia de clase y sin cultura sindical. Esas son características de la inmensa mayoría de trabajadores jóvenes en Europa y el mundo: están desorganizados y no conocen la cultura sindical, aunque sufren en carne propia los renovados procesos de despojo y la intensificación de la explotación de su fuerza de trabajo, y eso les produce un tipo de conciencia.
Los Dardenne trabajan con la subjetividad de las clases trabajadoras en un momento de ofensiva del capital contra el trabajo. Los personajes de los Dardenne, y Rosetta no es la excepción, no tienen militancia sindical ni política, y el mercado los presiona hacia la angustia y el miedo. Empero, Rosetta muestra una extraordinaria fuerza interna, coraje y valor civil.
Un mundo donde los vínculos humanos se van vaciando de contenido
Las políticas que favorecen la “competitividad” de las empresas tienen graves consecuencias sobre la vida social e individual de las personas. Alientan fuertemente la competencia y el individualismo entre los trabajadores. Los atomizan y fragmentan y eso lleva a los ciudadanos a que pierdan el sentimiento de culpa y de vergüenza y la indiferencia se extiende por el conjunto de la sociedad. Las relaciones sociales entre los seres humanos quedan desprovistas de contenido. El trabajador es más que nunca reducido a un objeto, a una cosa, a una mercancía. El trabajador solo cumple un rol en el proceso de acumulación de capital: crear plusvalor, y de modo creciente, ni siquiera eso de modo directo.
Los personajes de Rosetta son seres individualistas, solitarios y agresivos: la madre de Rosetta, por ejemplo, es alcohólica y para mantener ese vicio tiene sexo con el viejo que administra la provisión de gas y agua para el campamento. Hay conflictos en los que la madre de Rosetta, incluso, amenaza a ésta con un cuchillo. Además, la madre es una carga para Rosetta. El viejo mencionado establece claramente una relación instrumental con la madre aludida. Finalmente, el dueño de negocio de gofres sustituye a Rosetta en su puesto de trabajo por su hijo. Hay degradación moral en los dos primeros y falta de compromiso en el último personaje mencionado.
De otro lado, Rosetta sufre cólicos repentinos. Ha somatizado los desórdenes sociales y familiares. Su cuerpo expresa dolor. Su cuerpo no queda fuera de los efectos de la cosificación de las relaciones sociales.
Pero no todo está perdido. No todo está subsumido a las fuerzas del capital. Hay un vínculo que nace y se desarrolla: el que establecen Rosetta y Riquet. Este le brinda sinceramente su amistad y la ayuda a incorporarse en la empresa donde trabaja haciendo gofres.
El psicoanalista Christophe Dejours señala que la mejor manera de hacer frente a las psicopatologías mentales son los vínculos humanos desarrollados, la solidaridad, el estar juntos, la convivencia. Cuando aumenta la competencia se disuelven los vínculos humanos, entonces se incrementan las psicopatologías mentales. Por eso, afirma, la cuestión de la solidaridad es una cuestión a la vez social y política (4).
La lucha por obtener un empleo: ser o no ser
En el mundo contemporáneo se ha generalizado el empleo temporal. El empleo estable garantizado por la ley es un asunto del pasado, que según los economistas atenta contra las sagradas utilidades de los empresarios que llaman “competitividad”. Tener un empleo para el trabajador común y corriente es un asunto vital, de ser o no ser, de estar integrado y obtener reconocimiento social, como lo es para Rosetta. No tener un empleo significa caer en el hoyo de la marginalidad social, representada por su madre alcohólica.
Este significado del empleo estable en Rosetta puede verse claramente cuando echada en la cama en la vivienda de su amigo Riquet, se dice a sí misma:
«Me llaman Rosetta, me llamo Rosetta. Has encontrado un trabajo, he encontrado un trabajo. Has encontrado un amigo, he encontrado un amigo. Llevas una vida normal, llevo una vida normal. No te caerás al hoyo, no me caeré al hoyo. Buenas noches, buenas noches».
Christophe Dejours ha afirmado que, si el amor es la base de la realización del individuo en el campo erótico, el trabajo es la base de nuestra realización en el campo social, no tanto por la remuneración material como por el reconocimiento social que con él podemos obtener y por el sentimiento de ser parte de un equipo que ese empleo puede traer consigo. En cambio, cuando dominan la precarización, la competitividad, la noción de calidad total, las normas ISO, se abren las puertas al desequilibrio psicológico (5). Es bueno, asimismo, traer a colación que Carlos Marx señalaba que del conjunto de las relaciones sociales que establecen los seres humanos entre sí, las relaciones de producción son las fundamentales (6).
Si se contrae el empleo, y se generalizan el desempleo y el empleo temporal, entonces aumenta la competencia (incluso la “competencia desleal”), no solo entre los trabajadores descualificados, sino también entre los trabajadores cualificados.
La transgresión de la norma moral
La falta de un empleo y de un ingreso exacerban la competencia entre los trabajadores, y, como señalan los Dardenne, al verse muchas veces frente al vacío, es más probable que el trabajador transgreda las normas de convivencia social. Ahora bien, los Dardenne no juzgan al personaje, sino que lo presentan en el dilema moral en el que están insertos, además de empujar al espectador a valorar un problema moral, como sostienen los Dardenne en una entrevista. No existe el mal en abstracto, pues, por encima del conjunto de las relaciones sociales y de las situaciones concretas en las que nos encontramos.
Una escena muestra cuando Rosetta piensa en cruzar la frontera de lo bueno y lo malo, y otra muestra cuando transgrede el valor de la lealtad y la reciprocidad. A la laguna donde ella está pescando llega su amigo Riquet a ofrecerle dinero en calidad de préstamo. Ella le dice que no hace falta. Riquet entonces intenta ayudar a Rosetta a rescatar los cordeles para pescar que había tirado a la laguna. Él se cae y no puede salir del lago. Las fantasías de ella buscan dejar a su amigo ahogarse. Durante un momento, solo lo mira. Solo después le lanza unas ramas grandes para que él se sujete y salga del lago. Riquet finalmente logra salvarse.
Un segundo momento en el que los Dardenne ponen a prueba a Rosetta es cuando ella traiciona a su único amigo, Riquet. Antes de eso, Rosetta había conseguido el empleo en la empresa que hace y vende gofres gracias a su amigo, pero el patrón la saca muy pronto, después de tres días, porque su hijo ocupará ese puesto. Rosetta se desespera y le cuenta al patrón una infidencia: que Riquet hace gofres y los vende secretamente. El patrón despide a Riquet y Rosetta ocupa su lugar.
Riquet luego asedia a Rosetta con su moto increpándole por qué lo hizo. Ella le dirá que quería un empleo.
Rosetta, la lucha por la integridad
Los Dardenne no presentan únicamente los dilemas en los que sus personajes están insertos. Al mismo tiempo, ellos muestran que hay un margen de libertad del que sus personajes hacen uso. Los Dardenne parecen decir: siempre hay una historia distinta que puede ser contada.
Toda la película había tratado de la lucha de Rosetta por conseguir un empleo, que pierde rápidamente para volver a buscar otro nuevamente. Pero resulta que casi al finalizar la película, ella renuncia al empleo que había conseguido siendo desleal a su amigo Riquet. Ella toma una decisión difícil, pues no tiene ninguna otra fuente de ingreso. Rosetta dice con su conducta que es mejor mantenerse lejos de las miserias de este mundo (miseria que puede condensarse en el lema «todos los medios son buenos para conseguir un fin determinado», sean cuales sean las consecuencias), pero eso tiene un costo alto: ella se queda sin empleo y sin ingresos. De modo similar, en su película Dos días, una noche (2014), los hermanos Dardenne cuentan la historia de Sandra (interpretada por Marion Cotillard), quien en un fin de semana debe convencer a sus compañeros de trabajo de renunciar al cobro de un bono de mil euros ofertado por la empresa para que ella pueda quedarse en su puesto de trabajo. Conseguido su objetivo a duras penas, no obstante, Sandra finalmente rechaza la oferta de la patronal de darle un puesto de trabajo luego de que un trabajador eventual cumpliera su contrato. Rosetta y Sandra muestran capacidad de sentir el dolor ajeno y rechazan claramente el sistema y las políticas que ignoran el sufrimiento del trabajador.
El reconocimiento recíproco
Riquet volverá a asediarla con su moto en el campamento de caravanas, mientras Rosetta llevaba un balón de gas a su casa. Riquet no estaba enterado de que Rosetta acababa de renunciar al empleo que había conseguido a costa suya. En determinado momento, ella tropieza y cae al piso mientras está llorando. Olvidando la traición, Riquet la ayuda a levantarse y Rosetta, dolida, compungida, sollozando, lo mira fijamente. Ella en sus ojos parece reflejar sentimiento de vergüenza, sorpresa y profundo agradecimiento. En ese momento concluye la película.
El gesto de Riquet es significativo. Es el momento en que concluye la rivalidad entre los dos. Termina la atomización y se recompone el vínculo humano. La competencia es puesta a un lado y se abre paso la amistad pura y simple y el reconocimiento recíproco. Se abre paso la humanización de la relación cosificada.
Reflexiones finales
Extrapolando, podemos decir que la alternativa en el corto plazo al capitalismo no puede reducirse a una nacionalización de los medios de producción, sino que se debe trabajar en la creación de verdaderos vínculos humanos dentro y fuera de las familias. Humanizar y enriquecer nuestras relaciones sociales, ese es el fin de la búsqueda de un nuevo mundo. Este es el sentido profundo de la tesis XI sobre Feuerbach de Marx: “Los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo de distintos modos, de lo que se trata es de transformarlo”.
Notas:
(2) BOURDIEU, Pierre (1997) “La esencia del neoliberalismo” en Revista Colombiana de Educación, Universidad Pedagógica Nacional, N° 35, II Semestre de 1997.
(3) ANTUNES, Ricardo (2003), Los sentidos del trabajo. Argentina, Ediciones Herramienta.
(4) https://www.pagina12.com.ar/197853-sin-posibilidades-de-sublimar-a-traves-del-trabajo-es-muy-di
(5) Idem.
(6) MARX, Carlos (2010) La ideología alemana. Argentina, Editorial Nuestra América.
Reparto:
Rosetta Emilie DEQUENNE
Riquet Fabrizio RONGIONE
La madre Anne YERNAUX
El patrón Olivier GOURMET
El presente artículo fue publicado en la revista Creación Heroica https://creacionheroica1928.blogspot.com/, el 1 de agosto de 2019.
Santiago Ibarra es sociólogo y miembro del comité de redacción de la revista Creación Heroica.