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Los cuatro principios de la política económica de John Kerry

Fuentes: Semana.com

El candidato demócrata John Kerry escribió en el periódico conservador Wall Street Journal, el pasado 15 de septiembre, un artículo titulado ‘Mi política económica’, en el que plantea en primer lugar un diagnóstico de la situación general de la economía, y en segundo lugar, los cuatro principios para restaurar la economía norteamericana sobre sus pies. […]


El candidato demócrata John Kerry escribió en el periódico conservador Wall Street Journal, el pasado 15 de septiembre, un artículo titulado ‘Mi política económica’, en el que plantea en primer lugar un diagnóstico de la situación general de la economía, y en segundo lugar, los cuatro principios para restaurar la economía norteamericana sobre sus pies.

En primer lugar señala que la economía norteamericana ha perdido desde enero de 2001, 1,6 millones de puestos de trabajo en el sector privado y que el ingreso promedio de la familia ha caído en 1.500 dólares, mientras los costos de salud han aumentado 3.500 dólares por año. Mientras los salarios reales no se han recuperado, los puestos de trabajo creados en el último año representan el peor desempeño económico para un período de recuperación, en los últimos 50 años. De otro lado, las compañías están invirtiendo y exportando menos que en 2000, y es la primera vez que tanto la inversión como las exportaciones están cayendo durante el primer periodo presidencial, en los últimos 70 años. Al mismo tiempo el déficit comercial está creciendo por primera vez a más del 5 por ciento del PIB. Por su parte, en sus 43 meses de gobierno George Bush no ha podido explicar por qué es el único de los últimos 11 presidentes, entre demócratas y republicanos, que han enfrentado recesiones y crisis internacionales y que ha presidido la pérdida de empleos, la caída de las exportaciones reales y ha convertido un superávit público de 5,6 trillones de dólares en un déficit de varios trillones.

En segundo lugar, el plan económico de Kerry consiste de cuatro programas principales:

1. Crear buenos puestos de trabajo. Kerry seguirá apoyando los tratados de libre comercio como el Nafta (México-Estados Unidos-Canadá) y a la OMC, pero a condición de que sea nivelado el campo de juego para los trabajadores norteamericanos. Aunque no está contra el outsourcing internacional, es decir con la sustitución de puestos de trabajo en Estados Unidos por puestos de trabajo en el extranjero con bajos salarios, terminará con todos los incentivos que impulsen a las compañías a hacerlo. Los norteamericanos pagan 12 billones en impuestos que ayudan a subsidiar la exportación de puestos de trabajo hacia el exterior. Si una compañía está decidiendo construir una planta en Michigan o en Malasia, las normas tributarias lo estimulan para que lo haga en Asia. La propuesta de Kerry es tomar estos 12 billones y convertirlos en un recorte del 5 por ciento en impuestos a las compañías que creen trabajos en Estados Unidos. La administración de Bush, apunta Kerry, ha sido muy débil en aplicar los tratados de comercio, en cuanto al número de disputas elevadas ante los organismos multilaterales; igualmente parará a China con su manipulación de la tasa de cambio. Estos hechos no solo cuestan puestos de trabajos, sino que también erosionan el apoyo para los mercados abiertos y la ampliación de la economía global por el público.

2. Recortar los impuestos y los costos de la salud de la clase media. Los ingresos de las familias han sido exprimidos por los costos de la educación y de la salud. También lo han sufrido las empresas con los costos altos en energía y de los planes de salud corporativos, por lo que han sido impulsados a despedir trabajadores permanentes y a sustituir estos puestos de trabajo con trabajadores de medio tiempo. Mientras los recortes de impuestos serán extendidos al 98 por ciento de los americanos y serán permanentes, se eliminarán los recortes impositivos para quienes ganen más de 200.000 dólares al año. También apoyará los nuevos recortes de impuestos para que los jóvenes vayan a la universidad, para el cuidado de los niños y los servicios de salud. El doble que la propuesta de Bush. El plan de salud aliviará inmediatamente las primas de los seguros para las empresas, con lo que se les da a los empleadores algún alivio en las enfermedades catastróficas que están incrementado las primas de los seguros de salud; este programa ahorrará un 10 por ciento en las primas totales de salud. El plan de salud tiene como objetivo ampliar la cobertura al mismo tiempo que se disminuyan los costos; así se les daría a los pacientes la elección de sus médicos, pero igualmente se disminuirían las razones de las demandas por malas prácticas profesionales. Igualmente se hará más fácil la producción de medicinas genéricas para el mercado y se permitirá la libre importación de medicinas desde países como Canadá.

3. Restaurar la competitividad de la economía norteamericana. Estados Unidos ha caído al puesto 10 en tecnología de banda ancha, y algunos de los mejores científicos norteamericanos están siendo empujados para que trabajen por fuera del país debido a las restricciones a las investigaciones de células madres. Mientras el presidente Bush ha propuesto recortar 21 de las 24 áreas de investigación críticas para el crecimiento económico, que incluyen el carbón limpio, la tecnología del hidrógeno y otros combustibles alternativos, es necesario invertir en investigación, porque si se recorta el gasto en investigación se recortaría el futuro de Estados Unidos. En este sentido, el objetivo es incrementar la inversión en investigación básica y levantar la prohibición de investigación en células madres. De otro lado, llevar la banda ancha a las zonas rurales mediante incentivos tributarios. Igualmente se invertirá en educación y se incentivará el estudio de las ciencias y las matemáticas, y se facilitará la entrada de la mujer y de las minorías a la universidad.

4. Recortar el déficit público y restaurar la confianza económica. Mientras Bush ha pasado iniciativas, sin tener en cuenta su financiación, elevando el déficit fiscal en más de seis trillones, Kerry promete poner el déficit bajo control y restaurar la disciplina fiscal, recortando el déficit a la mitad en los próximos cuatro años. ¿Cómo? Imponiendo límites al gasto discrecional -aquel diferente al de educación y seguridad- para que no crezca más rápido que la inflación. Se impondrá la regla pay asyou go, que quiere decir que nadie propondrá un gasto o un nuevo programa sin que esté determinado cómo se va a pagar, y pedirá poder de veto al Congreso para impedir que se haga lo contrario. Igualmente se eliminarán los recortes impositivos para las familias que ganen más de 200.000 dólares al año, y se destinarán estos recortes a educación y salud. Se eliminarán los subsidios a los bancos que hacen préstamos a los estudiantes y se restaurará el principio de ‘el que poluta paga’, que permitirá invertir en nuevas tecnologías energéticas. Limpiar el desorden fiscal creado por el presidente Bush no será nada fácil, pero asegurará un fuerte y sostenible crecimiento para el futuro; «nosotros tendremos que tomar duras decisiones para remover los déficit de América en la dirección correcta«, dice Kerry.

Para los republicanos, especialmente para Grover Norquist, quien ha sido llamado «el Lenín del Partido Republicano», y es asesor externo del Gobierno de GB, y colaborador estrecho de Kart Rove, el estratega electoral republicano, opina que aunque Kerry gane las elecciones, no podrá hacer nada, porque los republicanos «controlaremos la Cámara de Representantes, y probablemente el Senado» .

Mientras Kerry quiere revivir el estado de bienestar, los republicanos, de acuerdo a Norquist, lo quieren enterrar. ¿Como? «La clave son las pensiones y la sanidad. El año pasado Bush aprobó la creación de cuentas personales en las que cada ciudadano acumule ahorros para pagarse la asistencia sanitaria. Y en el programa electoral para la reelección se incluye una privatización parcial de las pensiones. Esos dos capítulos son un tercio del gasto público en este país. En 20 años, la mitad de la población estará en sistemas asistenciales y de pensiones privadas. Y el Estado de Bienestar ya no será necesario. A eso se sumarán reformas de la Agencia de Protección del Medio Ambiente, y la reducción de competencias de la Administración Federal de Medicamentos (FDA), que autoriza la comercialización de fármacos. (.) Será una sociedad verdaderamente americana. Y enterraremos a los europeos. Además, reformaremos la legislación de inmigración, y cada año nos traeremos a un millón de los mejores cerebros de Europa. (.) No quiero acabar con el Estado. Sólo quiero hacerlo tan pequeño que pueda ahogarlo en la bañera».

El gran problema de Kerry es que sigue sin convencer al electorado, que puede estar mas inclinado por GB que se ha arropado con la bandera del patriotismo, contra los enemigos externos, reales o imaginarios. Habrá que esperar que Kerry aplaste a Bush en los debates televisivos, si es que se Kerry se decide a emplear sus «armas de destrucción masiva» contra GB, que se ha convertido en un Robín Hood al revés, Nibod Dooh, como ha dicho P. Krugman, que le quita el dinero a los pobres y se los da a los mas ricos, pero que aun así es mas fuerte que Kerry.

Guillermo Maya Muñoz es Director de Maestría de Economía Internacional, UN Medellín