Los Guaraní y Kaiowá de Brasil se niegan a aceptar la reforma constitucional que puede poner sus territorios en manos de empresas hidroeléctricas y mineras. Así se lo hicieron saber en su gran asamblea (Aty Guasú) que termino ayer domingo a la inmensa delegación del Estado que asistió y que tuvo que escuchar a un […]
Los Guaraní y Kaiowá de Brasil se niegan a aceptar la reforma constitucional que puede poner sus territorios en manos de empresas hidroeléctricas y mineras. Así se lo hicieron saber en su gran asamblea (Aty Guasú) que termino ayer domingo a la inmensa delegación del Estado que asistió y que tuvo que escuchar a un pueblo digno «que ya no acepta promesas vacías».
Más de 300 Guaraní y Kaiowá, reunidos en el Aty Guasu -Gran Asamblea del Pueblo Guaraní de Mato Grosso do Sul- concluyeron la reunión con un mensaje para las autoridades brasileñas: «ya no aceptamos promesas vacías». Los indígenas se reunieron en la aldea Panambi (municipio de Douradina) entre el 28 de noviembre y 2 de diciembre.
Con representación de todos los tekoha -«el lugar de donde se es», en Guaraní, ya sean aldeas, campamentos o retomas-, los originarios hicieron duras críticas a los poderes ejecutivo, legislativo y judicial brasileños, sintetizados en el documento final de la reunión. Para ellos, los Guaraní y Kaiowá viven un contexto de masacre silenciosa que «baña nuestras tierras con nuestra sangre», y denuncian que «este estado de genocidio se ve reforzada por el gobierno brasileño».
La reunión Guaraní culminó con la visita de una delegación del poder público compuesta por el presidente de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) y el Departamento de Salud Indígena (Sesai), representantes de los ministerios de Justicia, Cultura y Agricultura, la Policía Federal y Fuerza Nacional, además de la Policía Civil de Dourados y parlamentarios de Mato Grosso do Sul y de la Cámara de Representantes.
Decenas de relatos de las comunidades sobre la violencia y las amenazas que enfrentan los Guaraní y los Kaiowá fueron minuciosamente repetidos por los indígenas a los representantes del Estado. Cuando hablaban de las tierras retomadas o de los territorios ancestrales, los Guaraní tiraban tierra a los pies de los funcionarios del Gobierno. Cuando hablaban de los muertos, abrían enormes pancartas con fotos de líderes asesinados y cuyos procesos judiciales están parados o prescribieron ya.
«Estamos amenazados. Sufrimos la violencia; las mujeres, la violación», dijo Otoniel Guarani, el líder de la Consejo Continental de la Nación Guaraní. En ese momento, los indígenas amenazados y todas las mujeres que asistieron a la reunión se pusieron de pie y se enfrentaron a la delegación oficial. Otoniel continuó: «Estamos hablando cara a cara para que nos puedan ver. Ya no podemos ocultar nuestro rostro «.
El Gobierno, en la cuerda floja
La llegada de la enorme comitiva del gobierno federal no fue suficiente para convencer a los Guaraní Kaiowá de que el gobierno está interesado en atender sus problemas. «Pensamos que nos iban a traer aquí propuestas concretas», dijo Oriel a la delegación que visitó el Aty Guasu. «Votamos por ustedes, los elegimos. Y ahora parece que quieren acabar con la soberanía de la Nación Guaraní «, les recriminó Ládio Veron.
«Ya está pasando. No confiamos mucho en ustedes. Un día, nuestros antepasados confiaron. Ya no confiamos más», le dijo Elpídio, líder Guaraní liderazgo de la comunidad Potrero Guasu, a la presidenta de la Funai. «Yo ya avisé al gobierno que iba a retomar mi tierra. Voy a volver allí, a Potrero, donde están mis abuelos. Vamos a hacer una retomada de esa tierra [ancestral]. Ustedes tienen que hacer la ley para resolver eso porque nosotros vamos a retomar la tierra». En su intervención, Elpídio también expuso relatos de los más viejos sobre sus parientes Guaraní Nhandeva asesinados por la dictadura militar.
Los indígenas exigieron al gobierno que cumpla con sus obligaciones constitucionales. «El gobierno brasileño apenas hace algo concreto para protegernos cuando hay una gran atención de la prensa o por presión de la sociedad; no por obligación constitucional, como debería ser», se quejaron los Guaraní y Kaiowá en el documento final del Aty Guasu que se entregó a los representantes de los poderes públicos junto a las cartas de las comunidades.
Indemnización a los colonos
Como solución a los problemas de la tierra en Mato Grosso do Sul, el gobierno puso sobre la mesa el debate sobre la compensación económica a los colonos agricultores.
«Mi preocupación llega cuando empiezan a hablar de dinero. El dinero es bueno para los no indígena, es lo que resuelve su problema. El nuestro no», planteó el maestro Kaiowá Anastacio Peralta. «Ustedes vinieron aquí a hablar de la solución al problema del agricultor, no del nuestro», continuó. «Nuestro problema es que no tenemos tierra y que cuando retomamos la tierra que encontramos está degradada. Tenemos que encontrar una solución a este problema. Este es el problema del indígena».
«Si hay dinero, ¡tiene que ser utilizado para la Nación Guaraní! ¿Ustedes quieren darle dinero a los que nos robaron [la tierra]?», les preguntó Ládio. «Los pueblos indígenas son los que tienen que recibir el dinero. Por los aviones que pasan tirando veneno. Por todos los muertos».
«La hierba es del colono. Si se quieren llevar la hierba, que se la lleven. Pero la tierra es nuestra «, ironizó Elpídio. «Esta discusión se hace de una manera muy rara. Estamos mostrando las irregularidades que comenten lo colonos en nuestra tierra. Pero el poder ejecutivo simplemente no se cuestiona que ¡estas tierras siempre fueron de los pueblos originarios!», les espetó el líder Kaiowá Eliseu Lopes, representante de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) en la reunión.
PEC 215 y la Ordenanza 303
«Para el Gobierno y para el Congreso demuestren que sí nos quieren ayudar tienen que acabar con los PEC 215 y con la Ordenanza 303. Esto debe pararse», exigió el líder Lindomar Terena, de la tierra retomada Mãe Terra, en Miranda (MS), que también asistió a la reunión. En este punto, los Guaraní y los Kaiowá son igualmente tazativos. En el documento final de la reunión, reafirmaron: «No vamos a aceptar el cambio constitucional», en referencia a la Ordenanza 303, propuesta por la Advocacia Geral da União (AGU).
La Propuesta de Enmienda Constitucional 215 (PEC 215) tiene la intención de transferir al Congreso Nacional la competencia de aprobar la demarcación de las tierras indígenas, la creación de unidades de conservación y la titulación de las tierras cimarrones (quilombolas). La Ordenanza 303 pretende permitir que las tierras indígenas pueden ser utilizadas por proyectos hidroeléctricos y de minería de naturaleza ‘estratégica’, sin consultar a los pueblos indígenas.
«No tiene sentido que nosotros retomemos las tierras ni que el Gobierno demarque los territorios, si el mismo gobierno viene con la PEC y la Ordenanza. Esto debe terminar», sentenció Anastácio.
Derechos y representatividad
«No estamos pidiendo ser amados, sino que queremos ser respetados y escuchados», escribieron los jóvenes Guaraní y Kaiowá a las autoridades del Estado.
Fue en este tono que los indígenas presentaron sus demandas al Gobierno. Exigen que el Ejecutivo Federal reconozca sus formas de organización como representaciones legítimas de los pueblos Guaraní de Mato Grosso do Sul, que debe ser escuchadas por el poder público. «El Estado debe consultar al Aty Guasu y a la a la Comisión de Profesores. Es inútil decir simplemente que van a demarcar, que van a mandar a la Fuerza Nacional… Queremos discutir de política, de seguridad, de educación «, explicó Otoniel. «Queremos planificar muchas cosas. Necesitamos que se nos garantice nuestra autonomía, nuestra sustentabilidad, salud de calidad con políticas diferenciadas. En primer lugar, hay que atender también a las familias de las tierras retomadas [y no sólo a las de las aldeas reconocidas]. Y debemos tener la educación diferenciada, las oposiciones públicas diferenciadas…».
Laranjeira Nhanderu
«La Policía Federal tiene que ir ahora a Laranjeira Nhanderu y abrir la carretera. Esto es lo más urgente, usted llegaron hasta aquí y tienen que hacerlo. Estoy cansado de escuchar hablar, hablar, promesas, promesas… No tengo palabras para seguir escuchándolos», planteó al final Eliseu.
Antes del final de la reunión con el gobierno, la Policía Federal se comprometió a acudir de inmediato a las tierras retomas de Laranjeira Nhanderu y deshacer el cerco que los colonos le han hecho.
Al día siguiente, sin embargo, los líderes indígenas fueron hasta ese lugar, y el cerco, el asedio continuaba. Los indígenas que participaron en esa retomada están todavía en un estado de cautiverio.
Documento final del Aty Guasú íntegro: Open publication
Fuente: http://otramerica.com/radar/los-guarani-plantan-ante-la-reforma-constitucional-planea-brasil/2655