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Los ídolos del mercado. Redes neoliberales en América Latina

Fuentes: Adital

El ascenso de la extrema derecha al poder en Estados Unidos ha sido apoyado por los llamados «think tanks» o «centros de análisis» conservadores, que bajo la bandera del capitalismo salvaje agrupan a personajes provenientes de la derecha religiosa junto con neoliberales a ultranza. Típicamente esos think tanks pregonan el exterminio de los gobiernos con […]

El ascenso de la extrema derecha al poder en Estados Unidos ha sido apoyado por los llamados «think tanks» o «centros de análisis» conservadores, que bajo la bandera del capitalismo salvaje agrupan a personajes provenientes de la derecha religiosa junto con neoliberales a ultranza.

Típicamente esos think tanks pregonan el exterminio de los gobiernos con proyectos de compromiso social, a los que estigmatizan como «populistas», el adelgazamiento del estado mediante privatizaciones, incluso de la educación y de los servicios de seguridad social, la supremacía militar de Estados Unidos y ante todo la promoción de una mentalidad individual orientada a la defensa de la propiedad privada y a la idealización del afán de lucro.

No obstante, cada vez se manifiestan de manera más clara las contradicciones entre los sectores que forman parte de ellos y que representan tendencias ideológicas con diferencias importantes entre sí.

Así, mientras que la Fundación Heritage, por ejemplo, defiende versiones secularizadas de proyectos de represión sexual de inspiración cristiana, otros grupos, más puristas en su adhesión a los dogmas liberales, no sólo se oponen a la educación pública y a la seguridad social, sino al bloqueo contra Cuba y a la llamada «guerra contra las drogas», apelando simplemente al principio de que invertir o no en un país, o viajar a él, así como consumir o no un fármaco, son decisiones individuales, en las que no debe intervenir el gobierno.

Más aún, la política militarista de Bush, está conduciendo, contrariamente a las ideas de los liberales a ultranza, a un estado desmesuradamente poderoso y oneroso en sus aspectos militares y policíacos y que está atropellando las libertades individuales en aras de una ideología de corte religioso.

A la fecha, los think tanks están ejerciendo su influencia en América Latina mediante redes complejas, tejidas por personajes del mundo académico, político y empresarial que intentan subordinar los destinos de los países de la región a las directivas de esos centros derechistas.

Esas redes incluyen la creación de think tanks en países de América Latina, dependientes de los proyectos e iniciativas de la metrópolis estadounidense y donde suelen tener participación personajes del neoliberalismo estadounidense e internacional.

Finalmente, lo que hay debajo de los membretes que constituyen la red de los think tanks unidos por vínculos institucionales y de traslape de miembros y directivos, es un conjunto de personajes que participan y se benefician de un proyecto ideológico y económico a la vez, de tal suerte que el análisis de la lista de directivos de prácticamente cualquiera de esos think tanks conduce rápidamente a identificar ese grupo de personajes que promueven la explotación del hombre por el hombre.

Atlas neoliberal

La Atlas Foundation, con sede en Fairfax, Virginia, dice ser una organización «no lucrativa» que «lleva la libertad al mundo ayudando a desarrollar y fortalecer una red mundial de think-tanks», para alcanzar una «sociedad de personas libres y responsables, basada en los derechos de propiedad y donde el gobierno esté limitado por el imperio de la ley y por las fuerzas del mercado».

De acuerdo con los datos recopilados por Daniel Mato en su trabajo «Instituciones, empresarios, dirigentes sociales, economistas, periodistas y otros profesionales de América Latina en la difusión mundial de ideas (neo)liberales» (www.clacso.org), entre las modalidades de trabajo de la Atlas Foundation destacan: estimular a intelectuales e institutos a dedicarse a temas de políticas públicas, apoyar la diseminación de sus trabajos hacia actuales y potenciales líderes de opinión pública, estimular y proveer apoyo a los líderes y personal de estos institutos para que desarrollen habilidades gerenciales, de liderazgo y de obtención de fondos, alertar a estos institutos de oportunidades de obtención de fondos e informar a estos institutos acerca del trabajo de sus colegas a través de redes, publicaciones y eventos. (www.atlasusa.org/aboutatlas/index.php?refer=aboutatlas)

«Atlas trabaja con más de 200 think tanks en 67 países. Más de la mitad de estas organizaciones en sus años formativos fueron asistidas por Atlas a través de apoyo financiero o asesoría». Gracias a una contribución de Sir John Templeton, en 2004 la Atlas Foundation estableció el programa de Premios Templeton a la Excelencia en Promoción de la Libertad, que fue concedido a 2 institutos en India, 1 en E.U.A. y 1 en Perú, además de 15 menciones especiales, a instituciones en Canadá, Ghana, India, Italia, Lituania, República Checa, Serbia, Slovaquia, Sud Africa, Turquía y 4 países latinoamericanos: Fundación Libertad (Argentina), Instituto Ecuatoriano de Economía Política, Instituto Libertad y Desarrollo (Chile) y Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (CEDICE, de Venezuela) (www.atlasusa.org/reports/tfa_2004winners.htm.)

La Fundación Atlas fue creada en 1981 por Anthony Fisher, a quien siete años después Margaret Thatcher concedería el título de caballero. Fisher, quien en 1945 entró en contacto con Friedrich Hayek, fundador de la Mont Pelerin, hizo su fortuna mediante la cría de pollos, y en 1955 utilizó parte de ella para financiar el Instituto de Asuntos Económicos (IAE) y otros grupos favorables al libre mercado. Anthony Fisher fue también el primer presidente del Instituto Fraser de Canadá en 1974, y en 1977 estableció en Nueva York el Centro Internacional para Estudios de Política Económica. En 1979, fundó el Instituto del Pacífico para la Política Pública, en San Francisco, donde compartió un apartamento con Milton Friedman. En Australia, Fisher participó en el desarrollo del Centro de Estudios Internacionales y en Estados Unidos fue además cofundador del Instituto Manhattan. Para coordinar esos proyectos, Fisher creó la Fundación Atlas de Investigación Económica como estructura central. Tras la caída del muro de Berlín, gran parte de su personal se trasladó a Europa oriental y a la ex Unión Soviética «para convertir sus débiles economías a las virtudes del capitalismo». (Ted Wheelwright «Cómo triunfó la ideología neoliberal»; Social Alternatives (Vol. 17, Nº 3, julio de 1998)

El actual presidente de la Fundación Atlas es Alejandro Chaufen. Nacido en Argentina en 1954, Chafuen es miembro de la Sociedad Mont Pelerin y en 1985 se unió a la Fundación Atlas, que preside a partir de 1991. Seguidor en el pasado de Ayn Rand, defensora de un capitalismo sin trabas éticas ni religiosas, Chaufan dice ser hoy en día un creyente católico.

El pasado 9 de noviembre, la Fundación Atlas celebró en Washington el 15 aniversario de la caída del Muro de Berlín, en lo que llamó el Día de la Libertad, para lo cual rindió homenaje a Ronald Reagan, Margaret Thatcher y Juan Pablo II, como principales artífices del desmantelamiento del comunismo. En esa occasion, el expresidente español José María Aznar, quien fue presentado por Michael Nivak, se refirió a las pretendidas «víctimas del comunismo».

Al consejo directivo de esa Fundación pertenece el poderoso y derechista empresario mexicano Alejandro Garza Laguera, vinculado también a otros think tank, como el Instituto Acton; católico militante, Garza Laguera ha colaborado a la vez en los proyectos internamericanos antiabortistas del Consejo Pontificio para la Familia, del Vaticano.

En 1998, se creó en Argentina la Fundación Atlas para una Sociedad Libre por iniciativa de los empresarios Guillermo M. Yeatts y José A. Esteves jr., y con el antecedente del periódico Atlas del Sud, fundado en diciembre de 1994 y que tomó su nombre del libro de Ayn Rand La rebelión de Atlas.

En 1999, tanto Chafuen como Yeatts y José A. Estevez, presidente de Sol Petróleo de Argentina, Vladimir Chelminski, del grupo Venezolano CEDICE, formaban parte del jurado de un concurso sobre «Desregulación y competencia energética en el próximo siglo», organizado por esa empresa petrolera y por la Fundación Estudios Energéticos Latinoamericanos (FEEL), presidida por Yeatts, que también ha sido vicepresidente de Sol Petróleo.

Pertenecen al consejo internacional de la Fundación Atlas para una Sociedad Libre (www.atlas.org.ar/institucional/cinternacional.asp), la argentina Ana Eiras, de la Fundación Heritage; Richard Ebeling, presidente de la Fundación para la Educación Económica, editor de las obras de Ludwig con Mises y vicepresidente de la Fundación El Futuro de la Libertad, Jacob G. Hornberger, fundador y presidente de la misma Fundación; el cubano Carlos Alberto Montaner; el peruano Alvaro Vargas Llosa, así como Ian Vásquez, director del proyecto de «Libertad Económica Global» del Cato Institute y el argentino Carlos Rodríguez Braun, autor del libro Estado contra Mercado (2000), miembro de la Sociedad Mont Pèlerin y columnista de ABC, Expansión y Libertad Digital, entro otros medios.

La telaraña empresarial

Se trata de apologistas de las políticas capitalistas, contrarias a los intereses populares, como ilustra la entrevista difundida en enero de 2002 por la revista libertad y Desarrollo (www.lyd.org/biblioteca/revistas/revista_enero02.html), donde Eiras señalaba que Argentina «…debe realizar enormes cambios estructurales en su economía…; debe dar aire al sector privado para que pueda generar empleos; reducir dramáticamente el gasto público, sobre todo cortando los ridículos salarios de legisladores; reducir y simplificar los impuestos y las regulaciones laborales para que el sector privado pueda operar y expandirse». Es decir, quitarles beneficios laborales a los trabajadores para favorecer a los empresarios.

Por su parte, Ebeling ha jugado un papel activo en la implantación de las estructuras capitalistas en el antiguo bloque socialista. En 1991, Ebeling viajó seis veces a la exUnión Soviética para asesorar al gobierno de Lituania y a legisladores sobre las reformas capitalistas. Según se afirma en una apología de Ebeling que circula en Internet (www.fff.org/aboutUs/bios/rme.asp), «él estaba en Moscú, en agosto de 1991, durante el fallido golpe militar y participó en las barricadas con los defensores de la libertad en el Parlamento Ruso…». En Agosto de 1993 viajó de nuevo a Lituania para promover las privatizaciones.

Jacob G. Hornberger ha desarrollado sus actividades propagandísticas, en defensa de las políticas neoliberales lo mismo en Estados Unidos que en Canadá, Europa y América Latina: en Brasil, Cuba, Bolivia, México, Costa Rica y Argentina.

En 1999, Hornberger relató su viaje reciente a Cuba, que fue autorizado por la Oficina para el Control de los Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de EE.UU. y apoyado por la Sección de Intereses Cubanos en Washington. «Las autoridades cubanas me dieron la visa, me autorizaron para conversar con la gente en la calle, y a petición mía, concertaron entrevistas con varios «centros de investigación» en la Universidad de La Habana». (www.vidalatina.cc/hdp.php?edicion=enero2004&historia=hdp_es)

Relata Hornberger que «Mi visita a Cuba reforzó el odio que le tengo al socialismo, pero también me hizo enamorarme de Cuba y de los cubanos». En ese país, al que califica como una tiranía, Hornberger pudo disertar sobre el «libertarismo», que implica la supresión de cualquier tipo de compromiso social por parte del Estado. Afirma Hormberger: «Les dije, ‘En Estados Unidos, el Estado dirige el sistema de enseñanza, y es un desastre. Nosotros los libertarianos desafiamos al Estado con la interrogación: ¿Por qué no poner fin a la injerencia estatal en la enseñanza, y tener un mercado libre en escuelas?'» También predicó contra los servicios de asistencia social: «Nuestro gobierno además mantiene un programa de asistencia para los ancianos, denominado el Seguro Social, que está en bancarrota. Nosotros los libertarianos desafiamos al Estado con la pregunta: `¿Por cuál motivo no puede darse al ser humano la libertad de quedarse con sus ganancias, de administrar su propio dinero y de proveer para su propio retiro? Nuestro gobierno lleva un sistema nacional de cuidado médico, el Medicare, que es toda una abominación estatal. Nosotros los libertarianos preguntamos, ‘¿Por qué no eliminar estos programas y tener un mercado libre en la provisión del cuidado médico?’…En unos breves momentos, pude lanzar un reto a los elementos centrales del socialismo cubano en la misma Habana, y para lograrlo me había valido del socialismo norteamericano». Sin embargo, demostrando la falsedad de su propia retórica, Hornberger afirma en el mismo texto que «las autoridades en Cuba insisten en meter a la gente en la cárcel por criticar el socialismo cubano abiertamente».

Sin embargo, tanto Hornberger como Ian Vásquez y otros personajes de los think tanks han cuestionado la política de Estados Unidos hacia Cuba, en particular el embargo y otras restricciones, así como el subsidio gubernamental a la propaganda anticastrista. Un informe del Instituto Cato, fechado el 29 de mayo de 1998 y firmado por Vásquez y por Jacobo Rodríguez (www.elcato.org/informe.htm) enuncia nada menos que las siguientes recomendaciones: «El Congreso de los Estados Unidos debería: revocar la ley Helms-Burton de 1996; revocar la ley Torricelli de 1992; restaurar la política de conceder asilo político en los Estados Unidos a los refugiados cubanos; eliminar o privatizar Radio y TV Martí; terminar las sanciones comerciales contra Cuba y permitir a los ciudadanos y a las compañías de los Estados Unidos que visiten y establezcan negocios en Cuba según crean conveniente; y proceder hacia la normalización de relaciones diplomáticas con Cuba». Las razones que desde el punto de vista de los neoliberales extremistas justifican esas recomendaciones son claras: por un lado, la idea de que el Estado no debe intervenir las actividades económicas y decisiones personales, pero también la justificación práctica de que «una política comercial abierta por parte de los Estados Unidos tiene mejores posibilidades que el embargo de subvertir al régimen cubano». Como ilustra el relato de Hornberger de su viaje a Cuba, los extremistas del capitalismo creen que el socialismo cubano no ha podido crear nuevos valores para la gente que, de acuerdo con ese punto de vista, seguiría llevando dentro de sí toda la frivolidad del consumo y la falta de escrúpulos de la mentalidad comercial.

Eiras, Montaner, Vásquez y Rodríguez Braun pertenecen a su vez a la junta directiva de la Fundación Internacional para la Libertad (www.fundacionfil.org), con sede en Madrid, y presidida por el célebre padre de Alvaro Vargas Llosa, el escritor Mario Vargas Llosa. En dicha junta directiva toman parte notables figuras del infame activismo de la derecha estadounidense en América Latina, como es Rocío Guijarro, titular del antichavista Centro de Divulgación del Conocimiento Económico, de Venezuela, y a Emeterio Gómez, del mismo grupo.

La lista incluye a otros personajes de los think tanks como Edward H. Crane, presidente del Cato Institute, EE.UU., Roberto Salinas León, de De Capital Importancia, de México; Edwin Feulner, presidente, de la Heritage Foundation,

Lawrence J. Mone Presidente, Manhattan Institute, EE.UU, y Carlos Medina del mismo grupo, dedicado a promover los proyectos de la «tolerancia cero» para criminalizar la pobreza.

Roberto Salinas León es director de Estrategia Económica de TV Azteca, cadena de televisión privada de México (www.fundacionfil.org/patronato/salinasleonroberto.htm), pertenece a la sociedad Mont Pellerin y es investigador del Instituto Cato y de la Heritage. Su organización, De Capital Importancia busca difundir en los medios de comunicación especialmente en la televisión proyectos políticos favorables a los intereses empresariales (www.decapitalimportancia.com).

En México, desde los 90 ha organizado reuniones con el Cato Institute y la Sociedad Mont Pelerin y otros grupos similares, y ha promovido la visita de personajes como José Piñera «arquitecto del sistema de pensiones privado en Chile» y como Lawrence Lindsey, quien ha sido jefe de Consejeros Económicos de George W. Bush.

En su artículo «La cultura del Antiprogreso», difundido en junio de 2002, Salinas León identifica el «progreso» de México con los intereses empresariales, al señalar que son condiciones del mismo establecer «sólidas garantías jurídicas a la propiedad privada» (como si no existieran en el país), «precios libremente determinados» , «un sistema fiscal orientado al desarrollo, que no lesione incentivos económicos» y «una mínima restricción a las importaciones».

Dentro del «Consejo Empresarial»de la fundación presidida por Vargas Llosa se cuentan: Carlos Cáceres, Ex Ministro de Economía de Chile; Oscar García Mendoza Presidente del Banco Venezolano de Crédito y directivo de Liderazgo y Visión, uno de los grupos antichavistas que han estado recibiendo dinero de la NED; José Antonio Guzmán Presidente de la Cámara de Comercio de Chile; Rafael Alfonso Hernández Presidente de Alfonso Rivas y Cía., de Venezuela; Pedro Pablo Kuczynski Ex Ministro de Economía de Perú y Ricardo Salinas Pliego Presidente de TV Azteca, de México, así como Juan Manuel Urgoiti Presidente del Banco Gallego, de España y Ricardo Zuloaga Presidente de Hato El Milagro, Venezuela.

Fue precisamente Zuloaga el presentador de Mario Vargas Llosa cuando este viajó a Caracas, a fines de noviembre de 1999, para disertar sobre Corrupción y Estado de Derecho en una Sociedad Libre, a invitación del Cedice. Para esas fechas, Vargas Llosa había exhortado a los venezolanos a votar contra la nueva constitución y criticaba al gobierno de Chávez.

Salinas Pliego, cabeza de un grupo empresarial beneficiado por el expresidente Carlos Salinas, es hijo de Hugo Salinas Price, comerciante sin escrúpulos y promotor de la extrema derecha nacional y de sus vínculos con el extranjero desde hace cuatro décadas. A principios de los años 60 patrocinó al Movimiento Universitario de Renovadora Orientación, MURO, grupo estudiantil de choque, de tendencia católica y anticomunista, y desarrolló relaciones con personajes de la ultraderecha estadounidense. Roberto Salinas Price, hermano de Hugo Salinas es otro miembro de la Sociedad Mont Pelerin.

* Maestro en filosofía. Autor de varios libros sobre los grupos conservadores en México y en AL