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Los misiles de la información

Fuentes: Rebelión

«Las acusaciones que me dirigen son meros pretextos que tienen en su base retórica jurídica». Dilma Rousseff, 29 de agosto de 2016.   29 de agosto de 2016. Termina otra cortina mediática en Brasil. Los misiles de la información atacan desde otro punto. La finalización de los juegos olímpicos en Rio de Janeiro 2016, en Brasil, reabre […]

«Las acusaciones que me dirigen son meros pretextos que tienen en su base retórica jurídica». Dilma Rousseff, 29 de agosto de 2016.

 
 
29 de agosto de 2016. Termina otra cortina mediática en Brasil. Los misiles de la información atacan desde otro punto.
 
La finalización de los juegos olímpicos en Rio de Janeiro 2016, en Brasil, reabre el debate político internacional, en relación al golpe de Estado, que se impone desde hace tres meses en esta nación latinoamericana.
 
Elaine Tavares es periodista y escritora brasileña, residente en la ciudad de Florianópolis al sur de Brasil a quien recientemente entrevisté.
 
En la entrevista con Tavares vía skype, describió que este nuevo ataque a una democracia latinoamericana tiene un fuerte asidero imperial, que pretende trastocar toda la política de la región latinoamericana, lograda bajo el contexto de la revolución bolivariana.
 
Brasil es una nación, cuya economía creciente en la primera década del siglo XXI y parte de la segunda, la ubicó en la sexta economía del mundo.
 
Los gobiernos de Luis Inácio Lula da Silva y Dilma Roussef, ambos pertenecientes al Partido de los Trabajadores en Brasil, han orientado sus esfuerzos en mejorar la calidad de vida de los millones de brasileños que habían sido sometidos a la pobreza.
 
Con un Producto Interno Bruto (PIB) de  2, 246 billones de dólares estadounidenses para el 2013, según datos oficiales del gobierno de Roussef, se impone ante el mundo en las cinco economías nacionales emergentes más importantes del mundo.
 
Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS) se unen para hacer cierta oposición al nuevo orden mundial, direccionado desde Washington D.C.
 
Una nueva clase media surgió y los excluidos por el sistema neoliberal que se había impuesto como una dictadura económica en las últimas 4 décadas del siglo XX, volvían hacer visibles en la frialdad del capitalismo, que enterraba a Brasil en la desigualdad antes de llegar Lula da Silva como presidente.
 
Algunos medios de comunicación internacional y brasileños, defensores del «establishment» mundial, mienten al decir que Brasil estaba en declive en los dos últimos gobiernos de Lula da Silva y Rousseff.
 
Esta irresponsabilidad es parte de una súper estructura de guerra de las ideas o mediática, que intenta deslegitimar el gobierno social de Luis Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
 
Tal y cual, lo explica en la entrevista la escritora Elaine Tavares, quien también describe que los medios de comunicación defensores del nuevo orden mundial, imponen una carnavalización de la política, con el objetivo de seguir deslegitimando a la presidenta de Brasil Dilma Rousseff.
 
Brasil es parte del Mercosur, cuyo tratado de integración regional es compuesto en base a las economías más fuertes en Latinoamérica, como lo es Argentina y Brasil, sin embargo con este nuevo golpe de Estado en la región, es también un ataque a este acuerdo.
 
Acuerdo que ha sido acuerpado por otras naciones hermanas latinas y que han mantenido estabilidad en el mismo y que ahora hay mucho interés imperial de retirar a Venezuela del Mercosur.
 
Las decisiones de Washington D.C. para desestabilizar a la economía más fuerte de Latinoamérica, son parte del contra ataque imperial, cuyo tablero político regional es adornado según los intereses del consenso de Washington, que espera con ansias a su nuevo presidente, que será pieza calve en el nuevo orden mundial.
 
Para avalar estos hechos, que violan la soberanía de una nación, la red Globo de Brasil se ha encargado de lanzar sus misiles de la información para desinformar e infundir el miedo entre los brasileros.
 
Este schock mediático, de la Red Globo, principal televisora latinoamericana con sede en Brasil, ha prefabricado un golpe de Estado, que ahora sigue en su curso, y que había sido escondido a través del enorme impacto mediático de los juegos olímpicos.
 
Sin embargo, la población brasileña ha sabido contrarrestar estos engaños a escala internacional contra su democracia, y se han mantenido firmes en las principales avenidas de las metrópolis del gigante latinoamericano.

 
El autor de este artículo es corresponsalía voluntaria de http://conexihon.hn la revista Caros Amigos editada en são Paulo, Brasil para Centroamérica, la organización Casa Mafalda São Paulo, Brasil, La Agencia informativa Latinoamericana Prensa Latina, Kaos en la red y El portal http://desacato.info y criterio.hn editado en Florianópolis, Brasil.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.