Autora de un contundente libro contra la globalización neoliberal El Informe Lugano, George es una de las principales ideólogas del movimiento ATTAC. Para ella, si continúa la actual situación de deudas colosales e impagables de los países en desarrollo con las naciones ricas, no hay muchas esperanzas de que aquellos puedan crecer a tasas realmente […]
Autora de un contundente libro contra la globalización neoliberal El Informe Lugano, George es una de las principales ideólogas del movimiento ATTAC. Para ella, si continúa la actual situación de deudas colosales e impagables de los países en desarrollo con las naciones ricas, no hay muchas esperanzas de que aquellos puedan crecer a tasas realmente significativas.
Entrevistada por Carta Maior, la investigadora contabiliza en 90 crisis causadas por el sistema financiero entre 1990 y 2002 y demuestra que el actual funcionamiento de los mercados ha generado crecientes desigualdades entre las personas y las naciones.
Pregunta: Vivimos un momento en que Brasil y otros países vuelven a poner la idea del desarrollo como una prioridad, muchas veces a cualquier costo ¿Eso es posible?
Respuesta: La deuda del Sur redujo completamente esa posibilidad. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Brasil gastará más de la mitad de todo lo que obtuvo con sus exportaciones solamente para pagar los servicios de la deuda en este año. Entonces quedarán apenas el 45 por ciento de los recursos para toda la población brasileña. Eso claramente no será suficiente.
Los países del Sur necesitan realizar una acción conjunta para decir que no pagarán todas sus deudas, que requieren negociar sus débitos. Las transferencias líquidas del Sur para el Norte alcanzaron los 274 mil millones de dólares en 2004 (valor resultante de la suma de los pagos de los servicios de la deuda, remesas de ganancias y capital repatriado restando las remesas de los migrantes para el Sur y de programas de desarrollo patrocinados por estos países por el Norte. En otras palabras, cada año el Sur está pagando al Norte el equivalente de tres Plan Marshall, que fue responsable de la reconstrucción de Europa y Asia después de la Segunda Guerra Mundial. En lugar del Norte estar ayudando al Sur, es el Sur el que está financiando al Norte.
P: ¿Usted también defiende el control de los capitales?
R: Sí, en particular para los países en desarrollo, especialmente para los mayores, como Brasil. Si usted abre los mercados para todo tipo de inversiones, los capitales pueden entrar, pero también pueden salir. Sólo entre 1990 y 2002, ocurrieron por lo menos 90 severas crisis financieras en el inundo. Usted se expone al tipo de crisis financiera que tuvo Brasil en 1999, similares a las de muchos países de Asia y de Rusia. Estos países necesitan tomar precauciones, precisan protegerse de los movimientos de capital que no están para nada interesados en el país. Esos capitales no se comprometen con los ciudadanos de estos países, no les importa los empleos, el desarrollo del país ni con los servicios sociales esenciales.
P: ¿Los países que cuentan con los más grandes PBI del mundo – Estados Unidos, Japón, Alemania – son los mismos que obtienen las mayores ganancias como rentistas?
R: Hoy, a través de las transacciones cambiarias, entre el dólar, libras, euro, reales, entre todas las monedas del planeta, en fin, se mueven 1,2 billones de dólares por día. Es algo inimaginable. Usted no necesita más producir cosas reales. El medio por el cual se acumula riquezas es hacer dinero del dinero.
P: ¿Pero es posible determinar cuáles países están obteniendo mayores lucros don ese tipo de inversiones?
R: Usted lo puede ver por las firmas que actúan en ese ramo, por los mayores bancos. Y puedo decirle que entre los 30 principales bancos del mundo, tenemos solamente instituciones estadounidenses, británicas, alemanas y japonesas, con rarísimas excepciones.
P: La señora está hablando de los problemas globales, entre nacionales. ¿Qué puede decirles a las personas que quieren tener una vida mejor, ganar un poco más de dinero, a través de inversiones en sus economías?
R: La cuestión no es esa. Lo que debe decirse es que los pequeños inversores, ese tipo de personas de las que usted está hablando, jamás conseguirán tener alguna influencia sobre el mercado. Tal vez esas personas aporten a un fondo de pensión que es importante, pero individualmente ellas representan un porcentual irrisorio frente a todo el mercado. En el capitalismo no hay democracia. Por otro lado, si el mercado estuviere marchando a una gran caída, ello serán los primeros golpeados.
P: ¿Quién dicta las reglas?
R: En todo el mundo, cerca de nueve millones de personas son quienes ejercen un papel importante en eso. Ellas concentran aproximadamente ¡30 billones de dólares en inversiones! Las fuerzas que están moviendo ese mercado, los mayores inversores son los bancos, las compañías de seguro, los fondos de pensiones y los bancos de inversión que prestan servicios de consultoría – como Goldman Sachs y Merril Lynch – que se ocupan también de la economía de los pequeños clientes.
P: ¿Las personas pueden, a pesar de todo, reflexionar respecto de lo que es suficiente, no?
R: Desgraciadamente, muchas personas responderán que nada es suficiente. Durante toda su historia, los ricos vienen diciendo: todo para nosotros y nada por los otros. Eso es Adam Smith, que es el padre de la teoría del capitalismo. El sabía que nunca es suficiente. No se trata de lo que es suficiente para mí, es algo que debe ser resuelto en el plano colectivo. Una persona sola puede hacer algo, pero representará algo ínfimo. Ahora, sí usted se asocia a otras personas entonces sí puede hacer algo, uniéndose a un movimiento, a una ONG, a un partido, practicando y luchando por el comercio justo..
P: ¿El medio ambiente se relaciona de algún modo con estas cuestiones?
R: Definitivamente. Si no priorizamos el medio ambiente, no tendremos condiciones de discutir las soluciones en el plano político y económico.
P: Para Usted, ¿el mundo está mejorando o empeorando?
R: Empeorando. Por causa del medio ambiente, que no estamos cuidando seriamente: en las cuestiones financieras estamos peor, porque no tenemos controles internacionales. Más y más decisiones vienen siendo tomadas en un plano que no es democrático… Pero también hay varias señales de esperanza, como el Foro Social Mundial. La sociedad civil está más actuante, los ciudadanos no están aceptando todo. Las personas no aceptan que el neoliberalismo sea algo natural, diez años atrás esa así… Hay más esperanza que hace diez años, aunque el mundo esta desperdiciando muy rápidamente sus chances de ser justo.
Extraído del Informativo impreso de ATTAC Madrid, nº6, octubre 2006