Las calles de Panamá son el escenario del undécimo día de protestas continuadas en contra de las reformas a la Seguridad Social, que el presidente Martín Torrijos, sancionó el pasado 1 de junio. El Frente Nacional por la Defensa de la Seguridad Social (Frenadesso), que aglutina a 50 organizaciones, realizó ayer un llamamiento para paralizar […]
Las calles de Panamá son el escenario del undécimo día de protestas continuadas en contra de las reformas a la Seguridad Social, que el presidente Martín Torrijos, sancionó el pasado 1 de junio. El Frente Nacional por la Defensa de la Seguridad Social (Frenadesso), que aglutina a 50 organizaciones, realizó ayer un llamamiento para paralizar el país y presionar al Gobierno para que derogue la Ley.
La oleada de protestas también incluye una huelga general en el sector de la enseñanza y en los servicios de salud públicos. Además, el sector privado se ha visto gravemente afectado. Según el Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs) se han paralizado más de 100 obras en construcción, la mayoría en la capital panameña.
El presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (Cciap), August Simmons, ha declarado a la prensa local que las manifestaciones están paralizando la economía del país. Según Simmons, las pérdidas podrían alcanzar «dos y tres millones de dólares (1,63 y 2,44 millones de euros) al día».
En este sentido, el presidente de la Cciap ha puntualizado que el sector más perjudicado es el de la construcción, donde se concentran más de 900.000 trabajadores, de los cuales 30.000 pertenecen a sindicatos y secundan la huelga.
Mediación de la Iglesia
El Gobierno de Torrijos ha propuesto a la Iglesia que medie en el conflicto para reanudar la paz en el país. Está previsto que a lo largo de la semana se produzcan reuniones entre autoridades del Gobierno y los sectores sociales.
A pesar de que el presidente haya accedió al diálogo social, ha precisado que no dará marcha atrás a las reformas. Torrijos ha reconocido que las nuevas disposiciones son «dolorosas y difíciles», pero que al mismo tiempo son «inaplazables e inevitables».
Reformas
Las nuevas reformas a la Seguridad Social, que entrarán en vigor a partir del 1 de enero de 2007, además de incrementar las edades de jubilación y aumentar de las cuotas que pagan los obreros y los empresarios, también obligan a los trabajadores autónomos a cotizar hasta un 13% de sus ingresos para los programas de Invalidez, Vejez y Muerte.