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Los paraísos fiscales generan turbulencias

Fuentes: Red por la Justicia Fiscal

A finales de Abril 2008, la Comisión del Tesoro del Parlamento británico, un poderoso organismo de decisiones políticas, anunció una encuesta sobre el papel de los centros offshore en la actual crisis de los mercados financieros globales. Exactamente diez años después de que Andrew Edwards presentara las conclusiones de su investigación sobre la regulación financiera […]

A finales de Abril 2008, la Comisión del Tesoro del Parlamento británico, un poderoso organismo de decisiones políticas, anunció una encuesta sobre el papel de los centros offshore en la actual crisis de los mercados financieros globales. Exactamente diez años después de que Andrew Edwards presentara las conclusiones de su investigación sobre la regulación financiera de las Dependencias de la Corona Británica, que no logró impulsar una significativa reforma como resultado de la inacción del nuevo gobierno laborista.

Hasta el 1º de Julio de 2008, habían presentado oficialmente alegaciones Tax Justice Network (TJN) (la Red por la Justicia Fiscal) y otros 26 grupos, la mayoría representantes de los intereses de los centros financieros offshore.

El informe de Jersey Finance Limited (una agencia promotora de las finanzas offshore) nos da una idea de los demás informes de los centros offshore:

No hay ninguna prueba teórica o práctica que sugiera que los centros offshore amenazan la estabilidad financiera. Jersey cumple o excede todos los estándares internacionales pertinentes para la estabilidad y la transparencia esperadas por los principales centros financieros del mundo.

Una cuarta parte de las alegaciones escritas (disponibles como borradores aún) proceden de fuentes ajenas al mundo offshore.

Ronen Palan y Anastasia Nesvetailova de la Universidad de Birmingham subrayaban que las entidades registradas en paraísos fiscales se pueden utilizar fácilmente para desvincular la propiedad de los instrumentos financieros offshore de su entidad matriz en el país de origen para excluirlos de su contabilidad, obteniendo calificaciones del crédito más elevadas. Esto es exactamente lo que ha sucedido y ha precipitado la actual crisis financiera. Cita como ejemplo la quiebra del banco británico Northern Rock.

Nadie sabe con seguridad si, por ejemplo, Northern Rock asumirá la responsabilidad de los 50,000 millones de libras en deudas de Granite, que se supone que era su SPV offshore (Special Purpose Vehicle o » instrumento con fines específicos»), porque legalmente Granite es una entidad independiente. Es un problema de proporciones sistémicas dado que esa relación particular se repite en miles y miles de SPVs, de » instrumentos con fines específicos», establecidos en centros financieros extraterritoriales.

Sol Picciotto (Universidad de Lancaster) subraya que los centros offshore «ofrecen la cobertura de su legislación y de sus reglamentaciones a personas que no son residentes en su territorio», concluyendo que

«Los paraísos fiscales extraterritoriales han actuado como un factor corrosivo sobre la legislación y las reglamentaciones financieras y fiscales de otros países. Su existencia ha llevado a los Estados con centros financieros importantes, incluido especialmente el Reino Unido, a introducir leyes y reglamentaciones que les hacen efectivamente partícipes del sistema offshore. El resultado ha sido una seria distorsión de la distribución internacional de inversiones, que ha socavado los sistemas fiscales nacionales y ha creado tal grado de opacidad que genera serios riesgos para el sistema monetario internacional.»

Edmund Valpy Fiztgerald de la Universidad de Oxford llama la atención sobre los riesgos que plantea el paso por los centros offshore del dinero sucio y el del fraude y la evasión fiscal.

El informe de TJN del Reino Unido argumenta que la regulación internacional centrada en los paraísos fiscales ha fracasado ampliamente debido a la captación de esas jurisdicciones por los intereses financieros del centro offshore

«Los operadores del centro financiero extraterritorial son en su mayoría compañías multinacionales o bancos y algunas entidades como las cuatro grandes auditoras que están presentes en cada uno de los principales y en la mayoría de los paraísos fiscales menores, de tal modo que pueden en cualquier momento trasladar sus operaciones dondequiera que deseen. Esta capacidad la han utilizado para amenazar con el abandono de cualquier jurisdicción que no se acomoda a sus deseos de lograr la legislación que les conviene.

Como resultado, durante la última década han surgido nuevas formas altamente abusivas de sociedades offshore y de fideicomisos, que apenas se han documentado y mucho menos se han entendido, pero que están facultadas para liberarse de casi cualquier control regulador.»

El informe presentado por Christian Aid describe cómo los centros offshore socavan los esfuerzos de los países más pobres para recaudar ingresos propios para financiar su propio desarrollo. Esto lo complementa Global Witness con un profundo estudio que analiza cómo los mecanismos offshore incluidos los centros offshore ligados al Reino Unido ofrecen «los medios para la expoliación y la mala gestión de los recursos públicos del petróleo en la República del Congo». Estos informes relevan una incongruencia política fundamental: el gobierno del Reino Unido se compromete al aumento de su ayuda presupuestada pero deja de regular las actividades de sus territorios que son paraísos fiscales y bloquea los esfuerzos internacionales para aplicar duras medidas contra la huida de capitales y la evasión fiscal. Los países en desarrollo son los perdedores netos. Como dice Christian Aid:

El dinero de los contribuyentes británicos no se está gastando efectivamente en ayudar al desarrollo, puesto que esta incoherencia de la política sobre los centros offshore y la regulación financiera internacional socava el valor de la ayuda otorgada.

Tras el receso veraniego del Parlamento británico, se reanudarán las audiencias de la encuesta. TJN del Reino Unido junto con Christian Aid, Action Aid, Global Witness y otras ONGs y asociaciones esperan estar presente en una audiencia a principios de Octubre.-

John Christensen, ex asesor económico del Gobierno insular de Jersey y actual director del Secretariado de Tax Justice Network en Londres

*Articulo publicado en la revista digital Tax Justice Focus. Volumen 4. Número 2. 2008. Disponible en inglés en www.taxjustice.net. Traducción: jhvigueras