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Los pedidos de Lula a Evo

Fuentes: Rebelión

«Evo Gobierna para todos» es una frase que en pasados días sonó fuerte como alusión a los aspectos más sensibles de la postura política y el estilo discursivo del presidente boliviano. Sin embargo las reflexiones del presidente brasileño a su par boliviano pueden ser tomadas de dos modos: como las de un político que tiene […]

«Evo Gobierna para todos» es una frase que en pasados días sonó fuerte como alusión a los aspectos más sensibles de la postura política y el estilo discursivo del presidente boliviano.

Sin embargo las reflexiones del presidente brasileño a su par boliviano pueden ser tomadas de dos modos: como las de un político que tiene intereses propios y aprovechando su amistad con alguien trata de influirlo en cierta dirección, o esas mismas reflexiones se las puede interpretar así: cuando tu «enemigo» te critica es porque estas obrando bien y cuando no te critica es porque estas obrando mal. Este razonamiento a la inversa indicaría: cuando tu amigo te critica es porque estas obrando mal; cuando no te critica es porque estas obrando bien.

De entrada hay que dejar claro que en los límites de lo políticamente posible, Lula está haciendo mucho de lo que un revolucionario de buena fe puede hacer por su país, su continente y el propio planeta. Sólo saber lo que vivió Lula desde los 12 años trabajando como lustrabotas y lo que tuvo que pasar para liderar a la izquierda brasileña y luego a todos los brasileños, nos da la dimensión humana y la lucidez de este estadista del siglo XXI.

En esa línea basta mencionar que lo que está ocurriendo en Latinoamérica con los procesos de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Uruguay sería impensable sin Lula y la izquierda brasileña en el poder y este aspecto no solo lo tiene claro Chávez, sino el mismísimo Fidel. Por eso es preciso tener un sentido de proporción de las cosas y comprender que Brasil es la primera economía latinoamericana y sólidamente la octava economía del mundo y su peso económico a nivel mundial, también le permite ejercer un peso político como contrapeso a las pretensiones hegemónicas de la Unión Europea, pero sobre todo de Estados Unidos.

Si el presidente de un país de esas características le felicita a Evo por todo lo logrado en tres años es porque en tres años hubo avances revolucionarios en la sociedad boliviana, pero el presidente brasileño por su posición dialéctica frente a la vida, sabe que en el mundo no todo es sólo blanco o solo negro y por tanto se permite formular a su amigo boliviano algunas recomendaciones.

Cuando le pide a Evo «gobernar para todos», fundamentalmente se refiere a los contenidos discursivos del presidente boliviano. Pero permítanme una disquisición: en lo escarchado de la realidad Evo está gobernando para todos, porque por primera vez la economía está funcionando para todos. Las empresas están pasando por un momento inmejorable y salvo los empresarios o políticos parásitos del pasado, todos los otros sectores están bastante bien como la banca, por ejemplo.

Entonces a diferencia de Lula, mi percepción es que Evo está gobernando para todos, aunque en sus discursos deja la sensación de que preferentemente gobierna para los sectores indígenas.

Al privilegiar discursivamente su relación con los sectores sociales excluidos, lo que hace por sentido común es equilibrar y balancear mejor la situación para unos y otros sectores sociales. Me parece muy bueno que sea así, es decir que en las palabras privilegie a algunos sectores y en los hechos gobierne para todos. Lo dramático sería que esto ocurra a la inversa como en anteriores gobiernos cuando «los políticos» (como dice la gente) discursivamente se esmeraban por decir que gobernaban para todos, «para todo el pueblo boliviano», cuando en los hechos sólo favorecían a los sectores acomodados. Esos políticos del pasado, estaban en la línea del «discurso revolucionario y personalidad (o práctica) conservadora. Ahora podríamos decir que Evo está en la línea del discurso conservador (no exento de algunas estridencias) y personalidad y (práctica) revolucionaria. Basta enumerar las medidas que tomó en estos tres años.

Es diez veces preferible para la salud de un país que su gobernante haga más de lo que habla. A veces da la sensación de que Evo habla mucho, pero eso no es muy cierto, porque si aparece en los medios, sobre todo estatales, es porque informa y explica a diferentes sectores sociales lo que hace en la gestión de gobierno. ¿Imagínense a Evo sin la propia fuerza de Evo en los medios? Estaría fundido. Él sabe que tiene que baypasear el bloqueo informativo de algunos medios de comunicación. Esa es su jugada estratégica magistral.