Las familias con menos ingresos de Brasil, que constituyen el 40 por ciento de la población, consumen 10 veces menos que las que integran el 10 por ciento con mayores ingresos del país. De acuerdo con la Encuesta de Presupuestos Familiares realizada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el consumo promedio mensual […]
Las familias con menos ingresos de Brasil, que constituyen el 40 por ciento de la población, consumen 10 veces menos que las que integran el 10 por ciento con mayores ingresos del país. De acuerdo con la Encuesta de Presupuestos Familiares realizada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el consumo promedio mensual de las familias más pobres es de 91 dólares por persona, mientras el de las más ricas llega a 909 dólares. El estudio verificó que entre los más pobres existen considerables diferencias regionales, ya que mientras los de la región Sur tienen un consumo por persona de 118,2 dólares, los de la región Nordeste sólo llegan a 69,7 dólares.
Entre los más ricos, en la región Norte tienen un consumo de 628, 3 dólares por persona, mientras que en la región Centro-Oeste es de 990 dólares.
En la región Nordeste el consumo de los ricos es 11,8 veces mayor que el de las familias pobres, mientras en el Sur esa diferencia es de sólo ocho veces.
Entre todos los estados brasileños, el menor consumo de las familias pobres fue registrado en Maranhao, con 58,6 dólares por persona, mientras el mayor lo fue en el Distrito Federal de Brasilia, con 141,4 dólares.
Entre los ricos, los que consumen menos están en el estado amazónico de Amapá, con 461,0 dólares por persona, y los que gastan más son los de Río de Janeiro, con 1.181,3 dólares.
En cuanto a la disparidad de consumo entre ricos y pobres, los extremos fueron registrados en el estado de Alagoas, donde los primeros consumen 15,6 veces más que los segundos, y en Amapá, donde la diferencia es de sólo 5,3 veces.