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Perú

Los pobres tienen la culpa del precio del dólar

Fuentes: Rebelión

¿Qué les pasa a los pobres peruanos que no se dan cuenta que su intención de votar por Humala está causando la subida del dólar, la caída de la Bolsa, la postergación de las inversiones? ¡Qué país tan raro! Estamos quemando reservas monetarias del Banco Central, para que el billete verde no se dispare y […]

¿Qué les pasa a los pobres peruanos que no se dan cuenta que su intención de votar por Humala está causando la subida del dólar, la caída de la Bolsa, la postergación de las inversiones?
¡Qué país tan raro!
Estamos quemando reservas monetarias del Banco Central, para que el billete verde no se dispare y alimente una espiral inflacionaria. Y todo porque el sector pobre se le ha venido la ventolera de fregar al sistema y trasladar su apoyo a un candidato que ofrece a medias ideas de los años 70: intervención del Estado en la economía, control de las ganancias, redistribución social.
Alguien debería llevar a los pobres a un curso de economía, digamos que en la UPC, para ver si aprenden que si se encarece la divisa se perjudican ellos mismos, porque deben comprar más caro. Y de paso a otro de democracia, para convencerlos que los márgenes de elección no son tan anchos como parece y que hay mecanismos que no son los votos para decidir y moldear a los gobernantes.
Hace poco una asamblea de grandes empresarios reunida en Santa Clara definió con un estruendoso aplauso quién era su candidata. Y escogió el momento preciso para hacerlo, justo cuando la susodicha afirmó enfáticamente que no cambiaría la Constitución de Fujimori. Así quedaba consagrada como la representante del estatus quo. Lo demás fue poner al hombre de confianza del primer banquero peruano como su vicepresidente y prepararse para llevar en su lista para el Congreso a Cecilia Blume para que alcance un récord de colaboración con cuatro gobiernos sucesivos y la misma política económica.
Por cierto, si los pobres respondieran a las encuestas diciendo que van a votar por Lourdes y no por Humala, el dólar y la bolsa se tranquilizarían. Los inversionistas amigos del director de «Correo» ya no tendrían problemas de arriesgar su capital. Pero este es un país tan raro que la gente no ha entendido todo lo que se puede perder de la bonanza económica toledista, construida sobre cimientos fujimoristas. Es tan reconfortante saber que hay personas en el Perú que tienen ganancias extraordinarias que los colocan en la punta mundial, y que se llevan centenares de millones de dólares al exterior porque aquí no hay donde invertirlos; mientras los extremos de pobreza y desprotección de la mitad de la población, son de los peores del planeta; que resulta inexplicable que las elecciones traduzcan en sus resultados esta tremenda polaridad social.
Claro, de lo que deben preocuparse los hambrientos y los olvidados es de la estabilidad de los negocios. Deben cuidar con su voto el precio del dólar y las cotizaciones de la Bolsa de Valores. Pero el error de los pobres es que siempre quieren votar dando la contra.
Tal vez el error haya sido más bien darles el derecho al voto. Este sería otro país si los pobres no existieran en la democracia. Sería como en las playas del sur de Lima. Sólo gente como Uno. Para elegir un gobierno como a Uno le gusta.