Demasiado ricos como para pagar: cero impuestos para los multimillonarios norteamericanos
Roberto Zanini
En 2011 el hombre más rico del mundo no pagó un solo dólar en impuestos federales: con una fortuna de 18.000 millones de dólares, Jeff Bezos reclamó una desgravación de 4.000 dólares por sus hijos. Y la consiguió. En 2018, el segundo hombre más rico del mundo, Elon Musk, pagó cero dólares en impuestos federales. Y entre 2014 y 2018, el decano mundial de los financieros, Warren Buffett, pagó en impuestos federales el 0,98% de los 24.000 milones que acumulaba.
Y no hubo justicia divina que hiciera llover fuego y azufre del cielo. El miércoles pasado [9 de junio], el FBI y el Internal Revenue Service (IRS), la Hacienda norteamericana, lanzaron sendas investigaciones sobre la sensacional filtración de datos fiscales publicada por la revista digital ProPublica: 15 años de declaraciones de la renta de los 25 hombres más ricos del país, que muestran todo lo que han acumulado y lo poco o nada que han pagado.
ProPublica no es una pequeña organización benéfica dirigida por idealistas. Se trata de una publicación digital dura de pelar que ha ganado cuatro premios Pulitzer en la última década, editada desde 2007 por una entidad sin ánimo de lucro creada por Herbert and Marion Sandlers, marido y mujer de Nueva York, que vendieron el banco que poseían y crearon su innovadora redacción allá por 2007.
ProPublica no reveló su fuente, declarando tan solo que “recibió una recopilación de datos sin procesar”. Pero su prestigio, así como el meticuloso trabajo realizado con los datos durante meses, ha llevado a cualquier otro medio global de noticias a tomar los datos al pie de la letra.