Luiz Inácio Lula da Silva, cuando fue electo en 2002, representaba la esperanza del cambio. Cuatro años después, el candidato del PT, que será reelecto, representa la banalidad de la política, la despolitización. El análisis es del sociólogo Chico de Oliveira que, debido a la decepción con el gobierno Lula, se desafilió del PT en […]
Luiz Inácio Lula da Silva, cuando fue electo en 2002, representaba la esperanza del cambio. Cuatro años después, el candidato del PT, que será reelecto, representa la banalidad de la política, la despolitización. El análisis es del sociólogo Chico de Oliveira que, debido a la decepción con el gobierno Lula, se desafilió del PT en 2003, alegando que el partido negaba la necesidad de transformación social. En esta entrevista, él afirma que los discursos electorales de Lula, como los de Geraldo Alckmin, transmiten la idea de que la política es «algo sucio, de lo cual es preciso apartarse».
Brasil de Fato – De acuerdo con cinco encuestas sobre intención de voto, recientemente publicadas, Lula va a ser reelecto en el primer turno. ¿Cómo es que logró alcanzar eso?
Chico de Oliveira – En Brasil, difícilmente un gobierno pierde. No se si hay muchos ejemplos, porque la experiencia democrática es frágil. Estar en el gobierno es el 50% del camino. Tenemos una tradición muy personalista y presidencialista. Además de eso, Lula no perdió puntos con la población más pobre, a pesar de los escándalos. Su consolidación en el Nordeste es absoluta.
BF – ¿Por qué él consigue tantos votos en el Nordeste?
Chico – Tiene un componente regional, que existe en Brasil. Es muy soterrado, más y más fuerte. Cuando se sabe tocar en el nervio, él viene y toca, incluso cuando Lula haya sido solo nordestino en el nacimiento. No tiene experiencia de lo que hoy es ser nordestino. Geraldo Alckmin tiene una imagen de paulista, lo que no es una imagen fácil, que es difícil de pasar. Además, el candidato del PSDB es muy malo, débil, no tienen nada para mostrarle a Brasil. Por detrás de él, la sombra no es la de Mario Covas, al cual él siempre quiso identificarse, sino la de Fernando Henrique Cardoso, lo que le quita votos de la clase media.
BF – ¿No es un voto programático?
Chico – El no tiene programa. Sólo quiere el continuismo. Va a hacer eso, continuar tocando en la tecla de la Bolsa Familia. Cerró el arco. No tiene programa, porque no tiene nada nuevo para anunciar. Si él anuncia lo que tiene preparado, pierde votos, principalmente entre la clase media politizada. Lo que viene es la nueva reforma de la Previsión, la autonomía del Banco Central, que son políticas que no caen bien a parte del electorado. El sabe esto. Como el otro no tiene nada para ofrecer, Lula no precisa esforzarse para marcar fuertemente su política.
BF – Un candidato sin programa, que va a ganar las elecciones ¿qué representa eso para la democracia brasilera?
Chico – El impacto es extremadamente negativo y conservador. El se separó del PT, que tiene que correr atrás del perjuicio. La democracia queda algo banal, que quiere decir nada para las personas. Es como en Estados Unidos, en que el elector no se interesa, no ve la diferencia, no repercute en su cotidiano.
BF – Es un proceso de despolitización.
Chico – Total. Las imágenes, metáforas y llamados que Lula hace, y que Alckmin hace, son apolíticos. Y hasta antipolíticos. Es como si la política fuera algo suyo, de lo cual es preciso apartarse.
BF – ¿Cómo esto se refleja en la estrategia del PT?
Chico – El PT va a sufrir un golpe, porque las elecciones proporcionales son otra cosa. Las imágenes de los escándalos del partido tienen importancia. No va a conseguir una bancada de 90 diputados como consiguió antes.
BF – ¿La figura de Lula es comparable a la de Getúlio Vargas?
Chico – Vargas desmontó las oligarquías regionales, como en Sao Paulo, en Bahía, en Pará. Lula no tiene proyecto. Vargas unificó el Estado nacional, derribando barreras estaduales. La alianza de Lula con las oligarquías es para ganar elecciones y gobernar.
BF – ¿Cómo están los movimientos sociales?
Chico- Muy débiles. A no ser el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), los movimientos sociales prácticamente desaparecieron como expresiones nacionales. Lula secuestró a los movimientos sociales, quitándoles la iniciativa. Es el principal daño de la política de Lula.
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Traducción de Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa
* Nota de Correspondencia de Prensa. Francisco «Chico» de Oliveira es uno de los más importantes intelectuales de la izquierda brasilera, fue fundador del PT y actualmente adhiere al PSOL. Sociólogo y profesor titular de la Universidad de Sao Paulo, director del centro de Estudos dos Direitos da Cidadanía. Autor de una vasta obra en que se destacan: Os direitos do antivalor; Elegia para una re(li)giao; A navegaçao venturosa: ensaios sobre Celso Furtado; Critica a razao dualista. O ornitorrinco.
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