Apoyarán al PT para continuar las transformaciones sociales que se iniciaron en los últimos cuatro años. «Alckmin sería un retroceso para América Latina», «No podemos dejar que el PSDB gane» afirman sus dirigentes. De cara a un segundo turno electoral, donde el presidente Luiz Inacio Lula Da Silva confrontará cara a cara con Geraldo Alckmin, […]
Apoyarán al PT para continuar las transformaciones sociales que se iniciaron en los últimos cuatro años. «Alckmin sería un retroceso para América Latina», «No podemos dejar que el PSDB gane» afirman sus dirigentes.
De cara a un segundo turno electoral, donde el presidente Luiz Inacio Lula Da Silva confrontará cara a cara con Geraldo Alckmin, del Partido Social Demócrata de Brasil (PSDB), los movimientos sociales brasileños más importantes e influyentes coincidieron en la necesidad de una victoria del Partido de los Trabajadores (PT), ya que el caso contrario significaría un retroceso en la políticas sociales y ambientales implementadas por el Gobierno hasta este momento.
En la evaluación sobre los comicios del domingo, los dirigentes sociales también coinciden en el papel que jugó la prensa perjudicó al candidato de la izquierda brasileña.
En ese sentido, María de Graças Xavier, de la Unión de Movimientos Habitacionales, adelantó: «Vamos a apoyar al presidente Lula en el segundo turno para que tenga continuidad el combate contra la exclusión social en Brasil. Necesitamos que Lula esté en el poder porque él, más que Alckmin, va a priorizar las políticas habitacionales, el programa Bolsa Familia, el alimento de los chicos y que las familias de baja renta y la población negra pueda estudiar en la universidad».
Continuó Xavier: «Lula es el primer presidente que puso a la Policía Federal para investigar a casos propios y ajenos. Por todo esto, vamos a salir a las calles a manifestarnos a favor de la elección de Lula, para que puedan continuar los trabajos del Gobierno contra la pobreza y los bajos salarios».
En tanto, Fátima Mello, de la Red Brasileña de Integración de los Pueblos, desde Río de Janeiro, comentó: «Un triunfo de Alckmin sería un retroceso para América Latina, en especial para América del Sur, de lo todo lo que ha logrado Lula en política exterior» dice convencida. «Lula ha vaciado la agenda que Estados Unidos tenía para esta región», agrega.
Mello también alertó sobre la desconfianza hacia los partidos políticos y cargó contra el aparato mediático: «estas elecciones han develado un escenario preocupante por el descrédito que las personas mostraron hacia los partidos y se inclinaron a votar sólo por personas. También fue bastante temerosa la manera que los grandes medios, en especial la TV O´Globo, jugaron un papel muy fuerte para decidir la elección a favor del PSDB».
En otro tramo de su declaración remarcó que una derrota del PT «sería detener los avances que se han logrado para los más pobres», ya que «Alckmin no tiene ninguna prioridad en ese sentido».
Lo positivo de estar elección, según Mello, es que se vio que el PT no sólo es fuerte en San Pablo, sino que «en el Nordeste está naciendo una nueva generación de militantes. Por ejemplo, fue importantísimo el triunfo que tuvo el PT en la Gobernación del Bahía, donde siempre ganó la derecha». Para concluir, señaló que «el país no está divido entre pobres y ricos, ya que Lula tuvo una performance pareja».
Por otra parte, Tarcisio Feitosa -premiado mundialmente por su lucha a favor del medio ambiente-, de la Comisión Pastoral de Tierra (CPT), explicó que en el segundo turno se enfrentarán dos proyectos: «uno, representado por Lula, que tiene un diálogo con los movimientos sociales para discutir su programa; y otro, representado por Alckmin, que aquí en el Amazonas es el poder más reaccionario. Es la diferencia básica. Si gana Alckmin, será un cambio muy grave porque el es apoyado por los criadores de ganado y por los terratenientes».
Sobre los resultados del domingo, el militante social declaró que una segunda vuelta era un resultado previsible «porque la prensa divulgó el tema de la lista de información pero no contenido de la lista. Eso fue muy importante e influyó mucho en el electorado». El caso de la lista tiene que ver con un grupo de petistas de San Pablo que habría querido comprar en 1,7 millones de reales información secreta sobre los candidatos del PSDB, en especial sobre José Serra, hoy Gobernador paulista.
Hacia el final, Feitosa fue más contundente: «no podemos dejar que el PSDB gane, porque representa el poder económico del Amazonía». Y, a manera de reflexión, aportó su punto de vista sobre por qué el oficialismo no pudo ganar en primera vuelta: «el PT no consiguió mostrar los resultados de las políticas para los más pobres y no puedo comunicar a gran escala sus iniciativas serias en protección de la foresta».
Como conclusión, Feitosa expresó que el PT «tendrá que pasar por una reflexión muy profunda, por una relectura de sus políticas de alianzas y de los movimientos de bases para rescatar todo su potencial que fue construido durante tres décadas».
Al mismo tiempo, Malú Farías, de la Marcha Mundial de Mujeres, se mostró con expectativas para que en la nueva campaña se discutan los verdaderos problemas de Brasil y dijo estar esperanzada en que un nuevo mandato de Lula sirva para seguir con las transformaciones iniciadas en materia de legislación en apoyo a las mujeres, en reforma agraria y en despenalización de aborto.
Además, afirmó que con un posible Gobierno de Alckmin «no habría puntos de discusión» porque el PSDB «manifestó que tiene pensado reanudar las privatizaciones y el modelo neoliberal que durante ocho años llevó adelante Fernando Henrique Cardoso».
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