Traducido para rebelión por Carlos Martinez
Lula y el Partido de los Trabajadores volverán a discutir. Antes de viajar al Reino Unido, para una visita de tres días, el presidente dice que, si su partido no tuviera «juicio», puede verse obligado a darle la espalda.
Lula se refería a la intención del de divulgar, de aquí a diez días, un documento con críticas al gobierno y exigiendo un cambio en la política económica. En opinión del presidente, parte de la militancia del PT se comporta como si estuviese en la oposición.
Desde el domingo pasado se ha sabido que circula entre los dirigentes del PT un memorando reservado que defiende cambios inmediatos en la economía. Además de Lula, otro dirigente del PT se muestra muy en desacuerdo con los movimientos del partido: el ministro Antonio Palocci (Hacienda).
En la línea opuesta a la política adoptada por Palocci y su equipo, el documento del PT predica una bajada acentuada en las tasas de intereses y la disminución del superávit fiscal, hoy fijado en un 4,25% del PIB. El texto será debatido por el directorio nacional del PT los próximos días 18 y 19 de marzo.
De ahí la preocupación de Lula. El presidente recela que su propio partido acabe por abastecer de munición a la oposición. Hoje, PSDB e PFL centran las críticas al gobierno en sus «desvíos éticos» y «ineficencia económica», reflejada en el crecimiento económico de 2005 (un 2,3% del PIB). Lo curioso es que el documento que opone al gobierno y al PT fue redactado por Marco Aurélio Garcia, amigo y asesor de Lula. Vicepresidente del PT, participó en un grupo designado por el partido para diseñar en el papel un conjunto de directrices programáticas para la campaña electoral de 2006.
En contactos reservados que mantiene con sus amigos, Marco Aurelio manifiesta extrañarse de que compañeros del partido estén interpretando el texto como una crítica al gobierno. Afirma que el documento no deja de reconocer los avances del gobierno en el área económica, sin los cuales ahora no se podría estar discutiendo retomar el crecimiento de la economía.
Preocupado por las repercusiones del debate interno, el presidente del PT, Ricardo Berzoini, recuerda a sus correligionarios que ninguna tesis expuesta en documentos provisionales debe ser tratada como algo definitivo antes de obtener la aprobación formal del partido.
Ajena a la preocupación de Lula y de los miembros del PT próximos al Palácio do Planalto, el ala más izquierdista del partido expone públicamente el deseo de confrontar un supuesto inmovilismo económico del gobierno. Las dos principales voces de este grupo son el secretario general del PT, diputado estatal Raul Pont, y la diputada federal Maria do Rosário, ambos de Rio Grande do Sul.
En entrevista en al blog de la Folha de S.Paulo. divulgada el domingo, Pont dice: «Creemos que el presidente tendrá que tener en cuenta las posiciones del partido, que hoy, mayoritariamente, quiere un cambio en la política de intereses y en el superávit publico (…).» En el mismo tono, Rosario dice que el PT necesita presentar «propuestas más valientes».
Como líder del PT en el Senado, Aloizio Mercadante (SP) es miembro de la dirección. Y se prepara para «calificar el debate» que se celebrará en la reunión de la dirección. En declaraciones al mismo blog, Mercadante dijo: «Tenemos condiciones de tener un poco más de libertad en la política económica y necesitamos explorar esos espacios, pero sin perder la consistencia y sin imaginar que eso significa abandonar el compromiso de responsabilidad y austeridad fiscal»