El presidente de Brasil fue cuestionado por el Partido de los Trabajadores y figuras progresistas, por sus declaraciones de que con la edad se va hacia el «centro». En tanto, el mandatario se reunió ayer con los movimientos sociales y partidos que integrarán su coalición de gobierno.
El presidente de Brasil, Lula da Silva recibió una andanada de críticas de su Partido de los Trabajadores (PT) y figuras de la izquierda por sus declaraciones de que con la edad se va hacia al «centro» y hoy se reunió en Brasilia con los movimientos sociales y partidos que integrarán su coalición de gobierno.
«Yo soy un hombre de izquierda o entonces no tengo mucho juicio», dijo el titular interino del PT, Marco Aurelio García, un histórico dirigente de ese partido de más edad que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
García, también el principal asesor de política exterior del presidente de Brasil, atribuyó los dichos de Lula a una «broma», en declaraciones a la agencia italiana ANSA, en un intento por minimizarlos.
Lula afirmó el lunes al recibir un premio de la revista Istoé en San Pablo, ante banqueros y empresarios, que «si una persona muy adulta es de izquierda, es porque tiene problemas. Si una persona muy joven es de derecha, es porque también tiene problemas» y aclaró que a sus 61 años se ha ubicado en el «centro político».
Otro de los dirigentes históricos del PT y amigo de Lula, el reelecto senador Eduardo Suplicy, afirmó que «una cosa es tener madurez y otra es perder los ideales de justicia, igualdad y libertad. Yo tengo 65 años y si me preguntan, respondo que soy de izquierda».
El ex candidato presidencial opositor Cristovam Buarque, del Partido Democrático Laborista (PDT) y ex ministro de Educación de Lula, opinó que la declaración de Lula «consolida la opinión de que el gobierno actual es de derecha».
Significativamente, la dirección ejecutiva del PDT aprobó hoy la integración del partido a la coalición de gobierno, en votación no unánime, ya que cuatro miembros votaron en contra, entre ellos Buarque, según informó el diario La Folha de Sao Paulo.
El periódico también afirmó que el PDT reclamará ocupar uno de los siguientes ministerios: el de Educación, Trabajo, Seguridad Social o de Ciudades. «No me sorprendió, porque hace mucho tiempo que Lula no es de izquierda. A veces la andropausia te lleva a sensaciones nuevas. Uno de los problemas de la edad, en el caso de Lula, es la incoherencia», fustigó Plinio de Arruda Sampaio, de 76 años.
Sampaio es uno de los fundadores del PT que abandonó esa fuerza en 2003 y pasó a integrar el izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
La polémica se produce cuando hoy el presidente recibió a los movimientos sociales que apoyaron su reelección, entre ellos la Central Unica de Trabajadores (CUT); Fuerza Sindical(FS); Movimiento de Trabajadores Campesinos Sin Tierra (MST) y Unión Nacional de Estudiantes (UNE).
«Les cabe a los movimientos sociales llevar al gobierno nuevamente para la izquierda, independientemente de algunos sectores de la sociedad que quieren empujarlo hacia el centro», dijo Joao Felicio, vicepresidente de la CUT.
«Le dijimos al presidente que no vamos a salir a las calles para defender a un gobierno de conservadores», agregó.
Por su parte, el MST expresó sus dudas sobre la gran coalición que el mandatario armó para sustentar en el Parlamento a su segundo gobierno y Lula reafirmó su compromiso para buscar el crecimiento económico con distribución de ingresos y más políticas sociales.
El gobierno está definiendo un paquete económico que sería presentado al país el 18 de diciembre, informó ANSA.
El mandatario brasileño también reunió ayer, por primera vez, el Consejo Político que integran los ocho partidos que conformarán su alianza de gobierno en el Legislativo e integrarán su gabinete para el segundo mandato que iniciará el próximo 1 de enero.
Esa coalición tiene como eje al centrista Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), primera minoría en Diputados y segunda en el Senado.
«Lula dice cualquier cosa, dependiendo del público que tenga enfrente. El único compromiso que tiene es con el poder. Mañana va a decir lo contrario. Y eso que defiendo la postura de cambiar de idea a lo largo de la vida», disparó por su parte el poeta Ferreira Gullar.