Que los tres años en la presidencia de Mauricio Macri en la Argentina han sido funestos para la mayoría de la población ya es una situación conocida y uno de los datos que más indigna es que casi la mitad de los niños del país están en situación de pobreza. El dato lo acaba de […]
Que los tres años en la presidencia de Mauricio Macri en la Argentina han sido funestos para la mayoría de la población ya es una situación conocida y uno de los datos que más indigna es que casi la mitad de los niños del país están en situación de pobreza.
El dato lo acaba de revelar un informe del Observatorio de la Deuda Social que elabora periódicamente la Universidad Católica Argentina (UCA) en el cual se afirma que el 48,1 % de los menores del país sudamericano son pobres, mientras que los niveles de indigencia y de hambruna alcanzan al 10,2 %.
El diario Página 12 accedió al documento de la UCA donde se explica que según las estadísticas de 2017, el 28,1 % de los niños y niñas viven en hogares donde las necesidades básicas (alimentación, servicios sanitarios, agua) estaban insatisfechas y el 33,8 % desayuna, almuerza y merienda fuera de su casa, ya sea en comedores escolares o de organizaciones humanitarias de los barrios.
El 52,7 % depende del deficitario servicio de salud pública para atenderse, mientras el 45,3 % no visitó un odontólogo durante el último año y el 22,6% no recibió atención médica de ningún tipo.
Para la investigadora Ianina Tuñón, que participó en la elaboración del informe, esto da la medida de «una estructura social muy empobrecida que se nota en todos los indicadores».
Si bien el último índice de pobreza publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) marcó un 25,7% en el segundo semestre del año pasado, el deterioro de la situación económica permite prever que en 2018 ese número crecerá hasta situarse a cerca del 30 % a la par que la población por debajo de la línea de pobreza llegará al 29 % para fin de año.
El diario Página 12, que ofrece noticias reales de la situación existente en la nación suramericana, también está en la mirilla del gobierno neoliberal de Macri, al igual que la agencia estatal Telam donde recientemente y por la misma razón fueron despedidos a 350 empleados.
En los dos años y medio de gobierno, Macri ha incrementado drásticamente las medidas neoliberales mientras se ha entregado al Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar el descontrol financiero que ya tiene a las puertas de la Casa Rosada.
Como se ha hecho público, tras el acuerdo con el FMI por 50 000 millones de dólares, con un primer desembolso de 13 500 millones, cada una de las medidas fiscales, monetarias y cambiarias del Banco Central Argentino serán supervisadas por esa institución financiera.
Y no solo eso sino que también el FMI realizará una supervisión general e impondrá reducciones en el gasto público, exigirá más tarifas arancelarias así como el remate del fondo de garantías para pagar jubilaciones.
Los agentes del ente financiero internacional recibirán informaciones diarias, semanales y mensuales de las principales variables y serán consultados de manera continua acerca de las marcas establecidas, mientras su Junta Ejecutiva la evaluará cada trimestre para diagnosticar si continuará con la asistencia financiera.
Ahora fíjense bien, según asegura el gobierno, la mitad del primer empréstito la utilizará como apoyo presupuestario al Departamento del Tesoro para cubrir el déficit fiscal y la otra se enviará al Banco Central.
Los 35 000 millones de dólares restantes serán tratados como precautorios y en caso de que sean otorgados serán divididos en 12 trimestres de 2 900 millones cada uno comenzando el 15 de septiembre próximo y culminando en el mismo mes de 2021.
Otra de las cláusulas impuestas indica que si la tasa de inflación supera el 32 % anual en el venidero septiembre, el acuerdo puede caer. Aunque en el caso de no alcanzar esa meta, al igual que la regulación del déficit fiscal, comenzará a correr el mecanismo de excepción o perdón Waiver del FMI para mantener a flote el préstamo stand by.
Los números negativos acompañan al macrismo pues las compras netas de divisas para formación de activos externos, lo que antes se llamaba dólar ahorro, totalizaron de enero a mayo de este año 13 600 millones de dólares. Si se sostiene ese nivel de fuga en lo que resta de año, el Banco Central deberá entregar otros 19 040 millones para abastecer esa demanda, que supera ampliamente los primeros empréstitos prometidos por el FMI hasta diciembre.
El déficit de la balanza comercial subió a niveles récord pues llegó en mayo a 4 691 millones de dólares contra 1 876 millones en los primeros cinco meses de 2017.
Recordemos que el gobierno de Néstor Kirchner logró sacar a la población argentina de la profunda crisis en la que cayó el país con las políticas neoliberales establecidas por los regímenes de Carlos Ménem, Fernando de la Rúa (autor junto con su ministro de Hacienda Domingo Carvhalo del tristemente Corralito económico) y de Eduardo Duhalde.
Con la posición soberana de Néstor Kirchner que en 2006 pagó 9 600 millones de deuda al FMI y suspendió relaciones con ese organismo volvió a renacer la economía argentina, se establecieron políticas sociales justas, aumentaron los empleos y la tranquilidad y el bienestar volvieron al país.
Ahora las manifestaciones y protestas sindicales vuelven a retumbar a lo largo y ancho de la nación sudamericana y los habitantes aseguran que el impulso de las medidas neoliberales, lejos de un repunte de la economía lo que conllevarán es a más recortes públicos y mayor disminución de la calidad de vida de la población.
Los que se dejaron seducir por las promesas preelectorales de Mauricio Macri y le otorgaron el voto, cada día se arrepienten más del error cometido cuando observan que nuevamente se les viene encima un corralito financiero con las consecuentes políticas de desigualdad y pobreza generalizada.
Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.