El 19 de diciembre de 1883, Martí escribe una carta al director del diario La Nación en Buenos Aires, Mitre Vedia, en ella expresa: «Cierto que no me parece que sea buena raíz de pueblo, este amor exclusivo, vehemente y desasosegado de la fortuna material, que malogra aquí, o – pule de un solo lado […]
El 19 de diciembre de 1883, Martí escribe una carta al director del diario La Nación en Buenos Aires, Mitre Vedia, en ella expresa: «Cierto que no me parece que sea buena raíz de pueblo, este amor exclusivo, vehemente y desasosegado de la fortuna material, que malogra aquí, o – pule de un solo lado las gentes;- y les da a la par aire de colosos y de niños. Cierto que en un cúmulo de pensadores avariciosos hierven ansias que no son para agradar , ni tranquilizar , a las tierras más jóvenes, y mas generosamente inquietas de nuestra América. Cierto que me parecería cosa dolorosísima ver morir a una tórtola en manos de un ogro.» [1]
E n 1890 el Capitán estadounidense Alfred Mahan publicaba «The influence of sea power upon the history«, «La influencia del poder marítimo a través de la historia», y ese mismo año iniciaba la publicación de una serie de artículos que conformarían el libro «The Interest of América in Sea Power», «El Interés de América (Estados Unidos) en el Poder Marítimo.» En estos textos Mahan expresaba con claridad el horizonte estratégico sobre el que los EEUU, en su consideración, tendrían que ocuparse en esa fase, nominada después como la «Era de los Imperios: Primero: conversión del Pacifico Oriental, el Golfo de México y las Aguas del Caribe, en el Mare Nostrum estadounidense. Segundo: control de las principales Islas de esa área, en especial la identificada como principal para el control de la zona: Cuba. Y tercero: construcción bajo dominio estadounidense de un Canal Interoceánico en algún punto de Centro América. [2]
El 29 de octubre de 1881, Martí, revisando la dimensión gloriosa de la historia de la emancipación del pueblo de los Estados Unidos del Imperio Británico, había escrito: «¡Es que hay una hora en que la tiranía se ciega, y se deja vencer aturdida por el brillo y la pujanza de la Libertad! ¡Es que el soldado que lucha por la honra vale más, y lidia mejor, que el soldado que lucha por la paga!» [3] . En muy pocos años el pueblo que había batallado con ejemplar heroísmo por la libertad se transmutaba en el pueblo que toleraba un gobierno que pisoteaba la libertad a los demás pueblos y que avanzaba en el proceso de cercenar las libertades del suyo propio.
Martí llegó el 10 de agosto de 1881 a Nueva York , y antes de cumplir un año en su nuevo destino de destierro ya había iniciado una incesante labor de aliento y organización en las comunidades de emigrantes cubanos que no se resignaban a contemplar su patria sometida ; a esta tarea unió un asombroso quehacer periodístico en el que escrutó con ojos visionarios el rumbo de los acontecimientos y examinó con mirada microscópica los factores en los que se enraizaba el proceder imperial cuyas penas y agravios ya había sufrido en cuerpo y espíritu en la Isla amada sometida al dominio peninsular.
Entre el 15 de febrero de 1898 , fecha en la que los Estados Unidos con la guerra contra España , birlaron el proceso de independencia cubana , y 1918 , fecha en la que concluyeron las obras del Canal de Panamá ; con un poder marítimo incontestable , la instalación de la base de Guantánamo , en el sur de la Isla de Cuba , sumada al control militar en la Zona del Canal , se consolidó el dominio estadounidense en la región del Caribe , el área estratégica que desde el siglo XVI sirvió para la conquista y sojuzgamiento de todo el centro y el sur de América.
En el pensamiento de Mahan el Poder Marítimo y las Bases eran esenciales para lograr la proyección del dominio que aconteció sobre los que el llamó pueblos bárbaros e incapaces: «Si ésta (La Armada) es superior a la que pueda ser lanzada contra ella, y si la Costa esta defendida de manera que la armada quede libre para atacar donde los desee, podemos asegurar nuestros derechos.» En 1890 la Flota estadounidense era la sexta del mundo con 122.000 toneladas y en 1907, ya era la segunda, con 611.000 toneladas. La Zona del Canal había caído bajo su dominio absoluto desde noviembre de 1903 a través de un proceso de secesión territorial alentado y financiado desde Wall Street , y asegurado con la Armada y el Ejercito de los Estados Unidos. El mismo método utilizado con Texas en la década del cuarenta en el siglo XIX. El objetivo del Canal bajo su dominio era primordial pues permitía unir la Flota estadounidense que antes tenía que ir hasta el Cabo de Hornos para poder actuar en forma conjunta.
El 21 de diciembre de 1899, Teodore Roosvelt, quien adelanto en la ejecución de las ideas de Mahan durante su Presidencia, escribió en el periódico El Independiente: «A la larga, el hombre civilizado encuentra que no puede conservar la paz más que subyugando a su vecino bárbaro, pues el bárbaro no cederá más que a la fuerza, salvo casos excepcionales que pueden quedar olvidados, toda expansión de civilización trabaja para la paz. En otros términos, toda expansión de una potencia civilizada significa una victoria para la ley, el orden y la justicia.»
Ciento diez y ocho años después de las primeras publicaciones del Capitán Mahan, la región del Caribe y la Armada estadounidense vuelven a ser noticia de primera plana en los diarios. El diario El Espectador del 1 de julio de 2008 señala que a partir de este día se reactiva la IV Flota Estadounidense compuesta por «modernos buques, submarinos y hasta un portaviones nuclear» que forman parte de la primera armada del mundo por su potencia destructiva y su tonelaje. Su base operará en Mayport en el Estado de Florida y responderá al Comando Sur de los Estados Unidos ubicado en Miami.
El anuncio coincidió con la visita a Cartagena de Indias – en Colombia – del candidato republicano a la Presidencia de los Estados Unidos , el antiguo Oficial de la Marina estadounidense : John Mc Cain , que realizó una inusual visita – sorprendiendo a muchos analistas – y escogió esta fecha y este país , gobernado por el mas decidido aliado de la administración Bush , para visibilizar su perfil de hombre comprometido con la Seguridad Nacional de los Estados Unidos , y su apoyo irrestricto al Tratado de Libre Comercio. Mc Cain afirmo : «uno no puede volverles la espalda de ese modo a los aliados, sobre todo cuando se trata de un país que es baluarte de la democracia y un faro de esperanza en una región donde hay quienes se oponen a las libertades».
En el siglo XIX, el poder Imperial Británico fue utilizado para acceder y controlar los puertos carboneros en diversos lugares del mundo, asegurando mercados y destinos de inversión. Hoy, el carbón sin dejar de ser apropiado por las corporaciones europeas que negocian con las fuentes energéticas, no es perseguido con la misma terrible saña con la que se ubican y se controlan los territorios donde hay gotas de petróleo o se sospecha la presencia de las mismas, en esta era del fin de las energías fósiles. L a Región Andina, desde Venezuela, pasando por Colombia y llegando al Ecuador, ha sido revalorizada por la magnitud de sus reservas: las segundas, sino las primeras, a nivel mundial. El Canal de Panamá no ha dejado de ser considerado como un territorio estratégico por seguir siendo llave del comercio marítimo global. Y el movimiento político y cultural de desarticulación de la hegemonía hemisférica que se desenvuelve en el Sur de América , el viejo patio trasero , ocupa crecientemente las energías de los estrategas estadounidenses en un escenario planetario en el que emergen con fuerza colosal potencias que están relegando la supremacía global de los Estados Unidos y del Dollar.
¿Quien esta en el fondo de los pueblos,
como en el fondo de los hombres,
que a despecho de ellos mismos,
y con voz determinada e imponente,
aconseja al oído lo que en las horas de peligro deben hacer,
y los echa por el camino de la salvación,
en temporáneo arrebato de virtud,
que los sostiene y levanta
cuando están al borde ya de la caída?
José Marti
Durante su estadía en los Estados Unidos José Marti observo con clarividencia el mundo que se avecinaba: «No son solo dos islas las que estamos liberando, sino un mundo nuevo el que estamos equilibrando».
Su mente supo observar y prever, que es el primer oficio de la política, como el mismo diría. Observar, diremos ahora, en la avalancha de sucesos, los más determinantes, sin dejarse obnubilar por los constantes llamados a la atención que se arrojan desde los poderosos intereses que controla la mayor parte del flujo noticioso. Prever, enfatizamos ahora, los cursos probables de acontecimientos conforme a las raíces existentes, tanto las amenazantes como las esperanzadoras, y laborar sin pausa en la comunicación de las claves que Martí vislumbró como esenciales para «hacer resucitar la antigua América y fortalecer y revelar la nueva.»
El insuperable vacío , el pragmatismo romo que solo valora lo medios en función de su capacidad de alcanzar fines , y el irremediable colapso moral expandidos por una dirección planetaria que hizo del dinero el supremo valor orientador de la acción , corroen ahora la medula misma del orden que impera , tan poderoso como precario.
La asunción plena de las responsabilidades generadas con el innegable proceso de devastación ejercido sobre las bases naturales de la vida , pretende ser eludida con el uso de la fuerza como factor decisivo en las contiendas que se perfilan por el control de territorios identificados como estratégicos y con la propagación cada vez más abierta de de una propaganda racista dirigida a tornar imposible el acceso a los coloniales feudos de opulencia , y destinada también a legitimar los cursos de acción que apuntan a erradicar la «población sobrante».
No se vuelcan aún todas las energías creadoras en la búsqueda, honesta e inaplazable, de respuestas a los estragos causados en la tierra, en los universos interiores y en los tejidos sociales del planeta durante décadas de implantación de un progreso bárbaro que no ha dudado en sacrificar millones de victimas en sus altares.
Más que oponerse a un sistema que requiere adversarios para sostener su energía destructiva y que en caso de no encontrarlos debe encontrarlos a riegos de auto fagocitarse, se trata de examinar con claridad cuanto de aquello a lo que nos oponemos llevamos dentro y podemos desechar. Cuantas ideas, formas de valorar y de actuar alimentan el orden imperante. Concentrar las energías en la creación de otro universo de sentido puede desatar movimientos colosales pues el malestar con lo que prevalece es evidente y lo que se esta precisando es el conocimiento de esas islas diversas que con asombrosa tenacidad han preservado la memoria de la luz ; siembran las semillas del arco iris ; cuidan la vida y la tierra ; comparten y cooperan ; sanan las heridas infringidas durantes siglos de inenarrables atropellos a las mujeres y los pueblos clasificados como salvajes ; estiman y circulan la palabra que tiene espíritu ; la palabra enraizada en los más nobles sentimientos y los más co inspiradores sueños.
«Tiene el corazón sus caudales, y perecen en su palacio de oro, como el Rey Midas, los pueblos que dejan morir estas puras riquezas. Sentir, es ser fuerte. Ni cabe comparación, en el concepto y gratitud humanos, entre Jesús y Creso. ¡No hay flores más lozanas y fragantes que las que nacen sobre la tierra de los muertos! De amar las glorias pasadas, se sacan fuerzas para adquirir las glorias nuevas!» José Martí
[1] Cesto de Llamas. Biografía de José Marti. Luís Toledo Sande.Cuarta edición. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 2000.
[2] La influencia del poder marítimo a través de la historia. Alfred Mahan. Universidad Nacional de Colombia. 2.000.
[3] José Marti En los Estados Unidos, Edición critica Roberto Fernández Retamar y Pedro Pablo Rodríguez. , coordinadores. 2003. Pagina