Tras varios años alejado de las películas de ficción, el cineasta cubano Manolo Pérez (El hombre de Maisinicú) volvió a la pantalla con una historia intimista, afincada en la década de los convulsos 90.Bajo el título Páginas del diario de Mauricio, la cinta -cuyo estreno tendrá lugar el próximo viernes- aborda la historia de un […]
Tras varios años alejado de las películas de ficción, el cineasta cubano Manolo Pérez (El hombre de Maisinicú) volvió a la pantalla con una historia intimista, afincada en la década de los convulsos 90.
Bajo el título Páginas del diario de Mauricio, la cinta -cuyo estreno tendrá lugar el próximo viernes- aborda la historia de un hombre que cumple 60 años en medio de una coyuntura histórica cuyos cambios dejan una profunda huella en sus certezas e incertidumbres.
Protagonizada por Rolando Brito, Páginas… -seleccionada para competir en agosto en el Festival de Montreal, Canadá- transita por distintas etapas del acontecer en la isla, desde 1988 hasta el principio del nuevo siglo, sin excluir fenómenos como el de la migración.
El punto de partida de la evocación-reflexión coincide con la transmisión de las Olimpídas de Sidney, cuando el equipo de pelota cubano pierde frente al de Estados Unidos, mientras sus coterráneas, l se alzan con el oro al derrotar a las jugadoras rusas, en volibol.
Pérez recurre al flash back para contraponer pasado y presente durante poco más de 120 minutos de metraje, apoyado en un excelente grupo de actores a los que extrae el máximo partido con la pericia de un artífice ducho en el arte de dirigir a un elenco que aúna figuras consagradas y noveles.
En conferencia de prensa, el realizador -autor también del guión-, explicó que la historia narrada carece de referencias autobiográficas. Filtrada en el tamiz de sus percepciones y vivencias personales, se nutre sobre todo de experiencias comunes a su generación.
La construcción del personaje de Mauricio -señaló- se alimenta de la vida acumulada a mi edad, pero también de la de los amigos que me acompañaron a lo largo de estos años.
Confesó que trabajó en el guión en varios períodos, desde el principio cuando lo concibio como materia prima para un serial televisivo. La idea fue transformándose con el tiempo y tomando nuevas formas hasta cuajar definitivamente en el 2000.
Sin embargo, en última instancia, como todos los directores saben -precisó- un guión solo se concluye cuando termina la edición.
A la pregunta de si se propuso apelar al melodrama o la nostalgia, respondió que ninguna de estos dos elementos le interesaba. Mi propósito fundamental -aseguró- fue una reflexión sobre aspectos existenciales, dramáticos, de la vida de personas como Mauricio durante esos años duros, difíciles.
Coproducida por el Instituto de Cine Cubano, Fénix P. C y los Estudios Churubuscos, con la participación de la Televisión Española, Canal Plus y el ICAA, Páginas del diario de Mauricio se exhibirá, una vez concluido el festival de Montreal, en octubre o noviembre en España.
Para redondear el final, Manolo Pérez se vale de una canción de Pablo Milanés (Cuántas veces), que irrumpe mientras la cámara comienza a tomar distancia de los personajes. Caen los créditos como chispazos de luz. La voz mágica de Pablo Milanés cobra una dimensión protagónica.
Páginas del diario de Mauricio es una cinta para un sector del público. Su director toma partido, según sostuvo, por la austeridad y la sobriedad, aunque sin dejar de apuntar a las emociones y abordar estados de ánimo como la felicidad y la soledad.
Tal vez el filme hubiera requerido mayor síntesis, sobre todo en sus primeros 60 minutos. Desde muchos puntos vista, Manolo Pérez sintió esta cinta como un desafío. Páginas del diario de Mauricio es una película que hacía falta.