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Marx tenía razón, la crisis del petróleo en el seno del imperialismo

Fuentes: Rebelión

“Yankee dollar talk

To the dictators of the world

In fact it’s giving orders

An’ they can’t afford to miss a word”

The Clash, I’m so bored with the U.S.A.

El petróleo bajo tierra, la crisis en el seno del imperialismo que “revive” a Marx

Mucho se ha dicho sobre la crisis del petróleo. Y es que se debe a una crisis histórica sin precedentes, en donde se presentó una caída del 300% del valor del oro negro de West Texas (WTI), es decir, un valor negativo de -37,63 dólares por cada barril. Este hecho es la nueva postal de la irracionalidad del sistema capitalista, en donde los vendedores han tenido que pagarles a los compradores para que se lleven el petróleo. La situación es tal que los contratos proyectados para mayo por el WTI tocaron un piso mínimo récord de 1,02 dólares por barril.

En este sentido diversos analistas han aludido a la incapacidad de las petroleras para almacenar todos los barriles producidos hasta la fecha. La misma Administración de Información Energética (AIE) de Estados Unidos ha señalado que las reservas de crudo aumentaron en 19,25 millones de barriles la semana pasada, en donde Rystad Energy estimó que para el viernes 17 las reservas habrían aumentado a 23,7 millones.

Frente a esta situación Stephen Schork, editor del boletín The Schork Report sobre el curso del mercado del combustible fósil, afirmó que es probable que la capacidad de almacenamiento de EE.UU se agote de aquí a dos semanas, agregando que: “Cualquier producción que estemos reduciendo no va a compensar la destrucción de la demanda” [1]

Sin embargo no hay que ser ningún especialista para dar cuenta que los almacenamientos de petróleo se están desbordando; sobre todo cuando Amrita Sen, directiva de Energy Aspects ha afirmado abiertamente al Financial Times que el petróleo se está almacenando en una serie de barcos sin rumbo desplegados por alrededor del mundo: “puedes ponerlo en barcos y moverlo alrededor del mundo de inmediato. Sin embargo, los tanques de almacenamiento en Cushing estarán llenos en mayo» [2]. Desde ya habría que poner una alerta y evaluar los impactos ecológicos de esta medida que han aplicado los capitalistas petroleros.

En este mismo sentido nos parece interesante el planteamiento de Rolando Astarita, economista argentino -manteniendo las diferencias con el autor- quien ha afirmado que:

El resultado es que no hay capacidad para acopiar más crudo en tierra. Por esta razón se están alquilando barcos súper tanques, con capacidad de almacenar 2 millones de barriles, a US$ 350.000 diarios. La tarifa es el doble de hace un mes. Se calcula que existen unos 160 millones de barriles almacenados en 60 súper tanques alquilados. Y en los próximos meses se podrían llenar 200 supertanques [3].

Imagen de los barcos petroleros que se encuentran varados. Fuente: Sergio Elguezábal, periodista argentino.

Hasta el momento la única recuperación es la que ha señalado el WTI para el 21 de abril, sin embargo es una recuperación aún marginal que mantiene al crudo en un precio negativo de -4,72 dólares.

Es aquí en donde podemos hablar de tres claves en la crisis del petróleo: 1. La caída de la demanda global del petróleo, debido a la misma crisis del COVID-19, que ha cerrado y limitado el intercambio internacional de los mercados, a la par de la crisis económica internacional que se encuentra en curso. 2. Sobreproducción y disputas de los países petroleros, en donde el océano se encuentra cargado con buques que trasladan sin rumbo toneladas de petróleo, además del no acuerdo entre los países pertenecientes a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP); y finalmente 3. Falta de espacio para almacenamiento. 

Desde ya debemos mencionar que los analistas, economistas y diversos empresarios han debido acudir -incómodamente- a las citas y planteamientos de Karl Marx para buscar explicaciones a la crisis del petróleo. No es menor que el mismo apellido de uno de los fundadores del comunismo fuese tendencia mundial en la plataforma Twitter después de que el valor del petróleo fuese sepultado bajo tierra.

Es aquí en donde Marx pareciera tener la última actualización de Twitter en su celular cuando afirma que:

Cuando el capital adelantado en medios de producción y fuerza de trabajo ha sido transformado por el capitalista en producto, en una masa de mercancías acabada y destinada a la venta, y esta masa queda almacenada e invendible, no solo se paraliza el proceso de valorización del capital durante ese lapso. Los desembolsos en edificios, trabajo adicional, etcétera, que exige la conservación de este acopio constituyen positivamente una pérdida. [4]

 Detrás de la crisis: El petróleo es una ficha de dominó dentro una larga cadena

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central preveían una crisis económica mundial para el 2021-2022, que se aceleró con la llegada del COVID-19. Ante esto la caída del petróleo a un valor negativo y su sobreproducción alerta la crisis económica que se encuentra en curso, se agudice y afecte con más fuerza a países dependientes económicamente de las potencias imperialistas.

Asimismo, lo afirmó Kristalina Georgieva, directora-gerente del FMI, cuando se refiere a que la crisis del coronavirus: “alteró el orden económico y social con la velocidad de un rayo” [5]. El FMI, esperanzados, esperaban para este año un crecimiento positivo de la renta per cápita en 160 de los 189 países miembros, sin embargo Georgieva declara hoy en día, ese número cambió: Por el contrario; se prevé que 170 países tendrán un crecimiento negativo este año. Y claro está cuando una de las principales potencias imperialistas, como Estados Unidos, presenta un brutal índice de 26 millones de desempleados sólo a nivel país. Esto alerta una crisis peor que la crisis económica del 2008 y tan profunda como la crisis de 1929.  

A esto se le deben sumar las cifras entregadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la cual anunció que más de 1.000 millones de trabajadores en el mundo se encuentran en peligro de perder sus empleos o de sufrir una reducción en sus salarios [6]. En este mismo sentido, la OIT declara que “Más de cuatro de cada cinco personas (81 por ciento) de las 3.300 millones que conforman la fuerza de trabajo mundial están siendo afectadas por cierres totales o parciales de su lugar de trabajo” [7].

Ahora ¿qué relación tienen estos datos con la debacle del petróleo? En definitiva, se trata de uno de los eslabones de las áreas de la producción que se encuentran hoy en día afectadas por el ciclo de crisis del capital cual una larga fila de fichas de dominó o cual derrumbe de una pirámide de naipes, en donde por los ritmos frenéticos de competencia entre los diversos capitalistas para acumular mayor capital se decantan diversos fenómenos que rompen la ilusión momentánea del equilibrio económico. Sobre esto, el economista belga, Ernest Mandel, afirma que: “Cuando la distribución de las fuerzas productivas no corresponden a esta distribución de las necesidades, desaparece el desequilibrio económico y se presentan juntas la superproducción y la subproducción” [8].

Con la crisis del petróleo queda en evidencia que el modelo productivo del capitalismo está lejos de seguir una auto-regulación, sino que se trata de un sistema completamente desbandado que no sólo conduce a crisis económicas periódicas, sino que con esto acarrea además el deterioro de diversas esferas de la sociedad. El desmantelamiento más evidente en estos tiempos es el de los sistemas de salud a escala internacional, por dar un ejemplo.

Sobre esto Mandel, como si de volver a la vida se tratase, pareciera responder al problema del petróleo y a la crisis, afirmando que:

Que la oferta supera a la demanda quiere decir que la producción capitalista, producción anárquica, no planificada, no organizada, invirtió desordenadamente en una rama industrial más horas de trabajo que las socialmente necesarias, que ha malgastado una determinada cantidad de horas de trabajo, que derrocho trabajo humano, y que este trabajo humano malgastado no será retribuido por la sociedad [9].

Ahora ¿qué ocurre si este trabajo humano malgastado no es “retribuido por la sociedad”? Una primera respuesta, y casi automática, sería la de afirmar crisis económicas, pero desde ya al estar la economía en manos de los capitalistas, los costos son rápidamente destinados sobre los hombros de las familias trabajadoras, con despidos, recorte a los sueldos, suspensiones de contratos, cierres de empresas o fábricas, etc. La proyección es esa: La de un ejército de desempleados alrededor del mundo para salvaguardar los bolsillos de los empresarios.

Nuevamente empresarios vs. trabajadoras y trabajadores

Desde ya los empresarios buscarán imponer diversos ataques en contra de las grandes mayorías como hemos afirmado anteriormente. Sin embargo, los capitalistas al encontrarse en procesos de crisis económicas buscan desarrollar procesos de auto-reforma para mantener a flote el capitalismo. En este sentido por un lado se comienza a hablar de un plan de “uberización” del trabajo. ¿A qué nos referimos con esto?

El plan de la burguesía es aprovecharse del temor provocado por la pandemia en las y los trabajadores, y los sectores empobrecidos, para profundizar medidas favorables para la minoría rica a nivel internacional. Estas medidas serían profundizar la precarización laboral, aumentar la productividad con el teletrabajo, estudiar un sistema de intercambio de trabajadores ya precarizados entre empresas, como se ha visto en empresas multinacionales como Mcdonald’s o la trasnacional Walmart que ha costa de la exposición de miles de trabajadores aumentó sus ganancias a un 2,6% en medio de la pandemia, una fortuna líquida de USD $165.000 millones. Con el objetivo principal de esclavizar aún más a la clase obrera como forma de salida a la crisis económica post pandemia.

Con millones de despidos a nivel mundial las y los trabajadores se ven arrojados a las más extremas condiciones, así lo afirma Andreas Kluth, columnista de Bloomberg:

El cliché más usado sobre el coronavirus es que amenaza a todos de la misma manera. Eso no es verdad, ni médica ni económicamente, ni física ni psicológicamente. El Covid-19 exacerba las condiciones preexistentes de desigualdad. Más temprano que tarde, causará tormentas sociales, incluso insurrecciones y revoluciones [9]

Ejemplo de esto son las manifestaciones de cientos de desempleados en Colombia y Ecuador, que se agrupan bajo la cruda frase “¡Tenemos hambre!”, reprimidos brutalmente por la policía y golpeados por la política de los gobiernos y su subordinación al imperialismo y a los empresarios a nivel internacional.

En palabras de Mandel:

Las crisis económicas capitalistas son fenómenos inverosímiles, nunca vistos anteriormente. No se trata de crisis de escasez, como lo fueron las crisis precapitalistas; son crisis de superproducción. Los desempleados mueren de hambre, no porque no haya lo bastante para comer, sino porque los productos alimenticios son relativamente demasiados [10].

Sin embargo, los procesos en Ecuador y Colombia se pueden ver desde otra óptica: Se tratan de procesos de respuesta frente a una crisis que las clases dominantes buscan que las amplias mayorías acepten resignadamente entre los dos destinos que tienen para ofrecer: El hambre o la enfermedad con el COVID-19. Estos fenómenos deben sumarse a su vez a los llamados a huelga general por la vida en el sur de Italia, así como los procesos de huelgas en diversas partes del mundo, como la huelga de las y los trabajadores de Amazon en EE.UU.

Como hemos afirmado anteriormente [11] se trata de un proceso abierto que no estará exento de alguna respuesta por parte de las amplias mayorías que son empujadas al callejón de la barbarie capitalista, y que se vinculan a los procesos de lucha que se han presenciado en América Latina y que aún se encuentran abiertos. El estallido social chileno es expresión de esto mismo; y las crisis orgánicas abiertas a escala mundial están lejos de ser superadas, en donde la única certeza venidera es la de la lucha. Es aquí en donde el mismo Henry Kissinger ha afirmado que el mundo entero puede incendiarse [12].

La pregunta es ¿estaremos preparados para este gran incendio? Los procesos de lucha de darán de forma inevitable, lo que en definitiva pone el debate y la preparación estratégica al centro. La preparación activa de ese ejército de desempleados y trabajadores, así como de los sectores empobrecidos y lo más despierto de la sociedad se vuelve una tarea vital para abrir un nuevo horizonte. Y es que si la crisis internacional proyecta cifras tan catastróficas se debe en buena medida a que la clase obrera, hoy más que nunca, se encuentra más extendida alrededor de todo el mundo, lo que le da una potencialidad sin precedentes.

Como afirmaba el nuevamente resucitado Marx: “Así, el desarrollo de la gran industria socava a la burguesía la misma base de su sistema de producción y de apropiación de los productos. Produce, antes que nada, sus propios sepultureros.” [13]

Referencias bibliográficas:

[1]Newsroom, I. (2020). Crudo cae a mínimo de 18 años; baja récord en demanda de EE.UU. Infobae. Retrieved 25 April 2020, from https://www.infobae.com/america/agencias/2020/04/15/crudo-cae-a-minimo-de-18-anos-baja-record-en-demanda-de-eeuu/

[2]Sen, A. (2020). US oil price below zero for first time in history. Ft.com. Retrieved 25 April 2020, from https://www.ft.com/content/a5292644-958d-4065-92e8-ace55d766654

[3]Astarita, R. (2020). Precio negativo del petróleo y ley del valor trabajo. Rolando Astarita [Blog]. Retrieved 25 April 2020, from https://rolandoastarita.blog/2020/04/21/precio-negativo-del-petroleo-y-ley-del-valor-trabajo/amp/?__twitter_impression=true&fbclid=IwAR1EFUc3nHSqc6HF9OX9VOpvVBq6iEhjMw2Q04prNv8CMqBHnuqtM8FlQiw

[4] Marx, K., & Engels, F. (2003). El capital. Tomo II (p. 173). Siglo XXI Editores.

[5]Acier, A. (2020). Precarización y pandemia en las relaciones de clase: la burguesía alerta sobre “insurrecciones y revoluciones”. Ideas de Izquierda. Retrieved 25 April 2020, from https://www.laizquierdadiario.com/Precarizacion-y-pandemia-en-las-relaciones-de-clase-la-burguesia-alerta-sobre-insurrecciones-y-revoluciones

[6]OIT. (2020). OIT: El COVID-19 causa pérdidas devastadoras de empleos y horas de trabajo. Ilo.org. Retrieved 26 April 2020, from https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_740920/lang–es/index.htm 

[7] Idem.

[8] Marx, K., Engels, F., & Mandel, E. (2018) Para entender la explotación capitalista.(p. 67). Ediciones IPS. 

[9] Ibídem, p. 68-69

[9]Kluth, A. (2020). This Pandemic Will Lead to Social Revolutions. Bloomberg.com. Retrieved 25 April 2020, from https://www.bloomberg.com/opinion/articles/2020-04-11/coronavirus-this-pandemic-will-lead-to-social-revolutions?srnd=opinion .

[10] Marx, K., Engels, F., & Mandel, E. (2018) OP CIT p. 103

[11] Melita, F. (2020). COVID-19 y crisis económica: ¿Hacia dónde va la situación internacional?. Ideas Socialistas. Retrieved 25 April 2020, from http://www.laizquierdadiario.cl/COVID-19-y-crisis-economica-Hacia-donde-va-la-situacion-internacional

[12] Henry Kissinger: “La pandemia de coronavirus alterará el orden mundial para siempre”. Infobae. (2020). Retrieved 25 April 2020, from https://www.infobae.com/america/eeuu/2020/04/05/henry-kissinger-la-pandemia-de-coronavirus-alterara-el-orden-mundial-para-siempre/ .

[13] Marx, K., & Engels, F. (2006). Manifiesto Comunista (p. 50). LOM Ed.