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Más créditos, pero no menos pobreza

Fuentes: IPS Noticias

Los créditos del Banco Mundial para el desarrollo aumentaron en 2004, pero eso no mejoró la calidad de vida de millones de pobres en todo el mundo, señalaron grupos críticos de la institución.

Los préstamos del Banco a países en desarrollo aumentaron 2.200 millones de dólares el año pasado al llegar a 22.300 millones, debido principalmente a la renovación de créditos de países de medianos ingresos, destacó el jueves la institución financiera multilateral.

La mayor parte del dinero prestado procedió del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRD), que obtiene sus fondos de los mercados internacionales de capital. El BIRD prestó 13.600 millones de dólares para 118 de un total de 279 proyectos financiados por el Banco el año pasado.

La filial de créditos del Banco, la Asociación Internacional para el Desarrollo, es financiada por contribuciones directas de los países más ricos y en 2004 otorgó 8.700 millones de dólares en créditos sin intereses o donaciones a los países más pobres del mundo, para 161 proyectos.

El Banco destacó que «la calidad general de los créditos también mejoró», lo que atribuyó a una mejor preparación, selectividad y supervisión, de acuerdo con las exigencias de Estados Unidos, el mayor accionista del Banco y de su institución hermana, el Fondo Monetario Internacional.

Pero activistas del desarrollo advirtieron que más dinero no significa mejores resultados, en especial porque el Banco continúa sujetando sus créditos a condiciones contraproducentes relativas a políticas económicas.

«El Banco está interesado en demostrar la eficacia de sus programas, y esto es una cuestión controvertida actualmente», declaró Doug Hellinger, del grupo Development GAP (Grupo de Desarrollo para Políticas Alternativas), con sede en Washington.

La institución «presenta las cifras de la manera que más le conviene», afirmó. «Sabemos que la pobreza ha aumentado o ha permanecido estable en la mayoría de los países en que el Banco tiene operaciones, salvo en China e India», los dos países más poblados del mundo, dijo.

De los créditos, donaciones y garantías ofrecidas el año pasado, 15.700 millones de dólares financiaron proyectos específicos, como construcción de rutas, oleoductos u otras obras de infraestructura. Los préstamos para inversiones son ahora más de 50 por ciento mayores que en el año 2000.

Los restantes 6.600 millones de dólares se destinaron a operaciones relacionadas con políticas de apertura económica, como privatizaciones y liberalización comercial.

«Nos sentimos particularmente alentados por la reversión de dos tendencias descendentes: la asistencia financiera del Banco a países de medianos ingresos, y el volumen de créditos para inversiones», declaró James Adams, uno de los vicepresidentes del Banco.

Además, destacó la institución, los créditos que corrían riesgo de no alcanzar sus objetivos de desarrollo cayeron de 15,9 por ciento en el año fiscal 2004 a 13,5 por ciento al final del año fiscal 2005.

Agregó que se otorgó más importancia a los proyectos de «desarrollo humano» (educación, salud y otras áreas sociales) tendentes a cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados por la ONU en 2000, entre ellos la reducción de la pobreza extrema y el hambre a la mitad entre 1990 y 2015.

Por otra parte, grupos y expertos en desarrollo afirmaron que la calidad de vida de millones de pobres no ha mejorado, y reclamaron una supervisión independiente de esos créditos.

«El volumen general de créditos del Banco y su contribución a la reducción de la pobreza no siempre están correlacionados», observó Manish Bapna, director ejecutivo del Centro de Información del Banco (BIC), un grupo de vigilancia de la institución, con sede en Washington.

«Una supervisión independiente, de terceros, sobre la efectividad de los créditos ayudaría a evaluar la contribución real del Banco Mundial a la reducción de la pobreza», dijo Bapna.

India encabezó la lista de países prestatarios en 2004, con 2.890 millones de dólares, seguida por Turquía con 1.800 millones, Brasil con 1.770 millones, China con 1.000 millones e Indonesia con 917 millones.

«Estos números indican que el Banco se está alejando de su objetivo de reducción de la pobreza para concentrarse en proyectos de infraestructura» en los países del Sur comparativamente más ricos, señaló Sameer Dossani, director del grupo 50 Años Bastan.

«Todos los grandes prestatarios del Banco… pueden obtener y de hecho obtienen fondos de mercados privados de capital por su propia iniciativa», agregó.