El presidente brasileño espera que la próxima reunión sea con Venezuela como miembro pleno del Mercosur. Pero todavía no fue ratificado su ingreso por los parlamentos de Brasil y Paraguay. El Banco del Sur inicia sus operaciones en noviembre. El anunciado y esperado encuentro entre el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y […]
El presidente brasileño espera que la próxima reunión sea con Venezuela como miembro pleno del Mercosur. Pero todavía no fue ratificado su ingreso por los parlamentos de Brasil y Paraguay. El Banco del Sur inicia sus operaciones en noviembre. El anunciado y esperado encuentro entre el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y el de Venezuela, Hugo Chávez, en la ciudad de Manaos, se concretó horas después de lo programado. La agenda hablaba de un almuerzo presidencial, pero la conferencia de prensa conjunta culminó casi a la hora en la que la mayoría de Latinoamérica se prepara para cenar. Y las declaraciones efectuadas se refirieron a la intención de aumentar la integración bilateral, pero no hubo declaraciones concretas al ingreso de Caracas al Mercado Común del Sur (Mercosur), que integran Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
De frente a la prensa, el dueño de casa expresó el deseo de que la próxima reunión con su visitante se realice con Venezuela ya como miembro del Mercosur. Así marcó que la integración latinoamericana fue el eje del encuentro con Chávez en la capital del estado Amazonas, al norte de Brasil, pero al no haberse exhibido la aprobación del ingreso por parte del Congreso brasileño (también resta igual trámite del parlamento paraguayo), los mayores avances se concretaron en la órbita bilateral.
Como ejemplo, basta mencionar que el relanzamiento oficial del Gasoducto del Sur no tuvo una mención destacable. Al respecto, sólo se anunció que se acordó la realización de reuniones técnicas para abordar el tema del gas, en aras de concretar la construcción del citado ducto. Los tubos con el hidrocarburo saldrán de Güiria (Venezuela), pasando el Orinoco y llegará a Manaos, «esto le dará cuerpo a la unión del Sur para blindarnos de las amenazas de la crisis energética», añadió Chávez.
El venezolano sostuvo que conversó con Lula sobre una gran diversidad de temas, entre ellos el energético. Manifestó que acordaron acelerar reuniones técnicas para finiquitar lo relativo a las empresas mixtas en la Faja Petrolífera del Orinoco entre las petroleras Petrobrás (Brasil) y PEDEVESA (Venezuela). La refinería de Pernambuco y la explotación de petróleo en el campo de Carabobo, fueron puntos focales.
Se informó que se va a realizar una reunión «estratégica» en diciembre para «ensamblar como un nuevo piso en las relaciones, elevar a un nuevo nivel las relaciones históricas, políticas, económicas, energéticas, entre nuestros dos países», dijo Chávez, ante el asentimiento de Lula, que se encontraba a su lado.
El anfitrión explicó que ambos mandatarios fueron formados para «respetar las particularidades de cada país» y que está dispuesto a hacer «cualquier esfuerzo para que Brasil y Venezuela se tornen cada vez países más hermanos y para que no haya tantas divergencias». Y de inmediato se anunció que habían acordado mantener cuatro encuentros bilaterales al año, dos en Caracas y dos en territorio brasileño.
Chávez, a su arribo a Manaos, había declarado que el retraso en el proceso de adhesión plena de su país en el bloque regional obedece a razones políticas y que de no ser aprobado, sería una «victoria para el imperio norteamericano».
«Ahora yo estoy seguro que es la mano del imperio, es la mano norteamericana que está tratando de evitarlo, si Venezuela no ingresa al Mercosur, victoria para el imperio; pero sería una victoria pírrica, porque la integración de América del Sur no la para nadie, mucho más allá de Mercosur, mucho más allá de la CAN que son mecanismos viejos además», añadió el mandatario bolivariano.
Chávez destacó que va a esperar hasta «un límite» de tiempo por la aprobación de su adhesión al Mercosur, pero advirtió que su país «tiene dignidad» y no va a seguir «rogando» para que le permitan ser parte del bloque regional. «Nosotros no podemos imponerle tiempo a nadie, Venezuela tiene el libre albedrío de esperar hasta un límite, (…) nosotros tenemos dignidad, nosotros no vamos a estar arrastrándonos, ni rogándole a nadie, si realmente no se puede aprobar eso, ahora bueno y que le vamos a hacer sencillamente seguimos trabajando, hay bastante trabajo en la integración y en la unión de los pueblos de América», enfatizó en tierras amazónicas.
Se había especulado con que Lula podía exhibir a su visitante la aprobación del ingreso de Venezuela al Mercosur por parte de la Cámara Baja en Brasilia, hecho éste que al cierre de esta edición no se había concretado.
Llamó la atención la declaración en referencia al Banco del Sur de Chávez. El visitante anunció que está todo preparado y listo para que inicie su operatoria en noviembre, con los países que estén. «Los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner, (Ecuador, Rafael) Correa, (Bolivia), Evo (Morales), y yo estamos listos para arrancar, no podemos esperar más, incluso tenemos una fecha para noviembre, y la sede del banco es Caracas», anunció en forma tajante a su arribo a Brasil.
«No hacen falta más reuniones. Todo está listo. Se han hecho todas las reuniones que se tenían que hacer. Ya no podemos esperar más, hemos esperado bastante» para fundar el banco regional. Asimismo, Chávez manifestó que «Venezuela ya tiene listos los recursos para aportarlos, de los excedentes de las reservas de este año, pudiera ser hasta mil millones de dólares para comenzar».
Según el jefe de Estado venezolano, el banco tendrá como función la financiación de proyectos de desarrollo, aunque también servirá, según dijo, para «protegernos» de la «tormenta financiera en Estados Unidos». Cuando en esa nación se produce algún sacudón en sus mercados, las principales víctimas son las naciones ahora llamadas «emergentes», que tienen dificultades para financiarse.
El encuentro en Manaos culminó con declaraciones de buenas intenciones. La palabra la tienen el Congreso de Brasilia y Asunción, ya que como dijo Chávez, su nación está dispuesta a esperar «pero no va a arrastrarse» para pertenecer al Mercosur.