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Estudiantes opositores abandonan el Congreso para no debatir sus denuncias

Me dan lo que pido y no sé que hacer con ello

Fuentes: Kaosenlared

Algunos estudiantes venezolanos de las Universidades privadas han salido a la calle varios días seguidos clamando por la «libertad de expresión». Cuando les aceptan que debatan con otros estudiantes en la Asamblea Nacional, ante los periodistas y las cámaras de TV transmitiendo en directo, leen un panfleto y salen de estampida

Atendiendo a las exigencias de los estudiantes que se manifestaban día tras día en las calles contra la decisión del gobierno venezolano de no renovar la licencia del canal de televisiónRCTV de seguir transmitiendo en abierto, se programó una sesión especial en la Asamblea Nacional el día 7 de junio, a las diez de la mañana,para que expusiesen sus quejas y entrasen en un debate con otros estudiantes que no protestan, ante las cámaras de todas las grandes cadenas de televisión y la asistencia de periodistas y reporteros de la prensa y la radio.

 

Así, los que venían exigiendo «libertad de expresión» tenían la oportunidad de expresar sus quejas y enfrentarse dialécticamente con los estudiantes que no están de acuerdo con esas protestas. Ellos mismos nombraron a sus representantes para hablar y debatir en la Asamblea, ante diputados, estudiantes y público invitado y seguidos por todos los televidentes que quisieran verlo.

 

Pues bien, de los «luchadores por la libertad de expresión», solo subieron dos a hablar ante los micrófonos, y para leer, de manera monótona y sin sangre ni calor, un texto de tres páginas que traían escrito en el que se repetía lo mismo que venían gritando en las manifestaciones. A continuación subió al estrado uno de los estudiantes contrarios a las protestas y en cuanto acabó, intervino uno de los otros para decir que ya habían hablado y escuchado a uno, y por lo tanto no tenían nada más que hacer allí, porque ellos no habían venido a discutir de política. Y salieron todos en fila, quitándose una capa roja que se habían puesto para que se viese la camisa blanca que llevaban debajo con la palabra LIBERTAD. Una escenificación que ya venía preparada, como pudo verse en una de las hojas que leyeron y perdieron al salir.

 

Ya es triste ver unas personas que están clamando en las calles por la libertad de expresión y cuando se ponen ante los micrófonos de las emisoras de radio y las cámaras de televisión, incapaces de ir más allá de la «chuleta» que traían escrita, se marchan de la sala. Y con el argumento de que no habían venido a hablar de política, cosa que podían haber denunciado en el debate, para poner las «cosas en claro» ante todo el país. Ya fuera, en la puerta de la Asamblea dieron un show mediático, protagonizado por un estudiante llamado Stalin, quien dijo a los periodistas que su familia era de izquierda y por eso llevaba ese nombre, al tiempo que acusaba a Chávez de ser un militar de derecha. Parece que llegó algo tarde y la funcionaria no le quería dejar entrar, lo que se resolvió rápidamente y fue convidado repetidas veces a entrar, a lo que se negó. También alegaron que no contaban con que estarían allí los medios. Posteriormente se supo, con la petición de ellos en la mano, que habían exigido que estuviesen presentes los medios de comunicación. Todo esto, así como las intervenciones posteriores de los estudiantes que están a favor de la medida, está grabado en videos que se pueden ver en la página venezolana aporrea.org.

 

Ese día y los siguientes, esta página se ha visto inundada por textos escritos desde todos los puntos del país y por gentes de todas las clases sociales. Yo he leído unos 50, hasta que me cansé. Predomina el cachondeo y la pena al ver el estado en que se encuentra la formación de los estudiantes de las universidades privadas, lo que vale decir elitistas. Una chuleta, que se ha descubierto después que fue redactada por una agencia de publicidad es todo lo que tienen que aportar en una ocasión que podríamos llamar única. Si alguien recuerda un país en el que se abra el parlamento y se convoque a los medios para escuchar a unos estudiantes que están manifestándose en la calle, que me lo recuerde.

Imaginemos que se abren las Cortes españolas en una sesión especial para oír a los jóvenes universitarios que se manifiestan contra la prohibición de los botellones, como ya ha sucedido en España, entre los que no faltan los que tienen un poster con el Che en su estudio y se llaman antisistema. Seguramente les pasaría lo mismo que a sus congéneres venezolanos. Porque en sus círculos son (o quieren ser) los reyes del ingenio y la respuesta pronta. Fuera de esos medios se encuentran como un pez fuera del agua. Y con toda seguridad, también dirían que no habían venido a hablar de política.

 

No venían a hablar de política. A la decisión de no renovar la licencia para emitir en abierto (puede emitir en señal codificada y cobrar, como hace aquí canal plus) de RCTV le llaman estos estudiantes en sus manifestaciones y los medios privados «cierre». Si fuese así, significa que ha sido una decisión política, y no administrativa. Y si la política les ha apagado su canal: ¿por qué se niegan a discutir de «política»?

 

Se adivina aquí que en esas universidades, sobre todo en las carreras técnicas, la política está mal vista, y peor aún desde que Chávez subió al poder. Había algo de despectivo en el «no vinimos a hablar de política». Como en España. Muy bien muchachos, rechazad la política y los políticos en vuestras charlas de botellón. En España esta más que justificado, viendo la procesión de mediocres que desfila diariamente por la televisión, repitiendo hasta la nausea el «y tú más». Pero en Venezuela, la política está empezando a ser otra cosa y en la página Web citada, así como en las radios libres, pueden verse diariamente las innumerables criticas que reciben los políticos que dicen estar con Chávez y lo que están es barriendo para casa. Porque estas lacras están fuertemente enquistadas en la sociedad desde siglos y no se eliminan de un decenio para otro.

 

Un último dato, que podemos usar para comparar la libertad de expresión de España y la de Venezuela.

 

En este momento hay en Venezuela 231 radios comunitarias y 35 canales de televisión, creadas no por el gobierno, sino por los ciudadanos. La televisión estatal ocupa el 8% del espacio radioeléctrico (datos de un estudiante que participó después de la «espantá»). ¿Cuantas radios comunitarias y emisoras de TV hay en España? ¿Cuántas han sido cerradas?