Crítico, divertido, politizado e irreverente, el director nacido en Sarajevo (ex Yugoslavia), Emir Kusturica, consideró, ayer en conferencia de prensa, que el arte no se puede dejar a un lado de la política, «es parte del drama que se genera en la vida de una persona», que el cine de Hollywood «es la más fuerte […]
Crítico, divertido, politizado e irreverente, el director nacido en Sarajevo (ex Yugoslavia), Emir Kusturica, consideró, ayer en conferencia de prensa, que el arte no se puede dejar a un lado de la política, «es parte del drama que se genera en la vida de una persona», que el cine de Hollywood «es la más fuerte censura» para la cinematografía de otros países, que sus trabajos nunca han sido parte de la cultura de lo establecido ni de los grandes distribuidores («los premios Oscar no significan nada para mí»), y que su próxima entrega fílmica fue hecha a petición del propio Diego Armando Maradona (un documental sobre este futbolista), porque «a mí me dicen el Maradona del cine, por ser buen driblador».
Kusturica, uno de los cinerrealizadores más reconocidos en el mundo, que ha ganado el festival de Cannes (dos veces), el de Berlín y la Mostra de Venecia, está en México para presentar su faceta como músico esta noche en el Salón 21 junto con su agrupación The No Smoking Orchestra, creadora de la banda sonora de su reciente filme Life is a miracle, que se incluyó en una retrospectiva de su trabajo fílmico en el Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México.
Hablar políticamente
Kusturica representa ese cine irónico, profundo, de temática político-social que ha encontrado nicho en el festival más importante del mundo: Cannes, donde será presidente del jurado de la edición de este año. «En Cannes o en cualquier lugar, si hay un asunto político candente se tiene que decir. Siempre voy a preferir las cintas que hablen de política o de alguna tragedia humana. De cualquier manera le preguntaré al señor Bush lo que debo hacer en Cannes, donde la mayor ventaja es que las puertas se te pueden abrir al mundo si eres de los que no respetan las leyes del cine comercial. Hoy día cuando hablas acerca de las personas, aunque lo hagas como Kafka u Orson Wells, siempre lo tienes que hacer políticamente.»
Kusturica recalcó que Francia «es el único país que todavía cree que el mercado no es el único regulador de las relaciones políticas, sociales y culturales, y esa es la razón por la cual yo hago películas allí. El mundo entra a un futuro muy peligroso en el que no se puede detener un proceso, en el que el mercado se está convirtiendo en un órgano dominante».
Creador de cintas como Underground (Había una vez un país underground), Time of the gipsies (Tiempo de gitanos), Arizona dream (Sueño de Arizona) o Black cat, white cat (Gato negro, gato blanco), Kusturica comentó: »Las corporaciones que dominan el mundo no quieren que la gente haga preguntas, por eso yo hablo de lo humano. Las películas que están ganando dinero en todo el mundo, tienen la idea de subestimar al público, porque piensan que es estúpido. Yo trato de no subestimar a mi audiencia, haciendo películas graciosas».
El realizador y músico dijo que está fuera de las leyes del mercado. «La idea de las actividades de The No Smoking Orchestra y de mis filmes es la misma: intentamos nunca formar parte de esta cultura establecida de los grandes distribuidores, por eso nos han aceptado en varias partes del mundo.»
Sobre la censura, dijo que «ésta se vivió en la época del comunismo, no a un grado tan alto como en otros países del bloque socialista. Hoy día no hay censura en mi país (Bosnia) porque casi no hay cine, todo mundo ve películas de Hollywood y esa es una de las más fuertes censuras. Debemos preguntarnos cuál es la parte del cerebro que tenemos que respetar más: el conciente o el inconsciente. Para un futuro creo que la parte desconocida, inconsciente y caótica del cerebro es la más importante, y por eso es que Hollywood nunca me aceptó».
Explica su concepto sobre el deber del intelectual hoy.
«Los intelectuales cambiaban de un lado a otro, cambiaban de posición, y todo en cuestión de la propaganda. Los serbios no son asesinos, inclusive a la definición estadística que provee la Corte Internacional de La Haya (Holanda), dijo que en esta guerra (de la ex Yugoslavia) murieron 35 mil serbios, 50 mil musulmanes y 15 mil croatas. Los Balcanes es un área muy frágil. Es una especie de indicador histórico que muestra que algo más importante está sucediendo».
Influencia del mariachi
Respecto a la música de su banda, integrada por 11 músicos que crean ritmos country, marchas turcas, trompetas cíngaras, sonidos tecno y bases punk provenientes de los Balcanes, aseveró: »No hacemos música tan seria, la mayor parte del tiempo chiflo para componer. Tenemos la influencia de la tambora mexicana y del mariachi. No soy un músico muy bueno, pero disfruto el intercambio energético con la gente en el escenario. Odio hacer películas, pero disfruto cuando la cinta está terminada, siento electricidad. En nuestra música no hay ningún estilo que no esté presente, creo que es sinforock, con detalles hippies».
Acerca de su trabajo sobre Maradona, indicó que «es uno de los héroes de mi juventud, especialmente por la manera como surgió, nadie jugará como él. En las revistas y periódicos le han dado mayor importancia a su vida personal que a su forma de jugar. Lo que haré es hacer una conexión de su personalidad y la manera en la que jugaba futbol. El fue quien me contactó, porque me llaman el Maradona del cine, por ser buen driblador».