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Cultura contra el fascismo

Memorias en Valencia

Fuentes: Granma

A 80 años de su comienzo en Valencia peninsular, la reivindicación del Segundo Congreso de Intelectuales en Defensa de la Cultura fue más allá de ser un justo ejercicio conmemorativo para convertirse en una plataforma de reflexión y lucha para los tiempos actuales.

A 80 años de su comienzo en esta ciudad peninsular, la reivindicación del Segundo Congreso de Intelectuales en Defensa de la Cultura fue más allá de ser un justo ejercicio conmemorativo para convertirse en una plataforma de reflexión y lucha para los tiempos actuales.

Organizadas de conjunto por la Asociación Valenciana de Amistad con Cuba José Martí y la Fundación Nicolás Guillén, las jornadas Cultura contra el fascismo dieron continuidad a las sesiones efectuadas en La Habana en julio pasado en ocasión del aniversario 115 del nacimiento del autor de El son entero.

Ahora en la sede de la Sociedad Coral El Micalet, intelectuales, activistas y luchadores sociales de España y Cuba -esta última con una delegación encabezada por Miguel Barnet, presidente de la Uneac, y Nicolás Hernández Guillén, presidente de la Fundación- compartieron ante nutridos auditorios a lo largo de dos intensos días memorias, análisis, preocupaciones y esperanzas, a partir de evocar el significado de la solidaridad de los intelectuales llegados de diversas partes del mundo que en el verano de 1937 vinieron a una Valencia bombardeada a denunciar la barbarie fascista contra la República Española.

En el Congreso de 1937 estuvieron presentes cinco escritores cubanos: Nicolás Guillén, Juan Marinello, Alejo Carpentier, Félix Pita Rodríguez y Leonardo Fernández Sánchez. Semblanzas de sus vidas y la vinculación con la causa republicana fueron aportadas por la doctora Denia García Ronda, coordinadora académica de la Fundación Nicolás Guillén; Caridad Massón, investigadora del Instituto Juan Marinello; la poetisa Ángela de Melo; y el profesor español David Becerra, catedrático de la Universidad de Lovaina, en Bélgica.

De Guillén resultó revelador para no pocos de los presentes cómo antes de viajar a la península escribió España, poema en cuatro angustias y una esperanza, texto que abre un libro puesto a circular aquí, publicado por la editorial Sensemaya para reunir la obra lírica y las crónicas guillenianas sobre su experiencia republicana.

También generó emoción, por su palpitante actualidad, escuchar una grabación de los años 60 con la voz de Félix Pita Rodríguez en la que el poeta denunciaba el parentesco de los fascistas que atacaron a la República con los agresores norteamericanos contra Vietnam y los represores que enlutecieron a América Latina en esa época.

La participación de alrededor de 1 000 cubanos en la gesta española y la caída en combate de más de un centenar de aquellos voluntarios patentizó la vocación internacionalista de los hijos de la isla antillana. El caso de Pablo de la Torriente Brau mereció atención particular en el coloquio.

Tras la imposición del régimen franquista, coauspiciado por el nazismo hitleriano y el fascismo mussoliniano, muchos intelectuales españoles se vieron forzados a emprender el camino del exilio. Cuba acogió a varios de ellos, quienes, como recordó el investigador Jorge Domingo Quadriello, contribuyeron notablemente a la vida cultural en la Isla.

Menos conocida es la historia de los niños y jóvenes que hallaron refugio en la Unión Soviética, estudiaron en academias militares y participaron en la Gran Guerra Patria, y al triunfo de la Revolución Cubana se integraron a esta como asesores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Sobre estos internacionalistas dio testimonio Pérsida Chibas, quien integró las filas del Ejército Rebelde y luego de las FAR.

A la mujer se dedicó una sesión muy especial en el coloquio. Mientras la laureada dramaturga catalana Carmen Domingo ponía en primer plano la proyección política e intelectual de María Teresa León y Denia García Ronda hacía lo propio con Mirta Aguirre, y luego de que Ester Jovani trazara las coordenadas de las luchas feministas actuales en España, la joven profesora de la Universidad de Valencia, Melanie Ibáñez adelantaba su investigación sobre una de las páginas más horrendas de la represión franquista: las torturas y vejaciones sufridas por madres, esposas, familiares o simples simpatizantes de los republicanos.

Los participantes en el evento coincidieron en que el fascismo se ramifica hoy y manifiesta con diversos ropajes. El eurodiputado Javier Couso y el periodista José Manzaneda desmontaron la manipulación mediática que intenta ocultar la agresión contra la Venezuela bolivariana y la pretensión de desmembrar a Siria, así como la prolongada y fallida demonización de la Cuba socialista. En el fondo se trata, como argumentó el analista Pascual Serrano, de una concepción comunicacional que responde a la hegemonía del capital.

Como en la Valencia de 1937, la capacidad de los artistas e intelectuales para servir a la emancipación de los pueblos se halla intacta, aunque requiere de renovadas estrategias de concertación y visibilidad de esos aportes, tal como expusieron el actor Willy Toledo, el escritor Carlo Frabetti y la cantautora Lucía Sócam.

Al abordar el tema, Miguel Barnet hizo un llamado a erradicar la victimización y el pesimismo, poner de relieve la crisis de la democracia representativa y alentar modelos de democracia participativa, y demostrar cada día en obras y actos que se puede construir un mundo mejor.

El coloquio se despidió en dos compases. En el primero, intervinieron el embajador de Cuba en Madrid, Gustavo Machín, quien subrayó cómo esa otra España defendida por los cubanos hace 80 años es la solidaria de hoy contra el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra la Isla; el coordinador del evento, David Rodríguez, que valoro la altura y el contenido propositivo de las contribuciones: y Nicolás Hernández Guillén, quien dio voz a una de las más estremecedoras páginas de su abuelo, cuando al eternizar a García Lorca dijo: «Sonaba Federico en nardo y cera/y aceituna y clavel y una fría./Federico, Granada y primavera…».

El último fue un recital de trova y poesía compartido por Lucía Sócam y Miguel Barnet. Ella cantó a las mujeres de la Generación del 27, tan importantes y necesarias como Lorca y Machado, Alberti y Buñuel; él, a la patria y el amor, a la ansiedad y la búsqueda, y finalmente al Che, pues «no es que quiera darte pluma por pistola/pero el poeta eres tú».

Fuente original: http://www.granma.cu/cultura/2017-11-19/cultura-contra-el-fascismo-memorias-en-valencia-19-11-2017-22-11-17