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Menos crudo en México y Venezuela amenazan los suministros a EEUU

Fuentes: Reuters

La decreciente producción petrolera en México y Venezuela, los principales abastecedores latinoamericanos de crudo al mercado estadounidense, podría aumentar la dependencia de Washington de los envíos procedentes de Oriente Medio y Africa.Este panorama supondría un revés para La Casa Blanca, que intenta reducir su dependencia energética de regiones geopolíticamente inestables.«Por el momento, lo mejor que […]

La decreciente producción petrolera en México y Venezuela, los principales abastecedores latinoamericanos de crudo al mercado estadounidense, podría aumentar la dependencia de Washington de los envíos procedentes de Oriente Medio y Africa.

Este panorama supondría un revés para La Casa Blanca, que intenta reducir su dependencia energética de regiones geopolíticamente inestables.

«Por el momento, lo mejor que pueden esperar México y Venezuela es mantener su producción estable, pero el escenario más probable es que se producirá una caída,» opinó Fadel Gheit, analista de Oppenheimer and Co. «Alguien tiene que cubrir ese hueco, ya sea Rusia, Oriente Medio o Africa Occidental,» dijo.

Los dos países proveen actualmente cerca de un 25 por ciento de las importaciones petroleras de Estados Unidos, pero analistas dicen que la región probablemente no impulsará la producción para cubrir la demanda de hidrocarburos del país.

La autoproclamada revolución socialista que lidera en Venezuela el presidente Hugo Chávez, unida a la estricta prohibición en México que impide la entrada de capital privado en su sector energético, generan un duro clima de inversión que expertos auguran reducirá la producción en el futuro.

Cifras del Departamento de Energía estadounidense muestran que la producción de crudo y derivados en Venezuela permanecerá estable entre el 2005 y el 2015, mientras que en México decaería un 21 por ciento en el mismo período.

Las exportaciones totales de Latinoamérica podrían todavía arrojar un incremento del 2 por ciento para el 2012 gracias a la creciente producción de Brasil, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Sin embargo, esto no será suficiente para alimentar el sostenido crecimiento del consumo estadounidense.

SALIENDO DEL MAPA

Los problemas en México y Venezuela agudizarían el ritmo de estancación que ya existe en la producción energética de América Latina.

La pequeña industria petrolera de Ecuador produce en torno a 530.000 barriles por día (bpd) y sus exportaciones decrecieron un 31 por ciento para abril, mientras que el presidente izquierdista Rafael Correa endureciera las condiciones para las trasnacionales petroleras.

Por su parte, la producción colombiana tocó un máximo cercano a los 800.000 bpd en 1999, pero desde entonces ha descendido hasta unos 520.000 bpd, con una caída de las exportaciones al mercado estadounidense en más de un 50 por ciento en los primeros cuatro meses del 2007.

La brasileña Petrobras ha impulsado de manera sostenida su producción y el último año logró la autosuficiencia energética, pero el impactante crecimiento de la mayor economía de Sudamérica podría dejar al país sin un significativo superávit petrolero.

«Si miras la mayoría de proyecciones a largo plazo, no muestran a América Latina como una de las fuentes principales de crecimiento (del suministro petrolero),» dijo Michelle Billig, analista de PIRA Energy en Nueva York.

«Esta es parte de una historia mayor que está manteniendo los precios al alza. Si miras alrededor del mundo, ãdónde puedes ir para aumentar tu abastecimiento?,» aseveró.

HOSTILES ENTORNOS DE INVERSION

Mientras tanto, analistas dicen que Venezuela y México carecen de la inversión necesaria para mantener los campos productivos y financiar la expansión hacia nuevas áreas.

Chávez tomó el 1 de mayo el control operativo de cuatro proyectos que procesan el crudo pesado de la Faja Petrolífera del Orinoco en unos 570.000 bpd de crudo mejorado. La decisión disparó preocupaciones de que la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) no sea capaz de mantener esas complejas operaciones.

Por otra parte, PDVSA recortó los taladros estimados para este año a un número no menor de 120, frente a la meta inicial de 191 unidades, según declaraciones del ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, divulgadas por un diario local el viernes. Eso podría afectar la producción de la nación miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Venezuela dice que produce alrededor de 3 millones de bpd, según cifras oficiales, pero agencias globales de energía, incluida la OPEP, afirman que el bombeo real asciende a tan sólo 2,5 millones de bpd, después de que PDVSA despidiera a casi la mitad de su plantilla en el 2003.

El presidente mexicano, Felipe Calderón, que impulsa políticas promercado, ha jugado el papel de policía bueno, mientras que Chávez asumió el rol de policía malo.

Pero la estricta prohibición a la entrada de inversión privada en petróleo y gas ha dejado al país con una producción vacilante y unas reservas mermadas.

Las exportaciones mexicanas de crudo a Estados Unidos cayeron un 13 por ciento en los primeros cuatro meses del 2007. El campo Canterell, que por años produjo más de la mitad del crudo del país, descendió su bombeo en un 15 por ciento entre enero y abril.

La estatal Pemex está tratando de encontrar reservas a través de exploraciones en aguas profundas, unas operaciones de gran complejidad técnica y alto costo, pero ha tenido pocos recursos para embarcarse sola en esta estrategia dado que la mitad de sus beneficios anuales son destinados al Fisco.

Calderón está más centrado en combatir los cárteles del narcotráfico más que en reformar la Constitución para introducir la posibilidad de que la muy necesaria inversión privada llegue al sector de hidrocarburos del país.

«Hace mucho tiempo que se necesita esa reforma para abrir una ventana a las inversiones y desarrollar tanto el potencial de los campos superficiales como los de aguas profundas,» dijo Jaime Brito, un antiguo empleado de Pemex que ahora trabaja como analista en PFC Energy.