La normativa ordoliberal europea actualmente vigente sobre la electricidad (Directiva 2003/54/CE y documento “Una política energética para Europa» (2007)) podría resumirse así: “La UE ha creado un falso mercado que permite a las eléctricas actuar como un cártel, como si fueran un monopolista, lo que hace posible que manipulen los precios para maximizar sus beneficios, como ha ocurrido en las últimas semanas” (aquí).
Los frutos de ese falso mercado, de esa ilusión -y sus consecuencias según el poder de los carteles nacionales respectivos- está quedando al descubierto a la vista del descontrol de los precios de la electricidad dentro de la UE y, aún más importante, la heterogeneidad de dicho descontrol. Con efectos inflacionarios sistémicos devastadores.