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MERCOSUR: Cumbre de Córdoba profundiza su proceso de integración

Fuentes: Argenpress

La cumbre presidencial del MERCOSUR, realizada en la ciudad argentina de Córdoba en la segunda quincena de julio alcanzó una trascendencia especial. Por primera vez Venezuela participó como país miembro, sumándose a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, aunque su participación plena en la liberalización arancelaria culminará el año 2014. Su incorporación le proporciona elementos nuevos […]

La cumbre presidencial del MERCOSUR, realizada en la ciudad argentina de Córdoba en la segunda quincena de julio alcanzó una trascendencia especial. Por primera vez Venezuela participó como país miembro, sumándose a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, aunque su participación plena en la liberalización arancelaria culminará el año 2014. Su incorporación le proporciona elementos nuevos a un bloque en donde la posición hegemónica de Brasil y Argentina ha sido indiscutible. Venezuela es una nación con grandes recursos energéticos, que los otros miembros del MERCOSUR necesitan, y cuenta en la coyuntura actual con importantes recursos financieros como producto del alza en los precios del petróleo y el gas en los mercados internacionales, con los cuales ha ido en apoyo de otras naciones integrantes del Mercado Común e impulsado proyectos físicos de integración. A Argentina le compró bonos hasta julio por U$S 3.300 millones, lo cual facilitó al país trasandino recuperar sus reservas luego de pagada la deuda al FMI. Igualmente a Paraguay le adquirió U$S 100 millones en bonos, al mismo tiempo que en Uruguay y Bolivia financia varios proyectos productivos. Los restantes países del MERCOSUR ganaron un mercado que en un amplio abanico de productos se abastece desde el exterior.

«Caracas cuenta con chequera -destacó la analista Diana Tussie- y no es poca cosa ya que provee financiamiento para la región y a la vez es un abastecedor de energía y un potencial constructor y financiador de los gaseoductos en toda la zona» (21/07/06). Significativamente, la abundancia de divisas de Caracas descansa en un superávit comercial con EEUU que en 2005 alcanzó a U$S 27.000 millones, generado básicamente en sus exportaciones de petróleo. Los procesos físicos de integración se prevén en varias esferas. «Habrá -señaló el negociador argentino Gabriel Hourmilougue- integración industrial, naval, ferroviaria, en vivienda y farmacéutica» (20/07/06), además de la energética. El proyecto común más importante es construir un megagasoducto que unirá a los países miembros y a Bolivia, del cual Chile permanece al margen.

En el marco de la Cumbre, la empresa petrolífera estatal venezolana PDVSA suscribió un contrato con las también estatales Enasa de Argentina y la uruguaya Ancap para explotar el área denominada bloque VI en la cuenca del Orinoco, donde se proyecta extraer 300.000 barriles diarios, destinados a incrementar la provisión de petróleo a Argentina y Uruguay. La inversión requerida para concretar la iniciativa es de U$S 4.000 millones. En la nueva sociedad, PDVSA poseerá el 51% del capital, repartiéndose el 49% restante entre Enasa, Ancap y las empresas privadas que se incorporen al proyecto. Al mismo tiempo, Argentina proporcionará a la acción colectiva zonas para efectuar exploraciones. Así, los países de la región, actuando mancomunadamente, enfrentan sus desafíos en terrenos en donde antes se recurría habitualmente a consorcios transnacionales. El proceso de integración va adquiriendo nuevas expresiones. La primera fase del proyecto es certificar las reservas existentes en la zona de explotación. «Las reservas -expresó el ministro de Energía y Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez- son nuestras. Pero lo importante -agregó- es que nosotros estamos garantizando a la Argentina y Uruguay exportarles esos hidrocarburos por las próximas tres décadas. No tiene sentido -enfatizó- hacer este proyecto para venderle a Washington lo producido» (30/07/06).

En la cumbre de Córdoba se suscribió, al mismo tiempo, un texto de complementación económica con Cuba, que rompe la política de aislamiento propiciada por la Casa Blanca desde el 7 de febrero de 1962. Constituye el primer convenio de La Habana con un bloque de países desde los suscritos con las naciones socialistas encabezadas por la Unión Soviética. El acuerdo establece un listado de 2.700 productos libres de arancel, igualándose las condiciones de acceso a los mercados de todos los socios, aplicándose la mayor liberalización acordada por cada uno de los firmantes en el Acuerdo de Complementación Económica (ACE). Hasta la realización de laCumbre el comercio de Cuba con los países del MERCOSUR era prácticamente de una sola vía, ya que La Habana registra muy pocas exportaciones en un comercio mutuo estimado en unos U$S 300 millones.

Fuera de su gran implicancia económica la visita a la región de Fidel Castro y el Acuerdo de Complementación tuvieron un gran impacto político. Se produjo en los mismos días en que en EEUU la comisión para una «Cuba Libre», creada por George Bush, y que encabezan Condoleezza Rice y el secretario de comercio, Carlos Gutiérrez, publicaba su tercer informe anual, que constituye una suerte de manual de cómo deshacerse de Fidel Castro, detallando una serie de medidas específicas a adoptar cuando se plantee el problema de su sucesión. «¿Quién se acordó, al ver las imágenes que venían de Córdoba -comentó el diario argentino Clarín-, de que Cuba está expulsada de la Organización de Estados Americanos desde enero de 1962 por imposición de Washington? Más aún, ¿quién se acuerda de la OEA»? (22/07/06).

Lula da Silva en el discurso pronunciado al momento de asumir la presidencia del bloque regional recalcó: «Hace mucho tiempo que dejamos de ser colonos y no queremos volver a ser colonias. Hemos derrotado -añadió- a aquellos que escriben todos los días que nuestros países deberían tener relaciones sólo con Estados Unidos» (22/07/06).

La ministra argentina de Economía, Felisa Miceli, reiteró la propuesta de crear un Banco del Sur e invitó al conjunto de países a sumarse a la iniciativa acordada con Venezuela de colocar en los mercados internacionales un bono binacional. Al mismo tiempo, planteó la necesidad de concordar una estrategia común para enfrentar la asamblea de septiembre del FMI. El texto final expresó el «agrado» con qué se recibió la propuesta de establecer un Banco de Desarrollo del MERCOSUR. La factibilidad es grande. Brasil, Venezuela y Argentina contaban con reservas internacionales conjuntas al momento de la Cumbre por algo menos de U$S 140.000 millones, recursos que se encuentran colocados en países desarrollados, incrementando los fondos que manejan las grandes potencias económicas.

El comunicado conjunto de los presidentes de los Estados miembros del MERCOSUR frente al proceso de discusión existente en ese momento en el seno de la Organización Mundial de Comercio (OMC) se manifestó tajantemente por la eliminación de los subsidios y aranceles agrícolas de los países desarrollados, expresando su preocupación «por la falta de concidencias hasta el momento para alcanzar esos objetivos», instando a dichos países a «mostrar la necesaria voluntad política y flexibilidad para superar las diferencias y concluir las negociaciones antes de finalizar el año 2006». Las protecciones de los países desarrollados a productos agrícolas fue el punto de conflicto central para avanzar en la Ronda de Doha de la OMC.

Pocos días después en un esfuerzo para salvar la Ronda efectuada por el G-6 (EEUU, Unión Europea, Japón, Australia, Brasil e India) fracasó por la inflexibilidad demostrada por las grandes potencias en desmantelar sus aranceles y subsidios a las exportaciones de productos agrícolas. «La responsabilidad del fracaso -manifestó el canciller brasileño Celso Amorin- incumbe a EEUU», perdiéndose así la oportunidad de hacer «más justo» el comercio internacional (27/07/06). Según cifra de 2004, las exportaciones globales de productos agrícolas representaron un 8,8% del total, en un movimiento mundial ascendente a U$S 8,91 billones.

La representante comercial norteamericana, Susan Schwab, señaló que los principales aliados de EEUU en la Cumbre de Doha son los países con los cuales ya llegó a acuerdos de libre comercio como México y Chile y otros próximos a suscribirlos, entre los cuales mencionó a Colombia y Perú. Ellos es un índice de las divergencias profundas existentes en la región y de la posición adoptada por Chile, diferente a la concordada en la reunión del Mercado Común.

A Córdoba llegaron, igualmente, las dificultades que enfrenta el MERCOSUR. Uruguay y Paraguay plantearon superar las asimetrías existentes en el acuerdo regional, lo cual implica conceder ventajas especiales a los países más pequeños. La canciller paraguaya, Leila Rachid, apeló al «espíritu de solidaridad» de los socios mayores y superar los «pocos avances» producidos desde 1991 -cuando se constituyó el MERCOSUR- en la conformación de un «verdadero mercado común». En 2005, Paraguay tuvo un saldo comercial negativo con Brasil y Argentina de U$S 1.090 millones y con EEUU de U$S 117 millones. A su vez, Uruguay registró un déficit al interior del MERCOSUR de U$S 849 millones y con EEUU un superávit de U$S 502 millones. Cifras que son utilizadas como argumentos por los intereses económicos y políticos que al interior de Uruguay y Paraguay demandan alcanzar un acuerdo de libre comercio con EEUU

El comunicado conjunto emitido al finalizar la cita enfatizó la necesidad de generar herramientas en contra de las asimetrías internas, así como en contra de la desigualdad y el desempleo, pronunciándose por la creación de un Fondo para la Convergencia Estructural del MERCOSUR. Igualmente se expresó a favor de políticas de protección al medio ambiente y de los recursos naturales. La cita acordó intensificar las relaciones económicas del MERCOSUR con países y grupos externos al tratado teniendo muy presente «los intereses de las economías menores del MERCOSUR». Con esta resolución se frenó la posibilidad de cerrar acuerdos bilaterales con EEUU, formulación efectuada en Uruguay y Paraguay. «El espacio sudamericano -recalcó Néstor Kirchner- tiene identidad propia y desde ese lugar nos insertamos en el mundo. Queremos -añadió- una integración atractiva para todos y no una mayor dependencia» (22/07/06). El peso de los diferentes países miembros como porcentaje del producto total, ascendente a U$S 990.000 millones es muy disímil.

MERCOSUR: Porcentaje de participación en el producto total (En %)

País % País % Brasil 70,0 Uruguay 1,4 Argentina 15,8 Paraguy 0,6 Venezuela 12,1

Entre las dificultades que afectan al MERCOSUR se encuentra la polémica de Buenos Aires y Montevideo por la instalación en Uruguay, cerca de la frontera con Argentina, de dos fábricas de celulosa . Mientras Montevideo propuso que el conflicto sea considerado a nivel regional, Argentina lo desea mantener como una temática bilateral. Tabaré Vásquez defendió desde el momento de su arribo a Córdoba la instalación de las plantas, buscando dar garantías de que se controlarán sus efectos negativos medioambientales. «La tecnología que van a utilizar -enfatizó-, no sólo para producir la pasta para celulosa sino para controlar los efluentes es de la más alta calidad que se aplica en el mundo» (21/07/06).

En la Cumbre, Vásquez se manifestó, sin embargo, a favor de continuar con los esfuerzos bilaterales para superar el conflicto. «El Río de la Plata -expresó en su discurso- no nos separa, nos une y el Río Uruguay nos debe unir en el futuro», para luego expresar su comprensión por «la preocupación de los vecinos de Gualeguaychú» por las consecuencias medioambientales que podrían producir el funcionamiento de las papeleras. En el comunicado final de la reunión no se mencionó el diferendo. Pero, Uruguay inició un juicio ante las instancias de solución de controversias del MERCOSUR sosteniendo que los bloqueos en los puentes internacionales le ocasionaron pérdidas de U$S 400 millones, sin que el gobierno de Kirchner hiciese esfuerzos por impedir los cortes. Buenos Aires respondió sosteniendo que la libertad de expresión, ejercida por los ciudadanos argentinos, constituye un derecho fundamental que goza, en nuestro país de jerarquía constitucional». Agregando que la actividad económica uruguaya no disminuyo en esos meses, sino que incluso aumentó. Sin duda la dificultad en el tránsito no pueden sino afectar significativamente los intercambios económicos. De igual manera es imposible que la instalación de las plantas no tenga efectos negativos medioambientales. Se requiere de un esfuerzo bilateral de ambos gobiernos para encontrar una salida al conflicto.

La delegación chilena no se sumó a los grandes proyectos integracionistas regionales, aprovechó la reunión para abordar básicamente temas bilaterales. Argentina comunicó durante el encuentro Bachelet-Kirchner que subiría en un porcentaje inferior al que había trascendido con anterioridad las retenciones (impuestos) aplicados a sus exportaciones de gas. Posteriormente el gravámen fue mayor al indicado por las autoridades argentinas. El ministro de Planificación del vecino país, Julio De Vido, expresó que «Argentina está pagando U$S 5 (a Bolivia por cada millón de BTU) y nosotros calculamos que con la nueva retención el valor frontera Chile promedio estará a… menos de U$S 4». «En este caso -recalcó Michelle Bachelet-, más que el valor, nos importa la cantidad y la estabilidad de los envíos». Frente al suministro de combustibles en los pasos fronterizos Julio De Vido dio a conocer que la tarifa diferenciada a los vehículos de patentes extranjeras, se aplicará únicamente «en aquellas zonas donde sea evidente y cuantiosa la fuga…»(21/07/06). El tema será estudiado por una comisión bilateral encabezada por De Vido y el embajador chileno Luis Maira. «El chileno que va a pasear a Mendoza en Mendoza capital va a pagar lo mismo que pagan todos los argentinos». Los «puntos que pueden ser más conflictivos son Chile Chico y Puerto Natales, pero vamos a encontrar las soluciones para que no haya problemas» (24/07/06).

Luego de la Cumbre, Argentina aumentó el impuesto de 20% a 45% -sobre la tarifa que paga a Bolivia- lo cual llevó el precio final sobre los U$S 4. Es absolutamente inusual que en una reunión a nivel presidencial se hable de un precio y luego se establezca otro.

En cuanto a Bolivia, Michelle Bachelet manifestó que «no hablamos de gas específicamente pero hay algunas posibilidades de evaluar proyectos energéticos en común, añadiendo que instruiría a su ministra de Minería y Energía, Karen Poniachick, para que se contacte con el ministro de Hidrocarburos de ese país para examinar esas posibilidades. Chile debería enfrentar sus necesidades de gas natural trazando iniciativas audaces hacia la nación altiplánica, aprovechando los fuertes recursos en moneda extranjera acumulados.

En un plano más general, la participación de Chile en la Cumbre en vez de promover los planes integracionistas del MERCOSUR, aunque valoró el trabajo conjunto, destacó reiteradamente las «legítimas» diferencias existentes entre las naciones de la región. En su asistencia, días después, a la transmisión del mando en Perú, Michelle Bachelet y Alan García hablaron de la incorporación de Chile a la Comunidad Andina de Naciones, integrada por Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador. Colombia y Perú tienen en curso la ratificación de tratados de libre comercio con EEUU.