Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Imaginen que Yaser Arafat hubiera conseguido poner fin a la ocupación israelí y establecer un Estado palestino en Cisjordania y Gaza. Imaginen ahora que diez o quince años después, el nuevo presidente palestino, Mahmud Abbas, hubiera estado dispuesto a transferir el control del presupuesto de su país al FMI para que gente extraña controlara el futuro de su pueblo. ¿Piensan ustedes que los palestinos alabarían a Abbas por patriota o le denunciarían por traidor?
El Primer Ministro irlandés Brian Cowen es Mahmud Abbas. Ha cedido a las exigencias del capital extranjero y ha transferido el control del presupuesto de la nación a la UE y al FMI. Aquí va un resumen de un artículo publicado por Reuters el 24 de noviembre:
«El inestable gobierno de Irlanda anunciará el miércoles un conjunto de planes que reducirá drásticamente el gasto social y subirá los impuestos con el fin de pagar la catastrófica crisis bancaria del país y cumplir las condiciones necesarias para que se ponga en marcha un rescate financiero internacional.
Un plan cuatrienal de ahorro de 15.000 millones de euros es la condición exigida por la UE/FMI para poner en marcha el mencionado plan de rescate tras un proceso negociador alrededor de un país largamente festejado como modelo de desarrollo económico que se ha convertido en la última víctima de la sala de urgencias de la Zona euro.
El Primer Ministro Brian Cowen comunicó al Parlamento que no se había acordado ninguna cifra definitiva para la ayuda financiera, ‘aunque se había debatido una suma de alrededor de 85.000 millones de euros’.
El ministerio de Hacienda dijo que «el plan de austeridad se publicaría en la página oficial del gobierno en Internet a las 14:00 h.» (Reuters)
Este es un día negro para Irlanda. El pueblo irlandés tendrá que enfrentarse ahora a una década o más de miseria absoluta y depresión gracias a sus venales dirigentes. Tan pronto como se seque la tinta en los préstamos del FMI, dará comienzo la segunda ocupación de Irlanda, sólo que esta vez no se llevará a cabo con vehículos blindados y paramilitares en traje de campaña sino con un montón de burócratas de mirada idiota entrenados en el arte de extender la miseria. Aún no se han firmado los préstamos y ya están los funcionarios del FMI urgiendo al gobierno para que recorte las ayudas al desempleo y el salario mínimo. Están ansiosos, literalmente. Es que no pueden ni aguantar la espera para poner sus garras sobre el presupuesto y empezar a pasar a cuchillo a Irlanda.
Y no se crean todo ese bombo y platillo de la unidad europea o de salvar a Irlanda. ¡Y unas narices! Esto va de rescatar a los bancos. Los tenedores de bonos consiguen patente de corso mientras a los trabajadores los mandan a freír espárragos. Aquí va un fragmento del Financial Times que lo explica con todo detalle:
«Según los datos recopilados por el Bank of International Settlements, los tres mayores acreedores de la economía irlandesa a finales de junio… eran Alemania, con alrededor de 109.000 millones de euros, el Reino Unido, con 100.000 millones de euros, y Francia, con 40.000 millones de euros. Esas sumas equivalen al 2% del producto interior bruto de Francia, al 4,5 del de Alemania y al 7% del Reino Unido».
¿Lo ven? Otro rescate bancario. A Irlanda se le está exigiendo que recorte servicios sociales, que rebaje drásticamente los salarios, que renegocie contratos y que desmantele el Estado del bienestar para los que bancos descapitalizados de Francia y Alemania puedan conseguir su ración de carne. Pero, ¿por qué? Son los que compraron los bonos. Nadie les puso una pistola en la cabeza. Sabían que podían perder dinero si los bancos irlandeses se iban a pique. Ese es el riesgo que asumieron. «Tu pones tu dinero y te aprovechas de las posibilidades que surjan». ¿Verdad? Así es como funciona el capitalismo.
Pero no, ya no funciona así. Al menos no mientras Cowen esté al timón. El Primer Ministro irlandés ha decidido rescatarles; darles «todo otra vez» a los tenedores de los malditos bonos. Pero, ¿quién hizo al Dios Cowen? ¿Quién dio a Cowen el derecho de entregar su país al FMI?
Nadie. Cowen es uno de tantos canallas doblegando la cerviz ante el capital internacional. Una vez que acabe su trabajo en Irlanda, lo más probable es que se una al globalista Tony Blair en la Riviera Francesa para codearse un poco con la gente de esmoquin.
Es muy revelador observar cómo funciona Cowen, como si los intereses de los banqueros extranjeros le importaran más que los de su pueblo. Por ejemplo, el Partido Verde se retiró del gobierno la pasada noche pidiendo que se convocaran elecciones, pero aunque el gobierno esté patas arriba, el viscoso Taioseach quiere mantenerse en el poder el tiempo suficiente para sacar adelante un nuevo presupuesto para cuatro años que dejará a los trabajadores irlandeses al borde de la indigencia. De todas formas, ¿para quién está trabajando Cowen?
Esto es del Irish Times:
«Los partidos de la oposición han intensificado hoy sus presiones sobre el gobierno, que intenta seguir adelante y aprobar el presupuesto el próximo mes.
Fine Gael volvió a pedir elecciones generales inmediatas y dijo que el plan presupuestario cuatrienal sólo debería ponerlo marcha un gobierno que contara con el mandato adecuado…
‘Lo mejor para el país es que las negociaciones sobre el programa a cuatro años lo haga un gobierno que tiene por delante ese período para servir al pueblo, que tiene un mandato de ese pueblo para que tenga autoridad y credibilidad no sólo para desarrollar y negociar sino también para llevarlo a cabo. Creo que eso es lo mejor para los intereses de Irlanda’, dijo.» («Opposition steps up presures», Charlie Taylor, Irish Times).
Las eventuales medidas, que ya lo creo que van a apretar los cinturones, incluirán el despido de 28.000 empleados públicos, un aumento en los impuestos sobre la propiedad, un recorte del 10% en las prestaciones sociales e impuestos más altos a los trabajadores con bajos salarios. Cowen cree que es preferible gravar a las familias con rentas más bajas que hacer que los tenedores multimillonarios de bonos se coman sus pérdidas. Todo apesta asquerosamente.
¿Hay alguna salida para Irlanda? El economista Mark Weisbrot piensa que sí. Esto es lo que cree que debería ocurrir:
«Las autoridades europeas y el FMI podrían prestar a Irlanda los fondos necesarios durante los próximos uno o dos años a tasas muy bajas de interés… Una vez que se garanticen esas necesidades de préstamo, Irlanda no tendría que preocuparse por los picos de sus costes de financiación como los que provocaron la actual crisis… Las autoridades europeas podrían descartar sus condiciones cíclicas y, en cambio, permitir que Irlanda emprenda una serie de actuaciones de estímulo fiscal temporal para conseguir que su economía crezca de nuevo. Esta es la alternativa más viable y práctica ante la continuada recesión.
En cambio, las autoridades europeas están intentando que el FMI… exija una ‘devaluación interna’. Este es un proceso que hará que la economía se contraiga y haya tanto desempleo que los salarios caerán de forma espectacular y la economía irlandesa será más competitiva internacionalmente sobre la base de los bajos costes de las unidades de trabajo.» («There is another way for bullied Ireland», Marck Weisbrot, The Guardian).
Todo es de rigueur para el FMI. No sería un programa cabal del FMI a menos que alguien se muera de hambre. Ese es el punto de referencia para el éxito.
Irlanda no necesita programas de ajuste estructural cuando la financiación a bajo interés y los estímulos fiscales pueden devolver la vida a la economía. Esto es política, no economía. La UE y el FMI están utilizando las crisis para imponer sus propias agendas. Su objetivo real es aplastar a los sindicatos, triturar la red de la seguridad social y hacer retroceder los avances de la Era Progresista.
El pueblo irlandés no tiene otra opción más que la de resistir. En estos momentos, el gobierno Cowen se derrumba. ¡Bravo! Lo que tienen que hacer ahora los irlandeses es correr a las barricadas a ver si pueden deshacer el daño. Irlanda necesita retirarse de la UE y empezar de nuevo. Al principio el camino estará lleno de baches, pero no hay otra forma. El economista Dean Baker resume esto en un artículo aparecido en The Guardian. Aquí va lo que dijo:
«Incluso un país relativamente pequeño como Irlanda tiene posibilidades. En concreto, podrían abandonar el euro y no pagar su deuda… Como Irlanda, Argentina fue también el más patético ejemplo de la panda neoliberal antes de meterse en dificultades.
Pero el FMI puede dar un giro rápidamente. Su programa de austeridad hizo que el PIB bajara casi un 10% y que la tasa de desempleo subiera hasta alcanzar dos dígitos. A finales de 2001, era políticamente imposible que el gobierno argentino aceptara más imposiciones. Como consecuencia, rompió el supuestamente irrompible vínculo entre su moneda y el dólar y no pagó su deuda.
El efecto inmediato fue que la economía empeoró, pero en la segunda mitad de 2002 la economía crecía de nuevo. Este fue el comienzo de cinco años y medio de sólido crecimiento, hasta que la crisis económica mundial acabó finalmente afectándola en 2009.» («Ireland should’ do an Argentina», Dean Baker, The Guardian).
El pueblo irlandés no luchó durante siglos de hambre y ocupación extranjera para convertirse en el peón de la deuda del SuperEstado corporativo de la UE. Como dijo el presidente del Sinn Fein, Gerry Adams: «No necesitamos que nadie venga a ocupar nuestro puesto. Podemos gobernarnos nosotros mismos». ¡Eso es! ¡Digan a los plutócratas de la UE que cojan su Bankstate Utópico y se lo metan por donde les quepa!
Mike Whitney vive en el estado de Washington. Puede contactarse con él en: [email protected]
Fuente: http://www.
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