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México, privatizaciones energéticas

Fuentes: Rebelión

Desde que el presidente Vicente Fox llegó a la presidencia de México, el capital privado ha ido penetrando con fuerza inusitada en los sectores del petróleo y la electricidad los que, según la Constitución, solo pueden estar controlados por el Estado. Datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público indican que en los últimos […]

Desde que el presidente Vicente Fox llegó a la presidencia de México, el capital privado ha ido penetrando con fuerza inusitada en los sectores del petróleo y la electricidad los que, según la Constitución, solo pueden estar controlados por el Estado. Datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público indican que en los últimos cuatro años, la inversión privada nacional y extranjera en Petróleos Mexicanos (PEMEX) y en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se multiplicó en 3,2 % en relación con el 2000, lo que equivale a 320 000 millones de pesos y representa el 8,5 % del Producto Interno Bruto (PIB) de la nación. El mecanismo empleado para esta inserción es el llamado Proyecto de Inversión de Impacto Diferido en el Registro de Gasto (Pidiregas), que consiste en que los suministradores de capital privado realicen por cuenta del gobierno los trabajos y proyectos de infraestructura, y los recursos gastados constituyen una deuda avalada por el sector público. Según estimados de BBVA Bancomer, para el 2007 la participación privada en el sector energético se elevará al 14,6 % del PIB. Otra de las formas de esta penetración son los Contratos de Servicios Múltiples (CSM), que permiten a las empresas extranjeras explorar y explotar yacimientos de gas y petróleo. En junio último, el oposicionista Partido Revolucionario Institucional (PRI) presentó una denuncia a la Auditoría Superior de la Federación para que se investigue «la entrega soterrada y fraudulenta de los recursos energéticos del país a las transnacionales a través de los CSM, así como la extranjerización de las actividades petroleras y el desmantelamiento de PEMEX». La demanda asegura que PEMEX está siendo «reducido, limitado e inmovilizado bajo la técnica del Banco Mundial de llevar a la empresa a punto de la privatización». Armando Etcheverry y Carlos Rodríguez Canchola, de la Unión Nacional de Trabajadores de Confianza de la Industria Petrolera, denunciaron en conferencia de prensa que en los últimos meses han sido despedidos los miembros del Comité Ejecutivo y los principales dirigentes de la Unión para evitar el funcionamiento de la organización y para eliminar a todos los que estorben en el camino de la privatización silenciosa de PEMEX.La medida de fuerza contra ingenieros, técnicos y otros obreros ocurrió después que los afiliados a la Unión presentaron una demanda de nulidad del contrato que el gobierno firmó con la empresa española Repsol.En el documento se establece que la transnacional no pagará el Impuesto al Valor Agregado (IVA); que PEMEX puede rechazar partes del convenio pero no imponer sus puntos de vista, y que solo la Cámara Internacional de Comercio (y no una institución mexicana) puede dirimir cualquier diferencia. A principios de septiembre, el director de PEMEX, Raúl Muñoz Leos, se pronunció a favor de reformar las leyes secundarias para permitir la entrada del capital privado en la paraestatal y buscar empresas transnacionales con recursos y tecnologías de punta para explorar yacimientos que el país comparte con Estados Unidos en el Golfo de México. El pasado año, el presidente Fox, durante una gira por Europa invitó a acudir a su país a cualquier compañía que fuera proveedora en la cadena de producción, fabricación, transformación o distribución de petróleo o energía eléctrica. Desde que el ex presidente Lázaro Cárdenas nacionalizó la producción- distribución petrolera y los servicios de energía eléctrica en marzo de 1938, esos sectores se mantuvieron bajo control gubernamental. Sin autorización congresional y por medio de contratos con terceras empresas o de forma ilegal, ya operan en el país azteca 300 empresas transnacionales en esos sector, según Francisco Garicochea, dirigente del Grupo de Ingenieros Petroleros Constitución de 1917,. La justificación aducida es que PEMEX se halla en su capacidad límite financiera y al no poder impulsar proyectos de inversión con recursos propios debe recurrir a los particulares. En el mundo ha quedado demostrado en múltiples ocasiones que cuando se venden las empresas del Estado, se generan monopolios privados. El artículo 27 de la Constitución mexicana establece que «tratándose del petróleo…o de minerales radiactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos, y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos. Corresponde exclusivamente a la Nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público…» Desde que México firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Estados Unidos comenzaron a penetrar las compañías transnacionales en empresas claves de la nación. El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) denunció que según datos oficiales de la Comisión Federal de Electricidad, doce grandes trasnacionales de Estados Unidos, Canadá, Europa y Japón mantienen en su poder 30 % de la generación de energía del país, entre las cuales se encuentran, Enron, Bechtel, Iberdrola, Mitsubishi, Unión Fenosa y Alstom.El SME añadió en su informe que ya están en el país las firmas Intergen, Abengoa, Transalta, EDF y Nichemen, es decir, casi todas las grandes empresas mundiales de energía eléctrica sin que aún se hayan abierto las puertas, oficialmente, al sector privado. El estudio del SME pronostica que para finales de 2004 los empresarios foráneos detentarán el 40 % del servicio eléctrico porque aumentarán sus inversiones al contar con la autorización de proyectos. Hace solo dos meses, la tristemente famosa compañía Halliburton obtuvo la licitación para un contrato de 175 millones de dólares convocado por PEMEX para perforar 27 pozos en el sur de México durante los próximos dos años. La realidad es que el peligro ya no acecha al sector energético mexicano, sino que el mal ya lo tiene adentro.