Tina Casanova Rivera (Ciales, Puerto Rico, 1949-) lleva más de dos décadas dedicada al bello oficio de escribir. Narradora natural, se ha destacado en la novela histórica y la literatura infantil y juvenil. Tina se graduó de la Universidad Mundial en Administración de Empresas (B.A., 1984). Antes, en los setenta estudió por tres años en la Liga de Estudiantes de Arte de San Juan. Tiene a su haber unas doce novelas publicadas, así como también otros 16 cuentos o relatos novelados infantiles y juveniles. Junto a Sigfredo Figueroa publicó un libro de ensayos, Papeles al viento (2013). La obra literaria de Casanova ha sido premiada por el Instituto de Literatura Puertorriqueña (1999), Ediciones SM (2007) y el Pen Club de Puerto Rico (2008, 2011, 2014-2015). En el 2017 el Departamento de Educación de Puerto Rico le dedicó su Festival de la Lengua y se le dedicó el Octavo Festival de la Palabra de San Juan, Puerto Rico. Tina me ha dado respuesta a unas preguntas que me enorgullece nos haya contestado. Son todas para ser compartidas con vosotros.
– Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – Hace poco tiempo publicó Corazón y raíz. La alegría de un hombre llamado Ricardo (2020).¿De qué trató o tratas en dicha novela biográfica? ¿Cómo surgió la oportunidad raíz de trabajarle?
– Tina Casanova (TC, en adelante) – Corazón y raíz, la alegría de un hombre llamado Ricardo, surge como parte de las iniciativas para celebrar en San Juan de Puerto Rico el centenario del nacimiento de don Ricardo Alegría que será en abril 2021. Don Ricardo Alegría fue uno de nuestros personajes más notorios en el quehacer cultural de nuestra patria. Nos dotó de una personalidad propia. Y eso, para un pueblo que nunca ha sido libre, es esencial. Lo trabajé en forma de novela porque es la forma más fácil y entretenida de llegar al pueblo común para que conozcan la trayectoria de sus personajes célebres. Lo sugirió el Dr. Sebastián Robiou Lamarche como un libro infantil, pero la vida de don Ricardo es demasiado rica e interesante y el hombre y no el niño ganó al final.
– WRS – ¿Qué relación tiene su trabajo creativo previo a Corazón y raíz y vuestro trabajo creativo previo y posterior? ¿Cómo lo hilvana con su experiencia de puertorriqueña-caribeña y su memoria personal o no de/ con lo caribeño o no dentro de Puerto Rico y el Caribe?
– TC – Mi carrera de escritora y novelista comienza con el género de novela histórica. Luego y al pasar el tiempo incursiono en la literatura infantil-juvenil de la cual soy autora de por lo menos 25 publicaciones. Mis libros en ese campo se utilizan como libros de textos tanto del sistema público como del privado en Puerto Rico. Pero nunca dejé de trabajar la novela histórica. Al presente tengo 10 novelas históricas publicadas. Además, he publicado ensayos y cuentos.
Con la novela histórica me inserto en el fluir de la historia, encuentro el espacio que me ha tocado vivir y voy atrás en la historia para poder comprender por qué soy (somos) como soy (somos). He trabajado bastante del devenir histórico de mi país, incluyendo la etapa pre-colombina y el proceso de la conquista y colonización por parte del imperio español primero y luego el imperio norteamericano. Es la historia de toda la América. Es la vida y el devenir de ésta proyectados a través de los diferentes procesos por los cuales hemos tenido que pasar.
Es la forma de ofrecer la historia a la gente común, a nuestros jóvenes, a las personas que consideran engorroso leer un libro de historia. Doy carne, aliento y vida a los personajes que conformaron esa historia. Más allá de datos y fechas, mis personajes tienen una vida similar a la de todos nosotros. La historia real se entremezcla con las historias de ficción que creo para ilustrar lo que pudo haber pasado, sin descuidar la historia real.
– WRS –Si comparas vuestro crecimiento y madurez como persona, pintora, guionista y escritora con su época actual en Puerto Rico, ¿qué diferencias observas en vuestro trabajo creativo? ¿Cómo ha madurado su obra? ¿Cómo has madurado?
– TC – Comparando mi trabajo actual con el mismo que realicé 30 años atrás cuando estaba haciendo mis primeros intentos en el campo literario, y un poco más atrás cuando trabajaba la plástica, por fuerza veremos un cambio y una madurez adquirida mediante la experiencia misma de la vida y el quehacer.
Trabajar la novela histórica requiere de un trabajo de investigación constante. Por cada novela histórica que produzco, hay una buena decena de libros leídos, cursos en universidades, conversatorios y entrevistas a personas y visitas a sitios que será mandatorio hacer. Así que a la vez que escribo, voy adquiriendo más conocimiento sobre la vida pasada y presente de un pueblo, una sociedad, una cultura. Mis puntos de vista y mis análisis de 30 años atrás no serán definitivamente mis puntos de vista y análisis de quien soy actualmente. Hay una madurez, una experiencia que se va acumulando y va cambiando mi forma de ver la vida, mis conceptos y hasta mis apreciaciones sobre los temas trabajados. Esto es muy normal, la vida es toda cambio y no soy la excepción.
– WRS – Tina, ¿cómo visualizas vuestro trabajo creativo con el de su núcleo generacional de escritores con los que comparte o ha compartido en Puerto Rico? ¿Cómo ha integrado o volcado vuestro trabajo creativo a su quehacer de escritora?
– TC – Hay un paralelismo entre mi escritura y la de mis colegas escritores porque vivimos en la misma patria y pasamos juntos por el mismo periodo y procesos históricos. Pero, cada cual tendrá su estilo. Cada cual verá la vida desde un prisma diferente y circunstancias a fines con lo experimentado. El género de la novela histórica no es muy común en Puerto Rico. Podríamos decir que somos muy pocos los que hemos incursionado en el género. En cuanto a la literatura juvenil e infantil ocurre lo mismo.
Soy muy creativa, porque soy muy lectora. Mis experiencias como lectora de toda una vida ayudan en gran medida a poder hilvanar historias que se adaptan a la realidad de nuestros niños y adultos jóvenes. Mis libros gustan a este público y puedo asegurar que muchos de ellos han comenzado a experimentar una cultura de lectura a raíz de haber leído alguno de mis libros. Escribo desde la perspectiva de los más pequeños y jóvenes y agraciadamente llego a ellos. Puedo trabajar a la vez una novela histórica y literatura infantil-juvenil. Es por ello por lo que, a veces en un año puedo tener hasta tres o cuatro publicaciones nuevas. Y eso no es muy común entre mis congéneres escritores.
La lectura me provee un banco de datos a los cuales hacer referencia cuando estoy inmersa en mi proceso creativo. Sin lectura no habrá escritura.
– WRS – Ha logrado mantener una línea de creación enfocada en la narración en y desde Puerto Rico. ¿Cómo concibes la recepción a vuestro trabajo creativo dentro de Puerto Rico y fuera, y la de sus pares?
– TC – Es muy difícil salir de nuestras playas cuando se vive en una isla. Para nosotros, los escritores boricuas, es cuesta arriba conseguir que un libro sea publicado fuera de nuestras fronteras. Los editores y casas editoriales lo ven todo bajo la lupa de la ganancia económica. Es muy difícil que inviertan en un escritor para poder proyectar su obra fuera de Puerto Rico. Por lo tanto, al igual que mis compañeros escritores, a excepción de un puñado de ellos, mi obra no ha trascendido nuestras playas.
En Puerto Rico mi trabajo es muy bien recibido. Tengo muchos lectores que me siguen, que me leen, que me recomiendan. Y en eso no tengo quejas. La diáspora, o sea los puertorriqueños que han emigrado a Estados Unidos me siguen desde allá, pero debo hacer llegar mi obra a ellos. No encontrarán, más allá de Amazon, alguna librería en Estados Unidos donde puedan adquirir mis libros.
Visito Asturias en España todos los años y en Arriondas se pueden encontrar algunos de mis libros en sus librerías, pero es porque los llevo yo. No porque se estén publicando allá. Es muy difícil cuando las casas editoras no desean invertir en los escritores y sacarlos del ambiente local. Y nosotros, los escritores tenemos las manos muy atadas.
– WRS – Sé que vos es de Ciales, Puerto Rico. ¿Se considera una escritora puertorriqueña o no? O, más bien, una escritora, sea esta puertorriqueña o no. ¿Por qué? José Luis González se sentía ser un universitario mexicano. ¿Cómo se siente vos?
– TC – Nací en Ciales, un pueblo en el centro de la isla, pero desde los 14 años me trasladé al área metropolitana, Bayamón, Carolina, San Juan y actualmente Trujillo Alto. Me considero una escritora puertorriqueña. Me siento como una escritora puertorriqueña y escribo desde Puerto Rico. Con José Luis González pasó algo muy diferente a mi historia: él no nació en Puerto Rico, llegó aquí muy joven desde la República Dominicana, comenzó aquí su carrera literaria y luego se trasladó a México. Es normal entonces poder aquilatar de manera diferente su trayectoria.
En mi caso, aparte de tres meses al año que paso en Asturias desde hace 20 años, precisamente para poder escribir, el resto del tiempo vivo en Puerto Rico. Por lo tanto, no hay motivo alguno para sentir que pertenezco a otro sitio que no sea mi isla.
– WRS – ¿Cómo integra vuestra identidad étnica y de género, y su ideología política con o en vuestro trabajo creativo y su formación en Puerto Rico?
– TC – Mi identidad étnica, mi ideología política y todo lo que conforma mi vida y mis características, estarán siempre presentes en mi trabajo, porque no se puede disociar una cosa de la otra. Por medio de mis personajes, ya que no por medio del ente narrativo siempre habrá espacio para manifestar de alguna forma todo lo que soy. Mis valores éticos y morales, la forma en cómo veo e interpreto mi vida actual y mi vida pasada, mis experiencias a través del recorrido que he hecho por los caminos de mi realidad, todo eso es utilizado por mí, como se utiliza el hilo para bordar una pieza de ropa. Mis personajes, aunque no sean yo, siempre tendrán algo mío, aun a mi propio pesar. Ser fiel a mis principios es una de las características más vitales en mi obra.
– WRS – ¿Cómo se integra vuestro trabajo creativo a su experiencia de vida como estudiante antes y después de su paso por la Liga de Estudiantes de Arte del Viejo San Juan? ¿Cómo integras esas experiencias de vida en su propio quehacer de escritora en Puerto Rico hoy?
– TC – Como mencioné en la respuesta anterior, es lo mismo. Las experiencias de vida del autor forman parte integral de su banco de datos. De las experiencias propias y las que se toman prestadas con o sin permiso, depende en gran medida la creación de un personaje, el desenlace de una trama, el tejido de una historia. Por ejemplo, cuando creo un personaje que es pintor o pintora, puedo ilustrar sus ejecutorias de manera más fiel porque fui una de ellas. Al igual que cuando trabajo personajes que se mueven en un ambiente conocido de primera mano, el esfuerzo para recrearlo será mínimo. Aunque un escritor debe estar preparado para poder ilustrar cualquier ambiente conocido o no, tener de primera mano la experiencia facilita la tarea.
– WRS – ¿Qué diferencia observas, al transcurrir del tiempo, con la recepción del público a vuestro trabajo creativo y a la temática sociohistórica del mismo? ¿Cómo ha variado?
– TC – Mi trabajo se actualiza en la medida en que me he mantenido escribiendo sin tregua por los últimos 30 años. Me actualizo en cada trabajo. Estoy a tono con el devenir del tiempo, con los cambios sociales, políticos, económicos. Mi escritura es de actualidad, aun cuando escriba una historia del tiempo pretérito. Trato de no incurrir en la seducción que la presión de la nostalgia pueda ejercer en mi ánimo. Escribo de la distancia desde el presente.
– WRS – ¿Qué otros proyectos creativos tienes pendientes?
– TC – Por el presente tengo en mente trabajar una novela histórica de un personaje apasionante que por ahora prefiero mantener en suspenso porque todavía no estoy muy segura de poder lograrlo. De momento estoy inmersa en el estudio investigativo de ese personaje y ya decidiré si vale la pena trabajarlo. Tengo también pendiente una novela autobiográfica escrita en conjunto con mi esposo. Eso también es un proyecto tentativo. Por lo pronto disfruto este tiempo extra que nos ha traído la dichosa pandemia para leer, poner en perspectiva mi trabajo futuro y disfrutar de la libertad personal que me ha dado la pausa de las actividades normales. Habrá decisiones que hacer y nuevos rumbos que tirar. Por ahora, prefiero disfrutar de la pausa.
Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.