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Michael Lebowitz: «Hay que armar al pueblo y desarrollar a las milicias desde abajo»

Fuentes: Aporrea

Sobre la revolución bolivariana de Venezuela, Michael Lebowitz es de los pensadores que más a fondo han penetrado en nuestro proceso; en él hunde su mirada escrutadora, en sus más variados y conflictivos problemas, para luego sereno y contundente arrojar su verdad que resulta como un cuchillo de claridades. Él nos ve desde afuera con […]

Sobre la revolución bolivariana de Venezuela, Michael Lebowitz es de los pensadores que más a fondo han penetrado en nuestro proceso; en él hunde su mirada escrutadora, en sus más variados y conflictivos problemas, para luego sereno y contundente arrojar su verdad que resulta como un cuchillo de claridades. Él nos ve desde afuera con su sabiduría y cuando piensa, lo que aflora de sus palabras nada tiene que ver con lo intelectual. Va a la realidad, habla como un campesino o como un obrero que se mete en los hechos, que los vive, los sufre y los palpa. Con honda sencillez, con palabras muy directas y concisas consigue aclararnos muchas preocupaciones que nos dominan, sobre el grandioso camino hemos escogido. Para él no hay ninguna duda que el pueblo venezolano será del tamaño de las dificultades que afrontamos y afrontaremos.

De las revoluciones de los últimos ciento cincuenta años, no queda ninguna duda que la venezolana es la más importante por el cruce de penosas tragedias y experiencias fallidas, y por las catastróficas frustraciones heredadas de las que se intentaron durante el siglo XX (a excepción de la cubana). Pero hoy el proceso que vive Venezuela se ha convertido en el más potente faro de los revolucionarios del mundo, y en este sentido las palabras del general José Félix Rivas, que con frecuencia nos recuerda el Comandante Chávez, se convierten en una consigna esencial para los pueblos del mundo: «No podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer».

En el Centro Internacional Miranda, tuvimos oportunidad de conversar con este profesor de la Universidad de la Columbia Británica (Canadá), Michael Lebowitz. Me parecía uno de esos ermitaños que de pronto emergen de las montañas y que vienen cargados de sabiduría por las largas y duras batallas interiores. Michael Lebowitz, el autor de extraordinarios libros como «El socialismo no cae del cielo» (muy comentado por el Presidente Chávez) y «Construyámoslo Ahora: El Socialismo para el Siglo XXI». No vacilamos en declarar que Michael Lebowitz constituye una luz esencial para nosotros en el actual proceso revolucionario bolivariano. En esta entrevista, muchas angustiosas, muchas preocupaciones les fueron planteadas, y él pudo responderlas, insisto, con sencilla y certera claridad. Aquí presento sólo la primera parte.

SR: Nosotros estamos preocupados por el problema del socialismo, pero se percibe en ocasiones una gran diferencia entre todo lo que dice y lo que muestra la realidad de los hechos.

ML: Esto siempre va a ser cierto. Pero la primera cosa que necesitamos hacer es crear una visión y para eso se necesitan las palabras. Hay un dicho viejo que dice si tú no sabes a dónde quieres ir cualquier camino te llevará a allá, pero no, esto no es así: es que si tú no quiere saber a dónde quieres ir no podrá existir un camino que te llevará a ese punto. Y yo creo que en Venezuela que con el desarrollo de concepto del socialismo del siglo XXI, sí sabemos a dónde queremos ir. No queremos llegar a una sociedad en la cual el Estado dirija todo. Debe ser una sociedad donde la gente se desarrolle a ellos mismos, a través de su práctica, a través de su protagonismo. Si esa visión es clara y dista mucho de la visión de las experiencias del socialismo del siglo XX. Eso fue el primer paso, un paso muy importante, pero ahora llegamos al paso crucial: se entiende que eso se debe hacer en la práctica, cómo se puede establecer las instituciones que permitan a la gente desarrollarse. Esto sí se está desarrollando a través de los consejos comunales, de trabajadores, de obreros, donde la gente participa en la toma de decisiones, que les impacta. El problema es que no es tan fácil hacer eso, cuando existe gente que quiere hacer todo para los demás desde arriba. Ellos dicen: vamos a crear consejos comunales donde quiera, comunas en todas partes. Y si la agente no está lista para desarrollar sus consejos comunales, ellos dicen: lo hacemos nosotros. Parte del problema es la impaciencia que no respeta el proceso ni el tiempo que debe llevar para que la gente pueda desarrollarse ella misma. Además también existen personas que están completamente opuestas a la idea de que el pueblo, o las mismas personas, tomen sus decisiones. El caso más claro se ve en la participación de los obreros. Hay personas que creen que los obreros no son capaces, no son listos, no tienen el conocimiento para tomar decisiones que afecten su proceso de trabajo. Usted ve el resultado de esa actitud de que los trabajadores no son capaces en el hecho de los apagones eléctricos que se están dando a lo largo de toda Venezuela. Los trabajadores sí saben cuáles son los problemas pero a ellos no los han dejado implementar las soluciones, tomar las iniciativas necesarias para evitar esos apagones. La visión es importante, pero no basta, no es suficiente, porque siempre se va a necesitar la lucha.

ST: ¿Cuando usted dice que cuando hay personas que se oponen a este proceso también se refiere a gente del propio chavismo?

ML: Claro, por supuesto que sí, dentro del chavismo. Es por eso, por ejemplo, que no hay participación de los trabajadores en PDVSA.

ST: Simón Bolívar fundó la Gran Colombia el 17 de diciembre de 1819, y murió el 17 de diciembre de 1830, y entonces se acabó esta fabulosa obra que creó con su genial entereza y voluntad. ¿Qué pasaría si Chávez desapareciera hoy?

ML: Creo que sería una gran pérdida, no sólo para Venezuela sino para el mundo entero. Porque bajo el liderazgo de Chávez se ha restaurado la esperanza que se había perdido, la esperanza de que sí existe una alternativa al neoliberalismo. Si tal cosa ocurriera en este momento sería más que una perdida una tragedia, porque me parece que el proceso no se ha desarrollado suficientemente para seguir con un liderazgo desde abajo. Quizá en el 2020 habría una posibilidad de que el proceso pueda seguir sin Chávez. Pero en este momento NO.

ST: ¿Cómo hacer para que existan sustitutos que puedan tomar la lucha de Chávez sin muchos traumas?

ML: Hay personas que trabajan muy cercanas a Chávez, en su círculo, que tienen las ideas de Chávez, su visión, conciencia, pero carecen del carisma del Presidente para ser líderes. Al mismo tiempo existen otros que son muchos más conocidos pero no estoy seguro que compartan el proyecto que lidera el Presidente Chávez. Y hoy estoy hablando muy suavemente, a veces las digo con mucha fuerza y abiertamente.

ST: Con la situación del petróleo, que sigue siendo nuestro primer producto de exportación, y ante el nuevo drama mundial del encarecimiento de los alimentos, nos encontramos ahora todavía con cierto abandono del campo: ¿cómo en poco tiempo podríamos estructurar una forma de economía diferente a la mono-productora que nos impuso el capitalismo?

ML: El petróleo no es un problema sino una bendición. Hay muchos países en la misma situación donde se ha abandonado la agricultura, o que la agricultura ha sido más o menos marginalizada por las transnacionales. La existencia del recurso petrolero eso permite al Estado tomar una parte de estos ingresos para crear una infraestructura y crear condiciones en el campo para que las personas vayan a querer regresar y trabajar en el campo, y que en el campo pueden tener una buena vida. Con la crisis alimentaria que se acerca es absolutamente imprescindible estimular a la gente para que se vaya a vivir al campo. Con la renta petrolera se puede crear estas condiciones, y si comparamos estos con la situación en Cuba donde también tienen problemas con la producción agrícola, y donde la gente se está yendo del campo, y ellos no tienen la renta petrolera para atraer a la gente otra vez al campo. Lo que al pareciera estar pasando en Cuba es que están diciendo: vamos a permitir la propiedad privada en la agricultura y algunas personas van hacer mucho dinero produciendo alimentos y vendiéndolo con grandes ganancias. En Venezuela es posible utilizar una parte de la petrolera para crear en el campo unidades de producción agrícola y atraer a la gente no a través de ingresos muy altos para productores pero basados en la calidad de vida que esas personas puedan disfrutar viviendo en el campo. La agricultura ha sido una esfera donde ha fracasado todos los intentos de construir el socialismo. La Unión Soviética hiso caso omiso a la agricultura y en algunas áreas rurales era imposible caminar o conducir por las carreteras. La gente tenía que llevar sus productos al mercado por avión. China había dicho que no iban a seguir el camino soviético, y que iban a desarrollar la agricultura pero no lo hicieron. Ahora persisten en sacar recursos, sobre todo humanos del campo para la industria. Entonces en lugar de lo que pasó en otros lugares que pusieron la agricultura al servicio de la industria, aquí se puede hacer lo contrario: el petróleo al servicio de la agricultura.

ST: Si se abandonó el campo, se requerirá de un tiempo largo para formar personas que quieran dedicarse a las tareas que exige la agricultura. Las personas se han deformado mucho en las ciudades y les sería muy difícil hacerse «campesinas», agricultores.

ML: Sí, tomará tiempo. No va a pasar esto de la noche a la mañana. Pero creo que el Presidente Chávez entiende este problema. No es por casualidad que existan tantos «Aló Presidente» en cooperativas rurales, en las nuevas granjas socialistas. Yo creo que es una manera de decir a la gente que están viviendo en los cerros, en los barrios y que están pasando mucho trabajo, decirles: mira, es tiempo de hacer un cambio. Hay mucho más que se puede hacer. En Brasil se dieron cuenta los militantes del MCT tiene muchos jóvenes, y cuando MCT ocupa tierras entonces había tierra disponible para familia para empezar una vida nueva. En Brasil todos los estereotipos de que todos los campesinos son viejos no era verdad. Tal vez lo que necesita es hacer5 una campaña dirigida a los jóvenes para facilitar este proceso de repoblación del campo.

Viendo la situación internacional: estamos muy amenazados, no sabe qué va a pasar en Nicaragua, cómo debemos nosotros prepararnos para enfrentar una situación más crítica al norte de Sudamérica.

Acabo de terminar un libro en que el abordo un tema que es el problema del viejo Estado, que los progresistas se han apropiado, no necesariamente por fuerza. En el largo plazo, socialismo requiere que el viejo Estado esté sustituido por el nuevo. En la situación inmediata se necesita que los dos Estados se complementen. El nuevo Estado que ayuda a desarrollar a las personas inicialmente no puede tomar visión global. El viejo Estado tiene la costumbre de dar órdenes desde arriba. Lo que es esencial desarrollar la interactuación entre los dos Estados y por un tiempo es necesario caminar con dos piernas, y lo mismo es cierto cuando se habla de prepararse para una crisis de una intervención militar. Eso implica tener un ejército tradicional que puede proteger a la gente pero también hay que armar al pueblo y desarrollar a las milicias desde abajo.

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Fuente: http://www.aporrea.org/tiburon/a89208.html