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Mientras Suiza lucha contra la evasión de impuestos, el dinero viaja hacia Singapur

Fuentes: The Wall Street Journal

Durante décadas, los multimillonarios que buscaban servicios bancarios discretos gravitaban hacia Suiza, donde el secreto bancario era sacrosanto. Pero cuando las autoridades suizas cedieron ante la presión de la Unión Europea para desincentivar la evasión de impuestos, se despejó el camino para que un nuevo destino tratara de captar a los ricos del mundo: Singapur. […]

Durante décadas, los multimillonarios que buscaban servicios bancarios discretos gravitaban hacia Suiza, donde el secreto bancario era sacrosanto. Pero cuando las autoridades suizas cedieron ante la presión de la Unión Europea para desincentivar la evasión de impuestos, se despejó el camino para que un nuevo destino tratara de captar a los ricos del mundo: Singapur.

Esta diminuta nación asiática reforzó su secreto bancario, cambió las leyes de inversión y comenzó a permitir que los extranjeros que cumplan con los requisitos mínimos de riqueza compren terrenos y se conviertan en residentes.

Ahora, el dinero de la banca privada fluye a raudales desde tres direcciones: asiáticos que se han enriquecido gracias al auge económico de la región, extranjeros que buscan invertir y hacer negocios en Asia y europeos que trasladan dinero desde Suiza por motivos tributarios. Los bancos suizos se están expandiendo en Singapur para no perderse la fiesta. Este flujo de dinero demuestra cómo en el mundo sin fronteras de la banca internacional una nación puede usar las regulaciones bancarias como una herramienta de desarrollo económico, y lo difícil que es para las autoridades tributarias controlar esa fuga de ingresos.

Los fondos totales que maneja el sector de la gestión de activos de Singapur, que incluye a la banca privada, pasaron de US$92.000 millones en 1998 a cerca de US$350.000 millones a fines de 2004, según la Autoridad Monetaria de Singapur, el regulador financiero del país. Roman Scott, director de Boston Consulting Group en Singapur, calcula que los activos de la banca privada representan cerca de US$112.000 millones del total.

Los funcionarios de Singapur dicen que lo que atrae a los nuevos depositantes extranjeros es el sólido sistema legal de la nación, la ausencia de corrupción y un sistema financiero transparente. Algunos banqueros privados suizos también han promocionado a Singapur como una manera de circunvalar nuevos impuestos en Suiza, Luxemburgo y otros paraísos fiscales.

Cediendo a la presión de la UE para tomar medidas contra la evasión, Suiza impuso en julio un impuesto de retención a algunas cuentas de ciudadanos de la UE. «Singapur es una forma de evitar el impuesto», dice Raymond J. Baer, presidente de la junta del banco privado de Zurich Julius Baer Holding Ltd. El año pasado, la entidad compró el Banco di Lugano, una pequeña institución suizo con operaciones de banca privada en Singapur. Baer dice que el hecho de estar presente en varias jurisdicciones le permite al banco atender una clientela internacional y asegura que la oficina de Singapur es una plataforma de crecimiento en Asia. Una vocera para la Autoridad Monetaria de Singapur dice que el país «no busca atraer evasores».

El número de bancos privados que operan en Singapur ha aumentado de 20 en 2000 a 35 a fines de 2005. Varios bancos internacionales, como los suizos Credit Suisse Group y UBS AG, han expandido sus operaciones de banca privada en Singapur para satisfacer las nuevas demandas de sus clientes asiáticos y europeos.

Los bancos privados generalmente ofrecen a sus clientes que depositan al menos US$1 millón en activos líquidos asesoramiento sobre inversiones, planificación patrimonial y tributaria. A menudo también ayudan a los ricos a trasladar activos al exterior, algo que algunos utilizan para eludir impuestos domésticos.

Singapur ha dado varios pasos para atraer a extranjeros acaudalados. Según los cambios legales realizados en 2004, los extranjeros con activos de US$12,2 millones pueden pedir la residencia si depositan al menos US$3,1 millones en una institución financiera en Singapur.

La expansión de la banca privada es parte de un amplio esfuerzo de Singapur para diversificar su economía y dejar de depender de la fabricación de electrónicos, negocio que enfrenta una creciente competencia de países con menores costos como China. El gobierno intenta estimular la biotecnología y la fabricación de químicos y farmacéuticos. En 1998, tras la crisis asiática, creó un plan para convertir Singapur en un centro de banca de inversión, banca privada y fondos de inversión.

El modelo fue la banca privada suiza, que alberga cerca de 30% de los activos globales offshore. La confidencialidad bancaria ha sido una característica de la ley suiza desde 1934. Durante décadas, los extranjeros pudieron tener cuentas personales que sólo se identificaban internamente por cifras. En Suiza, la evasión de impuestos es una ofensa administrativa, no un delito. Las autoridades se niegan a cooperar con las investigaciones tributarias de otros países, aunque hacen excepciones en asuntos criminales. Si bien Suiza y otros centros offshore no son miembros de la UE, dependen de las naciones europeas para el comercio. Las autoridades suizas accedieron a un acuerdo. El nuevo impuesto de retención obliga a los bancos suizos a retener una porción de los intereses acumulados en cuentas de ahorros de ciudadanos de la UE que no viven en Suiza, y entregar parte de ese dinero a las autoridades tributarias nacionales. El impuesto se aplica a ahorristas que no han reportado todos sus activos a las autoridades de su país.

Los banqueros suizos dicen que el impuesto y el empuje constante para restringir la confidencialidad están desalentando a los europeos ricos a mantener su dinero en Suiza. Singapur no pertenece a la UE ni a la Organización de Cooperación y el Desarrollo Económico, por lo que no ha enfrentado la misma presión. Al mantener el dinero en Singapur, los europeos pueden evitar el nuevo impuesto, dicen algunos banqueros.

En una respuesta escrita a preguntas sobre sus políticas, el Ministerio de Finanzas de Singapur dijo que los pedidos de información de autoridades impositivas de otras naciones son considerados bajo los términos de acuerdos internacionales diseñados parea evitar la doble tributación. Singapur tiene acuerdos de este tipo con 50 países, dice un vocero del ministerio.

Singapur se promociona como una nación sin corrupción e implacable contra el crimen. Al igual que Suiza, Singapur dice que coopera con las autoridades extranjeras en las investigaciones de lavado del dinero y el financiamiento al terrorismo. «Nuestro sistema bancario y financiero es abierto y transparente, y nuestras reglas se hacen respetar rigurosamente», dice la Autoridad Monetaria.