Primera parte
Se ha dado conocer en Bogotá, que el próximo día 20 de septiembre llegará a Colombia el Secretario de Estado, Mike Pompeo, para este analista, la visita de Pompeo a Bogotá solo puede entenderse por una poderosa razón: Concretar con el presidente Duque, el plan de intervención militar a Venezuela, luego de previamente visitar Guyana y Brasil, dos de los países que EE.UU está procurando comprometerlos en una acción militar contra Venezuela, pero en esta ocasión también anuncia su paso por Surinam.
Fotografía cedida el 19 de septiembre de 2020 por la Presidencia de Colombia que muestra al presidente Iván Duque (i) durante su reunión con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo (d), en Bogotá (Colombia). EFE/ Presidencia de Colombia
Este viaje según el comunicado “resaltara el compromiso de Estados Unidos de defender la democracia, combatir el covid-19, mientras revitalizamos nuestras economías durante la pandemia y fortalecemos la seguridad contra todas las amenazas regionales”.
Coincidiendo con dicha visita, se pudo conocer por información de la dirección de prensa de las FF.MM colombianas que entre el 18 y 21 de septiembre se realizarán ejercicios militares con una brigada del ejército de los Estados Unidos, en la costa Caribe de Colombia, específicamente en la zona de Coveñas, en el departamento de Sucre bajo el nombre de “Operación Poseidón”.
Según el vocero militar, estos ejercicios tienen el objetivo de “«fortalecer procedimientos y estándares en la detección, ubicación y neutralización de actividades ilícitas al servicio del delito trasnacional del narcotráfico».
Resulta muy sospechoso que el emisario de Trump, llega a este país suramericano, luego de asistir a la toma de posición del nuevo presidente de Guyana, continuará a Surinam y Brasil, para concluir su viaje en Colombia.
Se produce esta visita y el anunciado ejercicio militar en un escenario colombiano convulsionado políticamente por las masacres de los días 9 y 10 de septiembre en Bogotá, Medellín, Cali y otras ciudades, donde abiertamente la policía colombiana arremetió contra los pacíficos manifestantes en repudio al cobarde asesinato por la policía del joven abogado Javier Ordoñez. Y cuyas protestas continúan y se agrandan con el manifiesto rechazo a la visita de Pompeo y de los ejercicios militares estadounidense.
El desarrollo de los continuos ejercicios militares conjunto entre las fuerzas militares colombianas y estadounidense, además de ser violatoria de la Constitución de 1991, en esta ocasión un bloque de más de 20 senadores ha presentado una tutela contra el Presidente Duque porque “vulneró sus derechos a la política en la modalidad del ejercicio del control político”, al no solicitar al Senado “la autorización para el tránsito de tropas extranjeras”.
Al parecer Duque continuará desconociendo ese mandato constitucional, pues evidentemente está comprometido con Estados Unidos, en su accionar militar contra Venezuela, sin medir las consecuencias de llevar a su país a una sangrienta guerra cuyas dimensiones son incalculables.
Pero los invito a que conozcamos cual es la “democracia” que va a defender Estados Unidos y Pompeo en Colombia. Comencemos por señalar que entre el 9 y 10 de este mes, se cometieron 14 asesinatos o masacres contra ciudadanos que protestaban por el crimen cometido por la policía en un Comando de Atención Inmediata (CAI) aI joven abogado Ordoñez y que el señor ministro de Defensa Holmes Trujillo, atribuye las protestas y la arremetida contra los CAI, a infiltrados del ELN, las FARC y los Anarquista, la clásica forma del gobierno colombiano de satanizar la lucha del pueblo contra la conducta fascista y dictatorial de Duque y Uribe, líder del oficialista Partido Centro Democrático.
El escenario político, económico y social de Colombia hoy, de acuerdo a la información ofrecida por la Fundación SOS Colombia, en su artículo Vía al fascismo y la miseria es el siguiente: “Asesinados desde la firma de los Acuerdos de Paz, 992 líderes sociales, 229 excombatientes de las FARC que entregaron sus armas y a 38 de sus familiares, incluyendo niños”.
“56 masacre en el gobierno de Duque, con 218 personas asesinadas, 8.1 millón de personas desplazadas internamente, 1.4 millones en el exilio y 5,5 millones de desplazado hacia el exterior y siguen saliendo. 19 millones de pobres, y 8 millones viviendo en la miseria, 7 mil niños muertos de hambre, la mayoría en el departamento de La Guajira, mientras que el 6,5 por ciento de una población de 46 millones de habitantes están pasando hambre”.
“El 52 por ciento de la tierra pertenece al 1,5 % de los colombianos ricos, hoy hay 5 millones de desempleados”
Un desastre en el sistema de salud, mayoritariamente privatizados y una absoluta ineficiencia para el enfrentamiento de la Pandemia y una política desatendida por el Gobierno, que ha provocado la impresionante cifra de más de 728,280 mil infestados, de los cuales un 75 por ciento están sin atención médica y la lamentable muerte de 23,280 mil colombianos, un verdadero crimen contra el pueblo.
En educación, tienen la impresionante cifra de 2 millones de analfabetos. Una educación pública en acelerado deterioro y la Universidad pública, prácticamente inaccesible para los sectores más desposeídos. Apreciados lectores, está es la “democracia” que viene a defender el señor Mike Pompeo y de la que se aprecia el presidente Iván Duque Márquez.
En realidad, y en opinión de este analista, Pompeo no solo viene a defender la política de deforestación, la fumigación aérea supuestamente contra la coca, con grave afectación de salud a los campesinos y a la fauna y la flora, que ha provocado una grave crisis ambiental, todo para extraer petróleo, oro y coltán, en tierras propiedad de las multinacionales norteamericanas.
Pero el objetivo estratégico de la visita de Mike Pompeo es coordinar y conocer las condiciones y momento de cuando iniciar acciones militares y de sabotajes en Venezuela, que provoquen en su interior enfrentamientos con comandos contrarrevolucionarios armados y permita, con una campaña internacional bien orquestada, pedir y apoyar una intervención militar encabezada por el TIAR, la OEA apoyado por el Grupo de Lima y sectores de la Unión Europea.
Pero este tema será abordado en la segunda parte de este serial y valoraremos los pros y contra que tiene el imperio frente a sí y las graves consecuencias de una decisión desesperada del presidente Donald Trump, ahora solo les queda meditar datos entregados sobre la democracia en Colombia que defiende el emisario Mike Pompeo.
Fuente: http://barometrolatinoamericano.blogspot.com/2020/09/mike-pompeo-el-emisario-de-la-guerra.html
Segunda parte
Tal como señalé en la primera parte de mi artículo sobre la visita de Mike Pompeo, esta tiene el objetivo estratégico de convencer a, Brasil, Guyana, Surinam y Colombia, de apoyar la acción militar contra Venezuela. Una buena parte de prestigiosos analistas, desestiman que Estados Unidos intervenga militarmente en Venezuela, porque es muy arriesgada e irracional esa acción y no creen, que le aporta votos a Trump para su reelección.
Ese es el análisis lógico que haría un muy responsable estadista, pero no un empresario y ambicioso ególatra, como Trump que solo piensa en cómo beneficiar su bolsillo y el de las grandes transnacionales minero energética y creamos o no, para esa aventura Trump tiene el apoyo del llamado Estados Profundo, y nadie se llame a engaño, hay consenso de demócratas y republicanos, que les interesa derrocar al gobierno de Nicolás Maduro y eliminar el peligro que significa la Revolución Bolivariana.
A partir de aquí es importante que los Partido y Organizaciones políticas y sociales latinoamericanas y colombianas y todos los amigos que defiende la paz, la soberanía e independencia de nuestros pueblos, se pronuncian fuertemente contra dicha amenaza y rechazar por todas las vías posible una intervención en Venezuela, la que provocará un conflicto regional de proporciones insospechadas y será la derecha fascista la que pagará muy caro cualquier acción de Trump contra Venezuela, Cuba o Nicaragua, como lo ha prometido en reiteradas ocasiones.
La visita del Secretario de Estado a Guyana, Brasil, Surinam y Colombia que concluye mañana domingo 20 en Colombia, bajo la cobertura de, fortalecer la democracia, atender lo que sucede con el mortal Virus Covid-19 y tratar el tema del narcotráfico es una gran mentira, pero sí el de Venezuela, tal como lo refleja el comunicado del departamento de Estado.
Si realmente quieren fortalecer la democracia en la región, deben quitarle todo el apoyo que le dan al narco democracia paramilitar de Iván Duque, Colombia es un Estado fallido y la grave crisis económica, política, social, ambiental y sanitaria, sugiere la renuncia de su Presidente y Gobierno. Nada distinto sucede en otros Estados vecinos a Colombia. Los estudiosos y lectores que siguen los acontecimientos en nuestra América Latina y caribeña, conocen de los graves problemas en Brasil, Ecuador, Bolivia, Perú, Chile, Costa Rica, Honduras, Guatemala, Panamá y Uruguay, cuyos pueblos están exigiendo cambios e incluso renuncia de algunos de sus mandatarios.
Pero tomemos en cuenta algunos elementos previos a la visita de Pompeo, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, a cargo de la señora Michel Bachelet, dio a conocer un informe totalmente falso y manipulado de los Derechos Humanos, y el canciller Jorge Arriaza no sólo desmintió, sino retó a la señora Bachelet que pruebe esa información, la que por cierto nunca se ha pronunciado por las masacres en Colombia y mucho menos la ejecutada por la policía el pasado 9 y 10 de septiembre en Bogotá. Y ni una palabra con la fuerte represión en su país, Chile, conducta que la debía inhabilitar para estar al frente de la Comisión de Derechos Humanos, por su parcialidad a favor de la política injerencista estadounidense.
Pero el indicio más importante de que preparan a la opinión pública estadounidense para la intervención, es la denuncia del presidente Donald Trump y del Fiscal General William Barret, hace apenas unos días antes de esta visita de Pompeo, acusando a Nicolás Maduro de “inundar las calles de los Estados Unidos de cocaína para minar la salud y el bienestar de la nación, usando a la cocina como arma”. Y ser el capo de capo de los carteles de la droga. Junto a Maduro, 14 altos funcionarios, más incluyendo Diosdado Cabello presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y el presidente del Tribunal Supremo, Maikel José Moreno.
O sea, descabezar a alto gobierno venezolano. Curiosamente no menciona a ningún Alto Jefe militar venezolano, sino a los que le servirán de testigo contra Maduro, los ex generales traidores Hugo Carvajal y Cliver Alcalá que se encuentran exiliados en Estados Unidos. Están copiando al carbón la intervención criminal que en 1989 realizaron contra Panamá, acusando a el general Noriega, de narcotraficante y para probarlo el gobierno de Bush, compró como testigo al narcotraficante Carlos Lehder que cumplía cerca de 40 años de cárcel y le rebajaron la pena.
Si realmente el gobierno de los Estados Unidos quiere acabar con el tema del narcotráfico, que ordene la detención de Álvaro Uribe Vélez, y de Fernando Sanclemente, quienes en el 2008, enviaron a Estados Unidos desde el aeropuerto de El Dorado en Bogotá, 10 toneladas de cocaína, en varios envió, de acuerdo a la acusación formulada por el funcionario de la Fiscalía colombiana Richard Maock, a cargo e es investigación, quien tiene en su poder la grabación del Jefe de Seguridad de la empresa Air Cargo Line, quien asegura que esa cocaína, iba para el cártel de Sinaloa, cuyo capo el Chapo Guzmán estaba asociado con Uribe Vélez y Sanclemente, esté último hoy preso por encontrarse en su finca un laboratorio para el procesamiento de la coca, tuvo que renunciar a su cargo como embajador en Uruguay. Maock quien posee la grabación tuvo que huir a Canadá porque está amenazado de muerte.
También el señor Pompeo puede solicitar que se le entregue información de las declaraciones de la ex senadora Aída Merlano, hoy cumpliendo prisión en Venezuela y que curiosamente el gobierno se niega a enviar a sus fiscales a que la interroguen, aduciendo falta de seguridad en Caracas para sus funcionarios. Las declaraciones públicas en la revista Semana, que involucra a Iván Duque en un intento de asesinato para que callara, por lo que ella conocía sobre la compra de votos para su elección presidencial, por el Cartel de la Costa que manejaba el “Ñeñe” Hernández, amigo personal de Duque, asesinado el pasado año en Brasil.
Acerca de la noticia de los vínculos de Uribe Vélez con el narco-paramilitarismo, que ahora desclasifica el gobierno de Estados Unidos, cabe preguntarse: ¿Por qué Pompeo o el Fiscal William Barr no le piden a Donald Rumsfeld, información sobre este tema de los vínculos de Uribe con el narcotráfico? ¿Por qué en todos estos años, sí el secretario de Defensa de EE: UU Donald Rumsfeld, conocía estos vínculos mafiosos, los gobiernos de Bush y Obama, le dieron total apoyo e incluso se sirvieron de él al aceptar Uribe la entrega de su territorio para establecer 7 bases militares de EE: UU en Colombia?
Lo que resulta inaudito es que el Secretario de Estado de los Estados Unidos, haga una gira por estos países de Suramérica y cuyo objetivo sea buscar apoyo para que le aprueben y apoyen una intervención militar en Venezuela. En Guyana hay un nuevo gobierno y con la buena noticia del petróleo encontrado en su zona, que comparte con Venezuela en el Esequibo, no creo que se preste a ningún apoyo; la grave crisis brasileña del gobierno de Jair Bolsonaro no apunta a un respaldo, mas si se conoce que históricamente sus Fuerzas Militares son reacia a inmiscuirse en conflicto con sus vecinos. Mientras que su país, Brasil y Colombia tienen una muy grave situación interna sobre la Pandemia, lo cual demuestra la poca catadura moral y humana de este emisario y su gobierno.
En resumen, el informe de violaciones de derechos humanos de la señora Bachelet y la Comisión de DD-HH de la ONU tiene el objetivo de justificar cualquier acción para detener a ese gobierno “Dictatorial de Maduro” y sensibilizar a la opinión pública de Europa y América Latina.
La acusación de Trump y Barr tiene toda la intención de ganar el apoyo de la opinión pública norteamericana y además crear un conflicto donde ellos, no intervendrán directamente por el momento, sino fuerzas mercenarias y paramilitares con el apoyo de las FFMM colombianas, que ya deben estar en el terreno y otras en la frontera colombo-venezolana. O sea, crear el teatro de operaciones que justifique la intervención y dar curso a la Operación Orión V, cuya jefatura está en manos del almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur.
Nadie puede llamarse a engaño, el señor Trump, tiene como objetivo central reelegirse y si a él lo convencen de que, derrocando al gobierno de Nicolás Maduro, sería un elemento favorable para lograrlo, no tendrá inconveniente en ahogar en sangre a los venezolanos, colombianos y lo que se derive de ese conflicto en nuestra región.
Pero una cosa piensa el borracho y otra el bodeguero, todo lo arriba descrito se ha ido desarrollando, y forma parte de la Operación Orión, el fallido intento de homicidio contra el presidente Maduro y prácticamente parte del Alto Mando militar, del Gobierno y Estado, en el acto público del 4 de agosto del 2018, lo fue la conocida Operación Fénix planificada y apoyada por el gobierno de Juan Manuel Santos. La fracasada Operación Gedeón, donde quedó desenmascarado el gobierno de Estados Unidos, la empresa Silver Corp. con sede en Miami y que reclutaban mercenarios para acciones contra Venezuela. Todas estas operaciones procedían de Colombia.
El desmantelamiento de los dos campamentos mercenario que utilizaba la empresa Silver Corp en el departamento de la Guajira, cuyo presencia pública, se conoció cuando el general venezolano el traidor Cliver Alcalá fue detenido con un alijo de armas cuando los transportaba destinados a esos campamentos, y cuyo General estuvo pocas horas en manos de las autoridades colombianas y no fue procesado por la justicia de ese país que fue donde cometió el delito. Pero en horas fue extraditado a Estados Unidos, a su pedido porque sería el testigo contra Nicolás Maduro, donde se le acusa de ser el capo del narcotráfico. Imaginen que testigo y que violación a la justicia colombiana.
La detención de un confeso agente CIA, de origen norteamericano la pasada semana, cuyo objetivo era realizar actos de sabotaje en las refinerías de Amuay y Cardón, además de desmantelar un plan ya previsto para provocar una gran explosión en la refinería El Palito, que ejecutaría este marine ya detenido.
Todos estos hechos han demostrado el nivel de fracaso de Estados Unidos y de sus agentes al interior de Venezuela, incluyendo todos, los ridículos intentos de Golpes de Estado encabezados por el autoproclamado Juan Guaidó, y un sector terrorista, cuyas acciones violentas y mediáticas, han quedado en la más absoluta y bochornosa desvergüenza.
Guaidó y sus seguidores en Venezuela y Estados Unidos, han incurrido en delito, al prestarse a que el gobierno de Estados Unidos se apropiara de la empresa del Estados venezolano Citgo, cuyo objetivo ha sido la de robarse recursos millonarios y prestarse a que Estados Unidos se hiciera cargo de las millonarias ganancias de dicha empresa que opera en territorio estadounidense.
La división dentro de la oposición venezolana y el enfrentamiento del sector pronorteamericano que representa Juan Guaidó y Leopoldo López, con los líderes de los tradicionales partidos adecos y copeyanos, a los que se han sumado otros partidos políticos, entre ellos Primero Justicia, con Henrique Capriles como candidato a diputado, apartándose de las acciones de Estados Unidos contra Venezuela ha modificado sustancialmente el escenario interno.
Las conversaciones oposición-gobierno, han resultado muy importante, para que Venezuela logre su paz, tranquilidad y dejar sin argumento alguno, a los Estados Unidos, la Unión Europea, la OEA, a su Secretario General Luis Almagro y el Grupo de Lima, que quedarán en la historia como traidores al pensamiento y a la acción unitaria del Libertador Simón Bolívar, esos gobiernos serán una vergüenza para sus pueblos que será el que los juzgará.
Precisamente la premura de Estados Unidos y de esta gira de Pompeo, está relacionada con la intención de presionar para armar una gran provocación en Venezuela, antes de las elecciones en Estados Unidos que supuestamente les beneficien y evitar las elecciones parlamentarias el 6 de diciembre en Venezuela, porque si esas elecciones se dan, se acabó Guaidó, la Unión Europea y el cuento de la dictadura de Nicolás Maduro pero en mi opinión una acción hoy contra Venezuela, unirá más a su pueblo y la derrota del imperio será muy costosa, de hecho, ya están derrotados.
Pompeo es el emisario de la guerra y como tal debe ser denunciado por todas las fuerzas políticas y sociales de nuestro continente. Evitar la guerra debe ser un principio y levantemos la política y las banderas de la de paz.
Tony López R. Periodista, politólogo y analista internacional.