Desde el martes (20), habitantes de comunidades de Río de Janeiro están realizando movilizaciones para denunciar que hace más de 20 años sufren por la injusticia y el olvido de parte del poder público. Entre las actividades, que se extienden hasta el día 26, se realizarán homenajes a los muertos de la ‘matanza de la […]
Desde el martes (20), habitantes de comunidades de Río de Janeiro están realizando movilizaciones para denunciar que hace más de 20 años sufren por la injusticia y el olvido de parte del poder público. Entre las actividades, que se extienden hasta el día 26, se realizarán homenajes a los muertos de la ‘matanza de la Candelaria’ y a los desaparecidos del ‘caso Acari’ durante la ‘Marcha en Defensa de la Vida’.
En la noche del jueves (22), los habitantes desconformes por la impunidad y las injusticias cometidas en su ciudad, realizan en la iglesia de la Candelaria una vigilia para recordar los 17 años de los asesinatos conocidos como ‘matanza de la Candelaria’, la desaparición de once jóvenes de Acari, las violaciones a los derechos humanos y todos los muertos y las desapariciones forzosas de los últimos 20 años en Río de Janeiro.
Ayer (23), día en que la matanza cumplía 17 años, se realizó una de las movilizaciones más fuertes: la «Marcha en Defensa de la Vida – Candelaria Nunca Más». Además de la marcha, el momento estuvo marcado por actos religiosos y actividades culturales. Patricia de Oliveira, fundadora de la Red de Comunidades y Movimientos Contra la Violencia resalta la importancia de esta movilización.
«Muchos todavía creen que durante la matanza de la Candelaria murieron pocos y que para la población que vive en las calles su destino es morir. Con esta marcha queremos demostrar que la vida está por encima de todo, por encima del dinero o de un cargo político. Actualmente, en Brasil la situación es la siguiente: primero se mata y después se busca un motivo y siempre hay una justificación para los crímenes», denuncia.
Para alertar sobre la impunidad en el ‘caso Acari’, Patricia puntualizó que se realizará el día 26 una marcha para recordar los 20 años de las 11 desapariciones. La movilización estará protagonizada por varias organizaciones brasileras de derechos humanos, entre ellas la asociación Madres de Mayo de la Bajada Santista, el Grupo de Amigos y Familiares de Personas en Privación de Libertad, de Minas Gerais, y los miembros de la Campaña ‘Reaccione o estará muerta , Reaccione o estará muerto’, de Bahía.
«El caso Acari cumple 20 años y aún es un caso de investigación. El próximo día 26 va a prescribir y nadie será detenido, pues los involucrados son personas importantes. Muchos juristas justificaron la impunidad con la explicación de que si ‘no hay cuerpo, no hay delito’. Por eso, lo que vimos fue una reducción de las muertes y un aumento de las desapariciones. Como los cuerpos no aparecen, nada se hace. ¡Necesitamos decir basta! La población pobre todavía no tiene noción de su fuerza y cuando la tenga, las personas como Sergio Cabral no dirán más que ‘mujer de la comunidad es fábrica de delincuentes'», alerta Patricia.
La fundadora de la Red contra la Violencia llamó a toda la población de Río de Janeiro a involucrarse en las movilizaciones y a denunciar lo que saben. «Los políticos tienen miedo de lo que sale en la prensa internacional y tienen miedo de lo que la población habla. Con seguridad que después de ver las marchas, van a pensar más antes de actuar y no nos van a ver sólo como unos pobrecitos, sino como electores que tienen el poder de decidir.
Matanza de la Candelaria
En la madrugada del 23 de julio de 1993, alrededor de la medianoche, policías militares dispararon contra cerca de 50 niños y adultos, habitantes de la calle, que dormían frente a la iglesia de la Candelaria, en el centro de Río de Janeiro. El resultado de la atrocidad fue la muerte de seis jóvenes y dos adultos. En la misma ocasión, otros dos niños y un joven fueron asesinados en Plaza Mauá.
De acuerdo con declaraciones de sobrevivientes, el crimen fue cometido por alrededor de cinco personas. Los jóvenes pensaban que el crimen había estado motivado por el hecho de que uno de los jóvenes había apedreado el automóvil de un policía. Se especuló también que el pretexto había sido un asalto practicado contra la madre de un policía. Sin embargo, la hipótesis más fuerte y aceptada fue la de que los policías serían parte de un grupo de exterminio y estaban realizando una «limpieza» en el centro histórico de la ciudad.
Seis policías militares fueron a juicio. Tres fueron condenados y tres, aún habiéndose probado su participación, fueron absueltos. Marcos Aurelio Dias de Alcantara fue condenado a 204 años de cárcel, Marcus Vinícius Borges Emmanuel a 300 años y Nelson Oliveira de los Santos Cunha a 45 años.
Caso Acari
El 26 de julio de 1990, tres niñas y ocho jóvenes, todos vecinos de la comunidad del Acari o de comunidades vecinas, fueron llevados a la fuerza por hombres que se decían de la policía. Después de ser secuestrados del lugar en el que se encontraban, en Magé, región metropolitana de Río de Janeiro, nunca más fueron encontrados. Hasta el momento, nadie fue castigado por las desapariciones.
Traducción: Daniel Barrantes
Fuente: http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?boletim=1〈=ES&cod=49641