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Movimientos sociales en lucha

Fuentes: ALAI AMLATINA

Desde el martes 10 de junio, organizaciones campesinas y urbanas de Brasil llevan a cabo una serie de protestas contra el poder de las transaccionales y el modelo de agro-negocios que se ha implantado en el país. Las autoridades gubernamentales han respondido con una fuerte represión, dejando decenas de heridos y detenidos. Las movilizaciones, organizadas […]

Desde el martes 10 de junio, organizaciones campesinas y urbanas de Brasil llevan a cabo una serie de protestas contra el poder de las transaccionales y el modelo de agro-negocios que se ha implantado en el país. Las autoridades gubernamentales han respondido con una fuerte represión, dejando decenas de heridos y detenidos.

Las movilizaciones, organizadas por Vía Campesina y la Asamblea Popular, dos coordinaciones de organizaciones campesinas y urbanas, propugnan un cambio de modelo económico y el fortalecimiento de la economía campesina para producir alimentos baratos para la población.

Las protestas se realizan en 13 estados: Pernambuco, Paraíba, São Paulo, Rio Grande do Sul, Minas Gerais, Bahia, Ceará, Espírito Santo, Santa Catarina y Alagoas. Las mismas incluyen ocupaciones puertos, supermercados, hidroeléctricas y bloqueos de carreteras y vías férreas.

Hoy jueves 12 de junio, unos 1200 integrantes de las dos coordinaciones antes mencionadas, se tomaron las vías del ferrocarril perteneciente a la transnacional minera Vale, a doce kilómetros del Municipio Governador Valadares, estado de Minas Gerais.

Los manifestantes exigen a la empresa, una de las mayores del mundo, que negocie con las 500 familias de la comunidad Pedra Corrida que serán desalojadas para construir la represa Baguari, situada en el límite de los municipios Valadares y Periquito.

Ayer miércoles 11, se llevaron a cabo dos manifestaciones en Porto Alegre, estado de Río Grande do Sul, contra el alto precio de los alimentos y la actual política de incentivo a las empresas transnacionales. Militares y policías reprimieron violentamente la marcha pacífica que pretendía llegar al Palacio Piratini, sede del gobierno gaucho, dejando un saldo de 25 heridos.

En otra acción en el mismo día, la policía actuó con violencia contra manifestantes que ocupaban la calle del supermercado Wall Mart, en Porto Alegre. Siete personas fueron hospitalizadas y 12 detenidas. «Lo que estamos viviendo aquí sobrepasa la criminalización», afirmó Milton Viário, presidente de la Federación de los Metalúrgicos de Río Grande do Sul.

En São Paulo, los manifestantes ocuparon el edificio de la empresa Votorantim, en el centro de la capital, para protestar contra la construcción de la represa de Tijuco Alto, en Río Poza de Iguape, límite con el estado de Paraná. Los movimientos denunciaron los impactos sociales y ambientales de la obra de infraestructura. La movilización fue reprimida con violencia por la Policía Militar, que invadió el edificio usando bombas de gas de pimienta. Cinco manifestantes fueron apresados.

En le estado de Ceará más de mil personas ocuparon el Puerto de Pecém, situado en Son Gonçalo do Amarante (región metropolitana). Cerraron las áreas de carga y descarga del terminal protestando contra el proyecto de instalación de cinco termoeléctricas, una refinería y una siderúrgica, que van a causar daños ambientales y sociales.

Los trabajadores también se manifestaron contra la alza de precios de los alimentos, el trasvase del río San Francisco y la instalación de una refinería de Petrobrás, que se construirá en la parte alta de la cuenca hidrográfica.

En Bahía, agricultores de la Vía Campesina ocuparon el dique de la central de Sobradinho para denunciar que los grandes proyectos de irrigación benefician sólo a los latifundistas del agronegocio, en especial el proyecto de trasvase del río San Francisco, el Puntal Sur, en Petrolina, y el Proyecto Salitre, en la ciudad vecina de Juazeiro, en Bahía.

En Santa Catarina se desarrollaron dos manifestaciones: la primera frente a la empresa de papel y celulosa, Klabin, que posee 160 mil hectáreas de pino y eucalipto en el estado; y la segunda contra la empresa Aurora, que representa el modelo de producción del agronegocio.

En Paraíba, más de 200 trabajadores rurales de la Vía Campesina ocuparon el latifundio Nuestra Señora de Lourdes, localizado a 5 km de la ciudad de Mari, que posee 1.100 hectáreas con el monocultivo de la caña.

En Alagoas, cerca de mil personas de diversas organizaciones populares, Vía Campesina, grupos, pastorales, pueblos y comunidades tradicionales (indígenas, quilombolas y pescadores artesanales) protestaron en la hidroeléctrica de Xingó contra el trasvase del río San Francisco, la construcción de las nuevas represas y la baja del caudal de río, que causa fuertes impactos en la cuenca del mismo. Los manifestantes denunciaron que el trasvase y los nuevos diques sólo beneficiarán a los latifundistas del agronegocio.

Finalmente en Pernambuco, aproximadamente 200 agricultores de la Vía Campesina ocuparon la Estación Experimental de Caña de Azúcar (EECAC), en el municipio de Carpina, Zona de la Mata Norte de Pernambuco, en protesta contra el avance de la monocultivo de caña de azúcar en la región, que contribuye a incrementar la crisis alimentaria en el país.

«Queremos construir un nuevo modelo agrícola, basado en la agricultura campesina, en la Reforma Agraria, en la distribución de la renta y permanencia de las personas en el medio rural», plantean la Vía Campesina y la Asamblea Popular, en un documento denominado «¿Por qué nos movilizamos? Queremos producir alimentos». (http://alainet.org/active/24605)

Los movimientos sociales demandan del gobierno de Lula, cumplir sus compromisos políticos firmados en julio de 2002 de ejecutar la reforma agraria. «Para el efecto, debe promover el asentamiento inmediato de todas las familias que se encuentran en campamentos y construir por lo menos 100 mil viviendas por año en el campo para evitar el éxodo rural», señalan.

(Con información de Brasil de Fato)