El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) ocupó 27 latifundios en el estado de Pernambuco, región nordeste brasileña, desde el fin de semana pasado. En el municipio de Caruaru, región del agreste del estado, aproximadamente 150 familias ocuparon la Hacienda Bananeiras, que estaba abandonada e improductiva. Tres policías armados llegaron al lugar y […]
El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) ocupó 27 latifundios en el estado de Pernambuco, región nordeste brasileña, desde el fin de semana pasado. En el municipio de Caruaru, región del agreste del estado, aproximadamente 150 familias ocuparon la Hacienda Bananeiras, que estaba abandonada e improductiva. Tres policías armados llegaron al lugar y dejaron el clima tenso. Pero, hasta el momento, no hubo conflicto.
De acuerdo con el integrante de la dirección nacional del MST en el estado, Reginaldo Martins, la serie de ocupaciones forma parte de una jornada de luchas tradicionalmente realizada por el movimiento durante todo el mes de abril.
«Nosotros hacemos una evaluación de que la reforma agraria camina muy lenta y la única forma de presionar al gobierno son las movilizaciones. Y también, ese mes de abril, hace doce años de la masacre de Eldorado dos Carajás, donde 19 compañeros sin tierra cayeron en la lucha. Entonces, en homenaje a esos compañeros, todo el año, en el mes de abril, se hace esa jornada para poder decir que la lucha por la reforma agraria continúa. Por que maten trabajadores el pueblo no dejará de luchar por un derecho que está, incluso, en la Constitución Federal.»
Martins afirmó que, en 2007, no hubo ninguna desapropiación de tierra o familia asentada en Pernambuco.
El MST reivindica el asentamiento de 150 mil familias en todo el país. El movimiento aun denuncia que el gobierno federal construyó sólo dos mil casas en el medio rural en 2007, cuando la promesa era de 31 mil habitaciones rurales.
Además de Pernambuco, ocurrieron ocupaciones en Alagoas y Río Grande do Sul. Desde comienzos de mes, también ocurrieron protestas en Bahía, Roraima y Pará. En Brasilia, hay un campamento en el estadio Mané Garrincha.