Cuando se filma un documental se filma la vida. Los valores de un pueblo, sus emociones. En pleno siglo XXI podemos asombrarnos de los gestos, vestimentas y escenarios de finales del siglo XIX a través de los documentales. O podemos atravesar los 50´s, los 70´s e incluso la misma dictadura si accedemos a los films […]
Cuando se filma un documental se filma la vida. Los valores de un pueblo, sus emociones. En pleno siglo XXI podemos asombrarnos de los gestos, vestimentas y escenarios de finales del siglo XIX a través de los documentales. O podemos atravesar los 50´s, los 70´s e incluso la misma dictadura si accedemos a los films realizados en el exilio.
Desde mediados de los 50´ el cine documental argentino camina solo, madura, se vuelve independiente en cuanto a su mirada, se compromete en darle voz a los que nunca fueron visibles.
Un país sin documental es como una familia sin álbum de fotos, bien dijo el cineasta chileno Patricio Guzmán. Esto es: sin pasado, sin identidad, sin lazos afectivos, sin memoria.
DOCA nace como una asociación que se propone nuclear a los documentalistas de todas las regiones del país, que por cierto, son muchos. Porque sentimos que es necesaria una red que permita conocernos y hacer conocer en profundidad las diversas películas que año tras año se producen y exhiben en las más variadas formas. Porque sabemos que los grandes temas del país como ser, los pueblos originarios, la desocupación, la soja, Gualeguaychú, diciembre de 2001, las fábricas recuperadas, la guerra de Malvinas; nuestros personajes, Cortázar, Gleyzer, Oesterheld, Bayer, Borges, ocupan las pantallas no sólo de los cines, sino también de las plazas, los centros culturales, las bibliotecas, las fábricas, las escuelas.
Nos proponemos entonces fortalecer y ampliar la producción y la exhibición, crear vínculos con todos aquellos que difunden y participan de una u otra manera en el quehacer documental.
Enfrentar así mismo los problemas. Es que existe un gran campo de la producción que crea a pulmón. Esto significa, que desarrolla las obras con escasos recursos propios, a contrahorario de los trabajos de subsistencia y a la espera de algún fondo de subsidio del exterior. Paradójicamente, la mayoria de estas películas son premiadas internacionalmente y despiertan el interés masivo del publico nacional, pero se suelen exhibir unicamente en espacios generados por los realizadores , en conjunto con la comunidad.
Y nos preguntamos ¿Por qué hasta el momento el cine documental en la Argentina no es una razón de Estado, como sí lo es en varios países del mundo? Actualmente el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) destina para el cine documental solo el 3% de su fondo de subsidios a la producción. Y sus reglamentos no contemplan las características propias del género.
Por esto proponemos una mejor y mayor distribución democrática y transparente de los recursos para el desarrollo documental. A tal fin, la asociación ya presentó un plan de fomento específico ante el INCAA.
Solidarizar el acceso a la información y compartirla es otra de las premisas de DOCA. A través de nuestra página web se presenta un catálogo de producciones de los asociados. Proponemos convertir el sitio en un centro de co-producción, difusión de subsidios, becas, exhibiciones, proyectos, ciclos, debates teóricos y estrenos. Es decir, no sólo recursos para el desarrollo productivo y creativo de los profesionales del cine, sino además un espacio en donde el público pueda conocer los films que se producen, dónde se exhiben e interactuar con los realizadores.
DOCA se está construyendo y no dudamos que se fortalecerá, no sólo con la participación de los documentalistas del país, sino también con la sociedad toda.
La dirección es: www.docacine.com.ar