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Nacionalización de SIDOR, éxitos de la clase trabajadora, retos, y deberes fundamentales para el desarrollo socialista venezolano

Fuentes: Argenpress

Algunas palabras dicen mucho: «intentar el cielo es merecerlo», de José Martí puede ser una instrucción para los obreros de SIDOR que por más de 15 quince meses de frenética y desigual lucha contra la transnacional Italo argentina Techint quien bajo el nombre de Terniun posee el 60% de las acciones, junto con otro 20% […]

Algunas palabras dicen mucho: «intentar el cielo es merecerlo», de José Martí puede ser una instrucción para los obreros de SIDOR que por más de 15 quince meses de frenética y desigual lucha contra la transnacional Italo argentina Techint quien bajo el nombre de Terniun posee el 60% de las acciones, junto con otro 20% del Estado y 20% de los trabajadores y jubilados. Los trabajadores de SIDOR lograron un salto de las reivindicaciones económicas hasta las políticas al hacer presión y lograr que el gobierno Bolivariano decidiera nacionalizar una de las industrias metalúrgicas más grandes de América Latina.

Historiales de la privatización y situación de la empresa

Mucho antes de la privatización efectiva de SIDOR la empresa había sido conceptuada como un motor que daría impulso a la minería industrial y al desarrollo de maquinarías pesadas que harían de Venezuela una potencia sustentada en el desarrollo por sustitución de importaciones en la fiebre Cepalista y neo-desarrollista que abrazó el país en los finales de los años 60 y mediados de los 70, fruto del alza de los precios de las materias primas, el crédito barato del gran capital financiero acosado por la baja en la tasa de ganancia y el suave adiós a la época de las altas tasas de crecimiento.

En la región donde se instaló la fábrica en 1964 se ha comprobado como reserva de varios minerales la bicoca de: «13 mil millones de toneladas» (1), siendo una de las más grandes reservas de mineral de hierro en el mundo. En la zona se dispone de una inmensa central hidroeléctrica fuente de energía económica y con infraestructura de calidad para la comercialización del acero. Así mismo, el crecimiento de la demanda de éste en el mundo es una realidad que claramente demuestra la tabla a continuación:

Producción de Acero Mundial (2) en millones de toneladas métricas.

Todos sabían que el desarrollo de SIDOR la iba a llevar como en efecto es hoy en día, a ser el cuarto productor más grande de América Latina, que con una demanda creciente el negocio sería un éxito. Pero nuestro ministro ex guerrillero anidado en el gobierno del presidente social cristiano Rafael Caldera optó por venderla con el beneplácito y saludo ardiente de la burguesía nacional y la súper estructura que la apoya incondicionalmente: la iglesia, los medios de comunicación, la universidad etc.

Los errores en el etiquetado, retrasos en la entrega y confusiones en los envíos eran la bandera para que la derecha dijera que bajo la égida del estado era imposible que funcionara la empresa, que por medio del estado éramos incapaces de manejar una empresa de acero y había que dársela a quienes si sabían y nos harían el favor de «rescatarla» de la quiebra. El resultado fue que entre varias celebraciones: «vendieron, remataron, nuestra empresa por un monto diez veces inferior a su valor, para ese momento, además, regalaron al comprador buena parte del mineral de hierro y la energía que usaría en el futuro» (3) Así como en Argentina vendieron hasta las carreteras, acá vendieron hasta lo que se iba a descubrir y explotar algún día.

Los «camaradas» de Terniun y su tratamiento al obrero, semilla del conflicto

A la llegada de los nuevos compradores siempre ocurre la limpieza general de personal, así como cuando en Venezuela el banco Banesco adquirió el Banco Unión y dejó un saldo extraoficial de al menos 10 mil despidos, con la anuencia del sindicato patronal Fetrabanca, al aterrizar Terniun las cosas para los trabajadores comenzarían a empeorar muy rápidamente.

El proceso de tercerización y precarización del trabajo disfrazado de «optimización del factor humano en la producción» fue la bandera de la transnacional quien tiene el mérito de convertir 13 mil empleos fijos en 9 mil tercerizados mediante subcontrataciones donde la empresa deja en terceros las responsabilidades sociales y labores referentes a la explotación de la mercancía fuerza de trabajo. La privatización desmejoró directamente la vida de 45 mil personas aunque nuestros profesores universitarios en su mayoría vitoreaban el «avance» a la modernidad en nuestras fábricas.

Otras de las «maravillas» de la empresa fue el descuido y la falta de control en el área de seguridad laboral, en pro de abaratar los costos a costilla de la muerte del obrero. La empresa luego de 10 años de privatización acumula la cifra de 18 muertes en plena faena laboral (las muertes por enfermedades derivadas del trabajo y lesiones conducentes a la defunción ni siquiera se cuentan), todo un icono del «fallecimiento en la fábrica» que ilustró muy bien el italiano Renzo Ricchi en 1978 en su libro La muerte Obrera donde explica a las claras que en Italia, las múltiples enfermedades y muertes que ocurren en el entorno laboral, tanto dentro como fuera de la industria, o como en las fábricas artesanales (que tanto fascinan a la izquierda antimarxista y a los aduladores del capital chico) los obreros trabajaban 10 y 12 horas en condiciones infrahumanas en medio del hacinamiento, la autodestrucción, la enfermedad y el trabajo infantil, cualquier parecido con la salvaje y primitiva buhonería venezolana es mera coincidencia.

Algunos mineros independientes de la zona y empresas pequeñas como PMG cayeron en la trampa de la transnacional que ofreció indemnizaciones por el orden de los 20 mil dólares más la incorporación a la nómina a cambio de la explotación de zonas mineras en las cuales trabajaban. No les han pagado más de 5% de lo prometido y tampoco los han metido en nómina (4). Otra treta mediocre del capital que como comentaba aquel genial marxista belga Ernest Mandel es una de las formas de imponer las relaciones capitalistas de producción, donde existan pequeños productores que se resisten a proletarizarse.

En este mismo orden el sindicato Sutiss de Sidor denunciaba: «Están disminuyendo los beneficios de quienes no se encuentran amparados por el contrato colectivo. La remuneración es menor, hay una alta rotación para no generar prestaciones» (5). En efecto, contratos de rápido vencimiento, cooperativas fantasmas que contrataban trabajadores para la empresa con el fin de despojarlos de los beneficios del contrato colectivo que además se negaba a discutir Terniun; eran otras de las viejas tácticas de la burguesía en su afán de competir en quien desmejora más profundamente la calidad de vida del obrero, o quien ahorra más en remuneraciones y envilece más al obrero. Otros de los métodos es jubilar a trabajadores con 120 $ mensuales a pesar de que la canasta crítica alimentaria al menos duplica esa cantidad.

Venezuela, su producción de acero y de cemento; y la burguesía «colaboradora»

Venezuela, es el productor de acero número 34 del mundo con 4,9 millones de toneladas métricas MTM, pero es el décimo quinto exportador neto con 1,9 MTM de acero (6), lo cuál significa que el mercado prioritario para las acereras nos es Venezuela y lo obvio que redunda en la imposibilidad de utilizar los recursos que están en nuestro suelo para el desarrollo industrial y la relación de neocoloniaje en la cual sacan nuestro hierro a centavos y nos venden nuestro acero en decenas de dólares.

Caso idéntico sucede con el cemento, que producen básicamente 3 empresas: Cemex de México, Holcin de Suiza y Lafarge de Francia. Entre ellas forman un duro oligopolio que captura el 90% del mercado, extrayendo recursos naturales no renovables y manteniendo la subproducción para el encarecimiento del producto.

Es imposible realizar ningún tipo de proyecto de desarrollo nacional si la producción de rubros básicos está en manos de las transnacionales. De maduro es entender que la lógica maximizadora de la renta impulsada por la competencia, hace a las transnacionales distante de cualquier emprendimiento con el estado para industrializar al país.

La lucha Terniun vs Sutiss y la mediación represiva de un ministro Trotzkista en el gobierno bolivariano

Los trabajadores del síndicato único de trabajadores de SIDOR (Sutiss) levantaban básicamente tres reivindicaciones: aumento salarial en el marco de un nuevo contrato colectivo, la incorporación a la nómina de 9 mil trabajadores tercerizados y el aumento en las pensiones. El principal dirigente de Sutiss José «Acarigua» Rodríguez ha encabezado la lucha del sindicato contra la patronal llegando a expresar públicamente que luego de la privatización lo que le ha venido al obrero es la: «humillación y malos tratos por parte de la multinacional, que ha indignado a los trabajadores y al país’ (7).

La presión, la presión y otra vez la presión devenida de la lucha por las reivindicaciones básicas han logrado realizar un viraje político en la lucha sidorista y ha podido traer de nuevo a la palestra la imperiosa necesidad de nacionalizar las grandes fábricas que en manos de la burguesía sólo han servido para acrecentar la explotación, acaparar, especular y realizar toda clase de sabotajes económicos. El paroxismo de dicho comportamiento fue el paro patronal de diciembre-enero de 2002 al 2003, en el cuál de nuevo la clase obrera rescató la industria petrolera de las garras de los funcionarios de PDVSA que destrozaron equipos y le causaron con el freno de la actividad global de hidrocarburos un daño patrimonial a la nación de alrededor 20 mil millones de dólares, el equivalente a casi el 70% de la deuda externa.

Una de las marchas que rompió el velo comunicacional de la lucha se realizó el 8 de mayo de 2007, en ella los trabajadores aparte de plantear sus requerimientos laborales planteaban ya la nacionalización (8) y la enfocaban con un argumento claro y evidente que radica en la absurda escasez de materiales, cabillas, láminas de acero y demás para la construcción, que en un país rico en hierro y con un déficit de al menos 2 millones de viviendas era grave, además de ver congeladas obras de infraestructura de vital importancia para el desarrollo porque la transnacional decidía exportar.

Desde inicios de la lucha los sidoristas dejaron atrás las influencias de la direcciones sindicales patronales que previo a la privatización resolvieron el despido de 3 mil sidoristas para hacer más atractiva la fábrica a quienes si «saben» administrarla. De las cientos de asambleas salieron resoluciones en pro de los derechos de los trabajadores y contrarias al «arbitraje» techinnista del ministro trotzkista del trabajo José Ramón Rivero, quien se empeñó denodadamente en apaciguar a los trabajadores y frenar lo que contrariamente debería estimular y que aparece claramente en el programa del partido Marxista Leninista alemán MLPD: «preparar y desarrollar las luchas de la clase obrera por reivindicaciones inmediatas y empeñarse por su desarrollo a niveles superiores…..la conquista del poder político que es la meta estratégica de la lucha de clases de la clase obrera» (9).

Efectivamente, cuando el ministro comprendió que se necesitaba la fuerza bruta para amilanar a los sidoristas utilizó el complejo aparato estadal y con el gobernador chavista del estado Bolívar el militar Francisco Rangel Gómez luego de una huelga de más de 80 horas y la multitudinaria manifestación del 14 de marzo de 2008 emprendieron una: «represión desproporcionada ejercida por los organismos policiales y militares en el estado Bolívar para aplacar la protesta de los trabajadores sidoristas es asombrosa por ser injustificada» (10) Algunos números de la bestial reprimenda indican un saldo de al menos 13 trabajadores heridos (11), con balas de goma, balines. Otros obreros presentaron fracturas y contusiones.

Luego de ello y de ver el apoyo de cientos de sindicatos, movimientos sociales, el Partido Comunista de Venezuela y diputados a la Asamblea como Adel Zabayar el mismo gobierno incluido el presidente reconocieron los «excesos» e instaron al ministro a realizar un referéndum. Claro, pero el referéndum fue realizado, no en los términos del ministro, quien había emprendido una campaña de crítica contra los sidoristas: en diarios y medios chavistas se empeño en llamarlos «antirrevolucionarios y empleados de la CIA» El referéndum lo realizaron de manera autónoma los trabajadores, teniendo un resultado amplio de 3338 trabajadores a favor de continuar la negociación por el sindicato y rechazar la oferta de Terniun, contra 65 quienes veían con buenos ojos dicha oferta.

Se realizaron luego dos eventos de suma importancia, el primero fue otra masiva manifestación el jueves 29 de marzo a favor de los trabajadores y un Encuentro Nacional Sindical en fecha 31 de marzo, eventos que aunado a la brillante estrategia de los trabajadores de declararse en huelga el 4 de abril y asistir a la Universidad Bolivariana del estado Bolívar para aprovechar la visita del presidente Chávez a dichas instalaciones y hacer evidente a los ojos del presidente la situación de Sidor. Luego que el presidente viera esos acontecimientos tuvo una participación en un programa de televisión donde según Jorge Martín, escritor de la Corriente Marxista Revolucionaria el presidente se había declarado: obrerista y respetuoso del marxismo». Luego el 8 de abril el vicepresidente Ramón Carrizales se reunió con la gente de Ternium y al recibir negativas de la empresa, llamó al presidente Chávez y él ordenó nacionalizar la empresa.

¿Cómo se nacionalizará?, ¿qué hacer?. Perspectivas para una lucha que apenas comienza.

El anuncio ha llenado de júbilo al Sutiss y luego de meses de conflicto desigual ya celebran lo que es un hito histórico para la clase obrera haciendo recordar las duras luchas de los obreros petroleros de 1936 por la ley del trabajo y el respeto de la soberanía ante la expoliación transnacional, que en esa oportunidad fue reprimida a sangre y hambre por el gomecismo sin Gómez de Eleazar López Contreras y sus Franciscos Rangel y José Ramón Rivero de la época. En la actualidad el gobierno ya ha despedido al nefasto ministro trozko José Ramón Rivero y ha puesto como nuevo ministro a Roberto Hernández y a Jesús Faría como viceministro, ambos han sido cuadros históricos del PCV (actualmente son dirigentes del PSUV) y desde el inicio del conflicto enfrentaron el carácter reaccionario del ministerio y apoyaron públicamente la lucha, las huelgas y la presión de los trabajadores. Su llegada podría estimular el desarrollo de otras iniciativas revolucionarias muy interesantes.

Sin embargo, si entendemos lo que Marx y Engels escribieron acerca de la Comuna de París: «…la clase obrera no puede simplemente tomar posesión de la maquinaria del Estado existente y ponerla en marcha para sus propios fines» (12) entendemos lo inocuo que sería como se tiene planteado, la compra de la mayoría accionaria de Ternium si se mantienen las mismas relaciones de producción anquilosadas en las empresas, como ya se hizo en procesos de nacionalización estratégicos como la Electricidad de Caracas o en las empresas de teléfonos CANTV donde la lucha laboral fue de mucha menor intensidad.

La nacionalización no es socialización, si el estado con su pesada burocracia heredada de la IV república no sufre un profundo proceso de reformas -no reformistas- las absorciones de dichas empresas, incluyendo la de los lácteos «Los Andes» ante el sabotaje alimenticio de la burguesía agropecuaria, tendrán efectos realmente imperceptibles en el bienestar y productividad social.

Ahora es cuando comienza una serie de luchas políticas en las empresas, de hecho, la gente de Terniun aún se niega a aceptar los términos de la nacionalización y se tranza por una especie de rebelión, raro en la «burguesía amigable Kirchnerista», extraño a las prácticas del capital bueno. Como dicen los sidoristas: «Ellos quieren hacer lo que hicieron en PDVSA durante el cierre patronal, cuando los administradores sabotearon el centro electrónico de la empresa…pero no se lo vamos a permitir’

Formas y métodos de la nacionalización, el futuro de las reivindicaciones y las estrategias a tomar por la clase obrera en la gestión estatizante.

Unos de los secretos del Estado Burgués es precisamente el increíble nivel de informaciones ocultas y la oscuridad en la forma como se realizan los procesos dentro del mismo. El estado burgués como nos cuenta Sartelli: «surge de la misma sociedad para expresar la dominación de una clase, asegurarla, reproducirla y perpetuarla» (13) por ello, el estado que construyó la burguesía venezolana se muestra esencialmente inútil para avanzar hacia un proceso que tienda a destruir a la clase que lo creó, que es la que frena el avance en la liberación nacional del imperialismo y del yugo de la explotación, todo ello a pesar de ser operado políticamente por el gobierno más a la izquierda en la historia reciente de América Latina.

Por tanto, es menester para no anegar el esfuerzo sidorista avanzar hacia el control obrero de la gestión, en acuerdo con autoridades estadales, miembros de la comunidad y compañeros de un gran frente sindical revolucionario. La multi-gestión con base a la planificación centralizada de la economía debe constituir la base del rescate de las empresas privatizadas. La transparencia es un órgano fundamental en el cuerpo social, mientras continué el secreto y la falta o dificultad en la información la democracia participativa, la contraloría social y la vinculación con la administración de recursos nacionales serán una triste fantasía, un remedo de ensayo mediocre basado en la ignorancia y desinformación de quienes deben asumir esas tareas, pero que no tienen ni idea de donde vienen los recursos, como se gastan y quien los gasta. La ausencia de estadísticas y la discrecionalidad del gasto son alarmantes.

Muy poca gente sabe cual es el planteamiento de compra de Sidor, la indemnización y la futura forma de gestionar la empresa. En mi criterio a la hora de la compra deben descontarse todos los pasivos laborales, la obsolescencia inducida y pensiones diversas, es justo y necesario saber los detalles de la operación.

La lucha de la clase trabajadora se hace más y más política, se separa cada vez más del sindicalismo esquirol y ramplón y toma la bandera de consignas de clase vitales para el desarrollo socialista del país, a la sazón, en Venezuela se plantean y discuten 4 posiciones antisistema importantes:

1 – La disminución a 6 horas, o 30 horas semanales de la jornada de trabajo, lo cuál permitiría a la gente involucrase en la política directamente y comenzar su desarrollo integral como ser humano.

2 – Unidad absoluta de la clase obrera y lucha por la reforma a la ley burguesa del trabajo, herencia del viejo falangista de Rafael Caldera, un lastre burgués que de forma inconcebible se arrastra por más de 9 años.

3 – La nacionalización (fundamental es la de la banca) o expropiación de los principales medios de producción y su necesaria dirección bajo control de los trabajadores, la comunidad y el estado para la industrialización nacional.

4 – Fuerte aumento salarial con un cambio drástico del sistema tributario que aún hace cosas como cobrar el 4% de impuesto a la ganancia declarada en el ISRL por los bancos.

El capital tiene su proyecto propio y no hace concesiones trascendentes y llena de miseria y muerte al planeta, nosotros los socialistas tenemos el nuestro, defendámoslo y luchemos a sangre y fuego por nuestros principios y la necesidad histórica de llevar nuestro proyecto hasta el final, vacilar es herirlo de muerte.

Notas:

1) Revisar estudio: http://www.zebra.com/id/zebra/na/en/documentlibrary/case_studies_-_microsites/spanish_la_microsite/sidor.File.tmp/SidorCS_SP.pdf

2) Datos extraídos de http://www.worldsteel.org/index.php

3) Ver http://www.vive.gob.ve/inf_art.php?id_not=6299&id_s=3

4) Ver http://www.gobiernoenlinea.ve/noticias-view/ver_detalles.pag?idNoticia=78107

5) Extracto del artículo «Sutis celebra naconalización de Sidor», disponible en http://www.el-nacional.com/www/site/detalle_noticia.php?q=nodo/23401

6) Datos de la referencia 2.

7) Disponible en el texto http://venezuela.elmilitante.org/content/view/6111/

8) Ver noticia de la marcha en http://www.aporrea.org/endogeno/n94580.html

9) MLPD, Programa del partido marxista leninista alemán. Editorial VNW, PG 51.

10) Humberto Decarli, Bárbara Represión en Sidor , Diario «El mundo», Edición 29/03/2008

11) José Rafael López Padrino* / Soberania.org – 16/04/08 disponible en: http://www.soberania.org/Articulos/articulo_3968.htm

12) Marx y Engels, El Manifiesto Comunista, Prefacio a la nueva Edición Alemana, 1872.

13) Eduardo Sartelli. La Cajita Infeliz Ediciones «r y r» 2005, PG 374.

Manuel Sutherland es Coordinador de Formación e Ideología de la Asociación Latinoamericana de Economistas Marxistas (ALEM).